Capítulo 39: Epílogo.

4.1K 453 193
                                    

Diez años es mucho tiempo.

Sin embargo, cuando vives, no se siente así. Son una serie de días, seguido de noches, veranos, inviernos, idas y vueltas.

Para Percy y Annabeth,  una década había pasado como si nada.

Se habían mudado a vivir juntos hacía unos años, estableciendo su hogar en un pequeño departamento en Nueva York, era modesto y humilde. Sus paredes estaban decoradas con fotos de sus vacaciones, reuniones familiares y cumpleaños. Todas esas fotos abarcaban los diez años, capturando memorias. Plantas, bien cuidadas, llenaban el alféizar de las ventanas, se mecían con la suave brisa de la ciudad. Un pila de ropa amontonada en el cesto de la lavandería necesitaban ser tendida. Una oficina, lo suficientemente grande para albergar una mesa de dibujo, estaba llena de bocetos de edificios y diseños de rascacielos. Virutas de goma y lápices estaban regados por todo el escritorio, prueba del último proyecto. Estaba casi completo. Casi perfecto.

Había un gran sofá de cuero en la sala de estar. Estaba cubierto por una manta, recientemente arrugada. Dos tazas, vacías, recién bebidas, en la mesa central. Por encima de la repisa de la chimenea se podían ver trofeos, cintas y una brillante medalla Olímpica de oro.

La puerta de entrada se cerró y pasos dejaron rastros por el pasillo.

Percy y Annabeth hicieron su camino hacia la salida del edificio y por la calle. Era un tarde tranquila, al menos para los estándares de Nueva York. Caminaron. Las hojas empezaban a cambiar, contrastando con el cielo, dándole al mundo un tono sepia y miel. De la mano, caminaban. ¿A dónde? A ningún lugar en particular. Los sábados eran así. Un descanso del caos. Percy tenia que ir a entrenar más tarde y Annabeth tenia una conferencia con una empresa China.Pasaban el tiempo libre que tenían juntos.

Aún no estaban casados, aunque bien podrían estarlo.

Pasearon por la 158ª. Se detuvieron en la librería de la esquina, Percy compró un perrito caliente y Annabeth compró un libro antiguo. Annabeth le robo una mordida de su almuerzo. Percy leyó el libro en voz alta con voz divertida, sosteniéndolo en alto, fuera del alcance de Annabeth que intentaba arrebatárselo. La risa era tan fácil como respirar. 

Caminaron frente al hotel Hudson, se acurrucaron ante la brisa fría proveniente del río. Siguieron por las calles hasta encontrarse con un baterista que tocaba frente a un almacén. Un paseador de perros paso a su lado siendo jalado por una manada de chihuahuas. El sonido de los niños llenaba el ambiente. Había un parque cercano, el parque infantil "WrightBrothers". Si nada mejor que hacer, se dirigieron a su interior. Los niños jugaban sobre las barras de mono, chillando y gritando de alegría. Los padres se mezclaban en la periferia, sentados en las bancas alrededor de la zona de juegos. Un grupo de adolescentes jugaban un partido callejero de baloncesto en la cancha cercana. El sonido del balón golpeando el pavimento hacia eco en los edificios cercanos.

Los ojos de Annabeth no se alejaron de los niños jugando. Apenas recordaba haber sido así de pequeña. Un recuerdo regresó a ella. La hizo reír. Percy la miró, curioso.

–¿Qué pasa?– le preguntó.

–Oh, acabo de recordar algo gracioso– se acomodo algunos cabellos sueltos detrás de la oreja, un vago intento de derrotar al viento –No sé que hizo que me acordara–.

La sonrisa de Percy se volvió más amplia. Siempre estaba de humor para una historia divertida –No te contengas–.

–Es una tontería, pero recuerdo que cuando era pequeña, tal vez en tercer grado, mi padre me había traído a Nueva York para una conferencia el fin de semana y me trajo a un parque, casi igual a éste. Incluso tenia los mismos columpios. Bueno, este niño...me dio un beso cuando estábamos en la parte superior del castillo– Ella resopló, señalando la parte de arriba del juego –Y yo lo empujé por el tobogán–.

Annabeth continuó riendo de su recuerdo, pero Percy se detuvo en seco. Sus ojos se abrieron con sorpresa.

–Espera, ¿Qué?–.

EL FIN. 

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Muchas gracias a todos por leer esta grandiosa historia, creo que todos reímos, gritamos y lloramos con ella. Se que de mi parte pueden haber errores, pero agradezco sus lindos comentarios, sobre todo los que reaccionaban a ciertas partes, llenaban mi corazón. No fue fácil, nada fácil, a veces me planteaba ya no seguir (Escuela, problemas) pero no se me hacia justo dejarlo así,  aunque siempre actualizaba (Y esto no es la excepción) a las tantas de la mañana, lo hacia pensando en ustedes y en esta historia, que valía la pena ser contada. Gracias por todo su apoyo. Rex. (#LoveWins)

Este fanfic no me pertenece, todos los créditos a flyingcrowbar.tumblr.com , yo solo me encargo de su traducción. 

*Imagen: De la querida Meg (http://anxiouspineapples.tumblr.com/image/144608171480 ). Siganlas en Tumblr, ambas son unos amores.

I Got a BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora