Capítulo 12: Lies and Consequence

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Annabeth se detuvo a centímetros del auto de Luke y se recargó en la -caliente como el infierno- puerta. La peluca bloqueaba la luz que trataba de colarse a través de sus ojos cerrados, la oscuridad la tranquilizó un poco. Contuvo la respiración, intentado procesar lo que acababa de pasar.

Estuvo cerca. Demasiado cerca. Si Percy hubiera dado un buen vistazo a su cara, definitivamente habría sido Game Over- FATALITY. Su corazón se negaba a dejar de golpear su garganta, sobre todo después de que había corrido para llegar al estacionamiento. Tragó saliva espesa y volteó cuando escuchó a Luke.

–¡Hey!– llegó tratando, un poco agitado y la preocupación grabada en su frente. –Se que te encanta tu tarea y todo pero podrías relajarte un poco–.

–Lo siento...yo, tenía que salir de ahi–.

Luke relajó el paso y se acercó a ella. Pudo oler su desodorante cuando el señaló, sobre su hombro, con el pulga hacía atrás, –Olvidamos el rollo de canela en la tienda–.

–Esta bien, ya no tengo hambre–.

–¿Mi Annie? ¿Sin hambre? Definitivamente eres alguien más– Sonrió, empujándola un poco con el codo.

Su Annie.

Sabía que estaba bromeando, pero aún así se sonrojo. El hecho de que le prestara atención, especialmente cuando tenia tantas chicas de su edad a su alrededor, la hacía sentirse especial. Una chispa de esperanza se reavivó en su vientre.

–¿Conocías a esos chicos o algo así? ¿Te molestan?–.

Annabeth se tomó un momento para averiguar si era más seguro mentir o decir la verdad. Pero Luke rompió el silencio.

–¿Algún ex novio?–.

–No– dijo ella, relajando los hombros un poco. –No es nada–.

Luke no parecía convencido, parecía como si ella tratara de evitar la situación, lo cual estaba haciendo. Decidió que era mejor dejarlo pensar lo que él quisiera. La observó cuidadosamente mientras se daba la vuelta hacia el asiento del piloto.

–Vamos–dijo él –Hora de llevarte a casa–.

Annabeth asintió y se tomó un momento para pensar. Con una respiración profunda, suspiró aire fresco y levantó los hombros. Era más fuerte que esto. Iba a estar bien.

Luke condujo por la calle, pasando por la tienda de café donde apenas alcanzó a ver a Percy y a los otros todavía dentro. Como si estuviera en una montaña rusa, su corazón dio un salto.

Luke encendió la radio mientras Annabeth se miraba las rodillas y tiraba del dobladillo de la falda. Ella había hecho una huida y Luke era su cómplice sin saberlo. Para ser honesta, todo fue demasiado rápido, como si hubiesen robado un banco.

El coche de Luke olía bien, como nuevo, recién salido de la concesionaria. Estaba limpio- toneladas más limpio que el de Percy. Ayudaba que probablemente tenía menos de dos mil kilómetros.

–Sí– le explicó cuando se dio cuenta, mientras conducía con una mano en el volante y otra apoyada en la ventana, –Papá me lo compró, como si tratara de comprar algo más. Mi respeto o algo así–.

Annabeth sonrió débilmente. Aunque a Luke le gustaba quejarse de que su padre siempre estaba lejos, no le importaba aprovechar los beneficios de esto.

–También ayuda con las chicas– añadió con un guiño, –Una en particular–.

El estómago de Annabeth se sumergió en una cubeta con hielo. Novia. –Oh– Annabeth ocultó su decepción rebuscando en su mochila prestada y sacando su teléfono.

I Got a BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora