Capítulo 13: Sweats and Sweets

4K 481 105
                                    

Annabeth perseguía a Luke por el pasillo vacío, tirando de la manga de su camisa en un intento en vano por detenerlo.

–Luke, espera– Dijo ella, llena de pánico. Él se dirigía a la oficina del director para contarle todo. Tenía que hacer algo, a pesar de que sentía como las paredes se derrumbaban sobre ella. –No tienes que hacer esto–.

–Ve a empacar tus cosas, ya has tenido suficiente–.

–¡No me digas que ya he tenido suficiente!–espetó.

Él se soltó de su agarre de un tirón y volteó a verla a la mitad del pasillo.

–¿Qué quieres que haga? ¿Qué ignore todo esto?–.

–¡Sí! Ya no soy una niña pequeña jugando en el parque, Luke. Mírame–.

Suspiró y la miró a los ojos. Después de un momento, dijo, –Eres un chico–.

–Sí, pero también soy Annabeth. Me conoces lo suficiente para saber que no me rindo ante las adversidades–.

Luke se pasó la lengua por los labios y cambió su peso al otro pie. Antes de que pudiera decir algo más, una voz los llamó.

–¿Hay algún problema ?–.

Era Quirón, con las manos sobre las ruedas de su silla y una pila de libros en su regazo. Él los observaba con aire de preocupación, luego, en su rostro apareció una expresión de reconocimiento.

–¿Eres Luke Castellan?– él pregunto, acercándose. –Después de tanto tiempo... ¿Hace cuanto? ¿Diez años?–.

Luke se aclaró la garganta, obviamente no esperaba ver a su viejo profesor de secundaria en ese momento. –Sí señor, me alegro de verlo–.

Annabeth estaba pálida y se negaba a mirar otra cosa que no fuera el suelo, incluso cuando Quirón se detuvo frente a ella. Ella podía sentir como Luke quería contarle lo ocurrido.

Quirón sugirió, –¿Vamos a mi oficina por una buena taza de té?–.

–Señor, yo...–.

Quirón levantó la mano educadamente. –Por favor. Creo que tenemos mucho que hablar–.

------------------------------

Annabeth estaba sentada en el borde de su asiento, su taza de té intacta se enfriaba en la mesa que los dividía a ella y a Quirón de Luke.

Él los observaba sobre sus dedos y se tomó su tiempo en silencio. Eso era todo. Estaba en problemas.

Luke se movió en su silla y se quedó mirando a Annabeth, como si esperara que ella confesara todo por su cuenta. Pero Annabeth siguió con los ojos fijos en la taza, pero sin verla en realidad. Su futuro estaba colgando en la punta de un precipicio, listo para ser lanzado al abismo.

Quirón dio un respiro profundo y dijo. –No hay duda, Luke, descubriste el secreto de Annabeth–.

Luke apartó los ojos de ella y lo volteó a ver. –¿Lo sabía? ¿Todo este tiempo?–

Quirón asintió. –Es fácil de poner las pieza juntas cuando tenemos el programa de pre-arquitectura más reconocido en el país y a una estudiante con gran pasión por esa carrera. Fue una sorpresa, pero una muy agradable–.

–¿Cómo pudo dejarla hacer esto?–

–Porque soy curioso–.

–¿Esta bromeando?–

–Para nada–

Annabeth pudo sentir la mirada de Luke de nuevo sobre ella y tragó saliva. Tenía la garganta muy seca, pero no podía beber nada.

I Got a BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora