Capítulo 24: Third Time's the Charm

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–¿Decente?–Annabeth llamó desde su lado de la puerta del baño.

–Decente– fue la respuesta amortiguada de Percy.

Ella salió del baño y se encontró a Percy recargado en su escritorio, aun sostenía su botella de Coca-Cola, el cual se enderezo cuando Annabeth apareció en pijama.

–Deberíamos tener una palabra clave, como malvavisco o algo así– dijo Annabeth. –Ya sabes, para evitar este tipo de cosas–.

Las mejillas de Percy se encendieron –No vi nada, así que no hay problema–.

–No esperaba que volvieras tan temprano–.

–El entrenador nos dejó salir para que nos llenáramos de carbohidratos–.

–¿Tienes hambre?–.

–Siempre–.

–Tampoco he comido. Creo que tenemos un poco de ramen en tu escritorio y podría ir a comprar un par de Gatorades de la maquina–.

–En realidad, eso suena increíble–.

–¿De qué color lo quieres?–.

Annabeth recordó justo después de preguntarlo, entonces dijeron al mismo tiempo. –Azul–. Ambos sonrieron y las entrañas de Annabeth desafiaron la gravedad. Se fue y cuando regresó minutos más tarde, sonó el microondas avisándoles que la cena estaba lista. El olor de la especias envasadas llenó la habitación y Percy sacó el ramen del microondas.

–Ow ow ow ow ow ow–, dijo, arrastrando los pies hacia sus escritorios. Dejó las tazas y se chupó el pulgar. –Cuidado. Están algo calientes–.

–Gracias– respondió ella. Le entregó su Gatorade y se sentaron juntos.

Él sopló el vapor de su ramen y Annabeth hizo lo mismo. Eran momentos como estos que hacia que Annabeth se arrepintiera de no compartir su secreto con Percy antes. Seguía siendo el mismo Percy, el chico con su gran sonrisa y un ingenio increíble. En todo caso, su secreto los había acercado.

Percy ya había clavado su tenedor en la comida demasiado caliente, pero la estaba devorando como si hubiera estado en una isla desierta durante una semana.

­­–No tenemos que estudiar esta noche–, dijo Annabeth, tomándose su tiempo con la comida. –Ya sabes, con las regionales y todas esas cosas mañana–.

­–No, está bien. Yo quiero–.

–¿He creado un monstruo?– pregunto ella con fingida sorpresa.

Percy sólo sonrió y sacó algunas tarjetas de su escritorio. –Tengo una examen de vocabulario la próxima semana. ¿Me ayudas a practicar?–

I Got a BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora