Percy se sentía como si estuviera drogado.
Normalmente, habría llorado ante la pérdida de la pizza, pero los labios de Annabeth eran más adictivos de lo que había imaginado.
¡Whoa, esto está pasando! Pensó. El asombro azotó todos los músculos de su cuerpo. Sus brazos colgaban frente a él, como un muñeco sentado en un estante. Annabeth lo estaba besando. Annabeth, la chica que Percy había pensado que era un chico y tenía un súper- algo gay- enamoramiento, lo estaba besando. Tenía los ojos cerrados con fuerza, sabía a chocolate, a pesar de que sus labios estaban contra su boca, como si esperara que algo malo pasara o algo se desatara con su toque, electrificando a ambos de vuelta a sus sentidos. Y algo así paso, pero de una manera que ninguno de los dos tenia en mente. Los labios de Annabeth templaron ligeramente y se suavizaron, dejando que Percy se acercara más y empujara la barbilla hacia delante.
Whoa, pensó de nuevo mientras sus ojos se cerraban y suspiraba de felicidad, esto realmente está sucediendo.
Sus brazos finalmente empezaron a escuchar a su cerebro, envolviéndose alrededor de su cuerpo, atrayéndola más cerca. Era tan pequeña, delgada y cálida. Podía sentir la dureza del vendaje en su espalda a través de su sudadera, manteniéndola confinada, algo se movió bajo su vientre. Al diablo las mariposas- tenía un concierto de rock en su estómago. Su corazón estaba determinado a latir sin pedir disculpas, vibrando a través de su cuerpo como un tambor. Sus oídos tenían un pitido como si hubiera estado cerca de una pila de altavoces tocando un solo de guitarra. Sus pensamientos imitaban a la animada multitud, gritando y animando a la banda. Él fue consumido por ella.
Annabeth se separó por un momento, jadeando, y luego sus labios se volvieron a encontrar, eta vez los suyos están abiertos y esperando. Estaba siendo arrastrada por el instinto, por el momento. A lo lejos estaba la Annabeth que tenia la estrategia de cada minuto en la vida de ser un chico. Ella le estaba mostrando lo que realmente era- brillante, hermosa, su mejor amiga… y una terrible besadora. Sus labios se propagaron cuando él sonrió y Annabeth se apartó, sintiendo el cambio.
–¿Q-Qué?– susurró, sin aliento, a centímetros de su cara. Sus pómulos estaban iluminados por la luz de la televisión, sus ojos grises estaban llenos de luz determinados a iluminar la oscuridad.
Él no podía dejar de sonreír. Se volvió a inclinar hacia delante, sus dientes mordieron su labio inferior. Ella empezó, y él podía sentir el calor irradiando de su cara, o quizás era su propio calor rebotando. Sus manos, que comenzaron en su pecho, se deslizaron hacia su espalda, enviando un escalofríos hacia sus rodillas. Sus manos temblaban mientras se movían, como si estuviera nerviosa y emocionada al mismo tiempo. Finalmente se decidieron en quedarse en la parte posterior de su cuello, cálido y suave. Percy hizo lo mismo, se aferró a la base de su cabeza, enrosco sus dorados rizos en sus dedo. Tiró de estos gentilmente, asegurándose de que esto era real, que no era un sueño.
Nuevos sentimientos- sentimientos confirmados- hicieron que todo su cuerpo se paralizará. No podía creer que realmente estaba pasando esto, y la prueba estaba ahí, bajo sus labios. La quería. La quería demasiado. Todo lo que podía hacer para demostrarlo era besarla con fuerza. Sólo esperaba estar haciéndolo mejor que la ultima vez, un evento del cual no tenia memoria pero imaginó que había sido un experiencia horrible.
Ella dio un paso hacia delante, acercándose a él, pero el equilibrio se convirtió en un problema y Percy se tambaleó hacia atrás, llevándosela con él. Se tropezaron con los pies del otro, negándose a separarse, terminando con Percy cayendo de plano sobre su cama. Ambos rieron por un momento, sus narices chocaron y se volvieron a besar mientras Annabeth se acomodaba a su lado. Se estaba haciendo mejor en eso- más relajada, menos ordenada, más lengua (eso siempre es un extra).
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I Got a Boy
FanfictionSinopsis: Un par de tijeras transforman a Annabeth Chase en Andrew Chase. Ella deja su larga cola de caballo por un uniforme de la escuela privada elite, exclusiva de hombres, donde solo los mejores asisten para lograr sus sueños. Es su ultima...