Capítulo 28: Dates and Dares.

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-¿Eso es un buen "buh" o un mal "buh"?- preguntó Annabeth, con las mejillas rosas.

Percy tuvo que tomarse un momento para que los engranajes de su cerebro funcionaran. Annabeth lucía... bien. No se refería a que se veía mejor así, se veía mejor en el sentido en que tenía la espalda erguida, unq sonrisa más amplia, sus ojos más brillantes. Esta era la verdadera Annabeth, no la que se esconde debajo del uniforme de Bolt, ni siquiera la chica con peluca en el Hestia's Heart. No era ni una ni la otra, era ambas- y eso es lo que la hacia perfecta.

-Lo siento- dijo Percy, con una gran sonrisa -Es un gran "buh"-.

Annabeth sonrió, Percy podía haber sido catapultado a otra orbita y su estomago no se hubiera movido igual. Esperaba que ella no se diera cuenta lo caliente que estaba la parte de atrás de su cuello, pero ella estaba demasiado ocupada alisando la parte delantera de su vestido. El sol detrás de ella hizo que pareciera que irradiaba brillo.



-¿Quieres entrar?- preguntó, atrapando su mirada.

Percy se quedó estático. Su mente se hundía profundamente -¿Q-Qué?-.

-Al interior. ¿Al acuario?- ella levantó dos boletos y Percy tomó aire.

-Oh, sí. Para eso estamos aquí, ¿cierto?- Corrió hacia la puerta y la mantuvo abierta para que ella pasase primero. Cuando pasó frente a el, pudo captar un olor tenue a limón y se tuvo que contener para no enterrarle el rostro en el cuello. Apretó los labios y corrió tras ella.

El atrio era descomunal. El techo abovedado era como la Capilla Sixtina pero de la biología marina. Era un mural con casi todas las criaturas marinas, desde los más pequeños como camarones que brillaban en la oscuridad hasta ballenas azules que cantaban canciones que Percy podría haber jurado que podía oír. El ruido hacia eco a su alrededor- gritos de niños emocionados, zapatos sobre el suelo de mármol, la música de uno de los televisores que mostraba un adelanto del nuevo tanque de medusas. Para ser un viernes por la noche, estaba sorprendentemente lleno, especialmente por lo cerca que estaba de las fiestas.

Un asistente en la entrada principal tomó sus boletos, los rasgó y se los devolvió a Annabeth con una sonrisa. Annabeth hizo girar su dedo por uno de sus rizos, sus ojos estaban fijos en el suelo, y se apresuró hacia la exposición de tiburones.

Percy corrió tras ella y la tomó de la mano. Ella lo miro con los ojos muy abiertos, sorprendida, pero se suavizó cuando vio su sonrisa.

-¿Algo esta mal?- preguntó él, mientras seguían a la gente hacia esa sala del acuario.

-Nada. Estoy bien-.

-Eso no es tu cara de "nada"-.

Annabeth se mordió la mejilla haciendo una mueca y miró por encima de su hombro. Percy siguió su mirada, inseguro de qué o quién vería. Regreso su cabeza hacia enfrente y le apretó la mano -Sigo pensando que alguien me va a reconocer- dijo Annabeth, en voz baja.

-¿Cuáles son las posibilidades de que eso pase?-.

-No, lo sé, es poco probable. Pero no puedo evitarlo-.

-Entiendo-.

Annabeth suspiró y le llamó la atención un grupo de chicas de su misma edad que los miraban. Para Percy, perecía una mirada superficial, pero para Annabeth parecía ser mucho más. Uno de las chicas se volteó hacia las demás y dijo algo detrás de su mano.

Annabeth se sonrojó y se quejo, -Este vestido me hacer ver ridícula-.

-No lo hace-.

I Got a BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora