Capítulo 31: Accepted and Shunned

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Annabeth tenía lo que Percy llamaba"Anti-finalitis". Se acercaba ya el final de su ultimo año pero aún estaba tan ocupada con las clases como si fuera el primer día. Para ser justos, le gustaba que el estudio la distrajera de la vida real. Le ayudaba a apagar el ruido que amenazaba con distraerla de su meta final: la universidad. Desde que había asistido a Bolt algunas escuelas de la Ivy League*- como Harvard y Cornell- le habían enviado información acerca de sus programas de arquitectura. Estaban demasiado entusiasmados por tener a un estudiante de primer nivel procedente de una institución tan respetada como Bolt, pero el programa de Columbia le agradaba aún más. Les había mandado una solicitud en Noviembre pero aún no había recibido respuesta. Ya era mayo y el tiempo se estaba acabando. Estaba empezando a pensar lo peor, su estrés relacionado con Nico y además estar segura de que Percy estuviera a salvo, no ayudaban.

 La hacía sentir como si quisiera correr a alguna parte. No a algún lugar en particular, pero si lo suficientemente rápido para que sus nervios no la alcanzaran. Cuando corría, se sentía como si fuera a alguna parte, a pesar de que siempre terminaba en el mismo lugar oscuro- tanto mental como físicamente- habían tantas cosas en juego, se estaba perdiendo en un nudo de dudas. Pero seguía estudiando y corriendo, porque esas eran las únicas cosas que podía hacer. Era lo último que podía controlar. No podía controlar ser aceptada en Columbia, no podía controlar el cómo Nico se sintió traicionado, no podía controlar cada momento del día de Percy para protegerlo. Estaba atrapada en el limbo de la espera. En realidad, era bastante buena en eso.

 Todo el mundo también estaba esperando-esperaban a la graduación. Anhelaban para que el año por fin acabara. Había una cierta pereza que consumía la mayor parte de la población estudiantil: una combinación de darse por vencidos o simplemente ya no darle importancia. Muchos tenían la mentalidad de "a la mierda" cuando estaban en la biblioteca, seguido del golpe que provocaban cuando cerraban los libros y un pequeño grito. Incluso los profesores eran más flexibles con las tareas y decidían poner alguna película en vez de dar algún tema.


El clima agregaba su propio aire de indiferencia: un cálido verano en California, como un adolescente somnoliento que apenas se levanta de la cama a las dos de la tarde. 

Mientras Percy cumplía con su suspensión, Annabeth se aseguró de recolectar todas sus tareas y entregárselas por las noches. Una suspensión de tres días no parecía mucho, pero para ella lo era. Aún era su tutora y se iba a asegurar de que no se quedara atrás. Sorprendentemente, no puso mucha resistencia. Ahora que él no tenía nada quehacer durante en día, casi había completado todo. A veces salía a trotar con ella. No hablaban mucho, sin aliento y todo eso, pero estaba bien. Correr resultó ser un pequeño respiro.

 –Tu pelo esta algo largo– dijo él, respirando hondo mientras tomaban un descanso bajo la sombra de un árbol. El sudor en su pecho hizo que la playera se le pegara, formando una V oscura desde sus clavículas hasta su esternón.

 Annabeth, con las manos sobre las rodillas,miró hacia arriba, –¿En serio?– pasó sus dedos a través de uno de los rizos y lo bajó al nivel de sus ojos. Estaba algo largo.

–Podrías amarrarlo en una cola de caballo–. 

 –Puede ser –.

 –Cuando lleguemos a casa, dame un par de tijeras y te hago un favor–. 

Annabeth esbozó una sonrisa. Casa. Qué bella palabra. Este lugar realmente se había convertido en su hogar. A pesar de que no tenía que estar ahí, en cierto modo, sentía que estaba a destinada a estarlo.

 Percy miró al otro lado del campus y tomó un largo suspiro. Los moretones en su rostro se habían convertido en un embrollo de amarillo-morado con un poco de inflamación. En ese momento no parecía que le dolieran, pero ella sabía que habían estado peores. Ella podía ver que él también estaba pensando en muchas cosas. Lo veía en su frente y en su mandíbula, cuando soltó un suspiro y la forma en la que caminó por el césped para tomar asiento en la base del árbol.

I Got a BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora