Annabeth se quedó atónita en silencio.
Su mente se quedó en blanco. Si fuera una computadora, su cerebro seria una rueda giratoria de incompetencia. Las palabras de Nico resonaron en su cabeza como el eco de un cañón y el calor se extendía por su cara mientras intentaba comprender la pregunta.
¿Quisieras salir conmigo alguna vez?
Esa era absolutamente la última pregunta que esperaba escuchar en ese momento. Incluso si le hubiese preguntado si se sometería a un trasplante de riñón, sonaba más lógico que esto.
–Tengo estas entradas para un show de arte– continuó, tirando de ellos para sacarlos de uno de sus libros. Los estaba usando como separadores. De alguna manera ese detalle hizo que Annabeth se sintiera diez veces peor. –Esta enfocado en la arquitectura antigua y el diseño de las estructuras, ya que te gusta la arquitectura y a mí dibujar, pensé que sería divertido–. Él deslizó las entradas sobre la mesa hacia ella.
–Tú...– tragó, con voz ronca –Espera, ¿qué?–.
Nico sonrió, inclinando la cabeza con timidez – Soy feliz cuando paso tiempo con la gente que me gusta así que...–.
El estómago de Annabeth se desplomó.
No estaba lista, no estaba preparada. En retrospectiva, debería haber notado los signos. ¿Cómo pudo no notarlo? Mierda, se sentía estúpida. Todas esas veces que se sonrojaba y sonreía cuando entraba en alguna habitación. Ella pensó que simplemente era tímido y torpe. Entonces recordó la noche en la casa de playa de Jason, todos sentados alrededor del fuego, Nico le había preguntado si tenía novia. Sólo había pensado que era una conversación agradable y... Oh Dios, OH DIOS.
Estaba mirándola expectante, con una sonrisa de esperanza, mientras movía nerviosamente su pluma entre sus dedos, pero Annabeth no se atrevía a mirarlo a los ojos. No quería ver el momento exacto en el que su corazón se rompiera en mil pedazos. La mataba saber que su respuesta haría la primera grita.
¿Cómo podría rechazarlo? ¿Cómo ser gentil y amable?
Tres situaciones se presentaron ante ella:
1. Podría ser honesta y decir que no era gay.
2. Podría decirle que tenia pareja.
3. Podría decirle la verdad. Todo.
La última opción sonaba muy atractiva, tan loco como sonara.
No quería perderlo como amigo. Era la última persona que había conocido en esta escuela, pero rápidamente se había convertido en un amigo cercano. Lo que fuera que dijera a continuación podría arruinar todo esto en un instante. Todo cambiaría. Las cosas serían raras- más que raras. Dudaba que quisiera ver su rostro de nuevo. Sólo era un niño. Un chico de catorce años con un enamoramiento.
Obviamente ella no sentía lo mismo. Y aun así, a él le gustaba alguien que técnicamente no existía. El Andy Chase que quería no era real. Nunca había tenido la intención de que eso pasara, no pensó que llegaría a pasar esto.
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I Got a Boy
FanficSinopsis: Un par de tijeras transforman a Annabeth Chase en Andrew Chase. Ella deja su larga cola de caballo por un uniforme de la escuela privada elite, exclusiva de hombres, donde solo los mejores asisten para lograr sus sueños. Es su ultima...