6.- Izuna

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El cumpleaños de Minari había finalizado, todos se habían ido a sus respectivas casas. Pasaron unos tres meses en los que Izuna, Shisui y Minari se hicieron unidos, Shisui empezó a considerar a Izuna cómo la figura paterna que no tuvo, el mayor entrenaba a los dos niños de vez en cuándo para facilitar sus aprendizajes antes de que entrarán a la academia, cosa que no faltaba mucho, quizá unos seis meses y lo dos azabaches empezaban a cumplir su sueño de ser ninjas.
Ahora mismo Izuna estaba con su sobrina y el hijo de su mejor amiga, preparando sus cosas para una misión de clase A que no hace mucho le habían encargado, junto a otros seis compañeros siendo él,  el encargado o líder del escuadrón.

- Prometo que cuándo regrese de la misión los llevaré a comer onigiris y los entrenaré - aseguró con una sonrisa a los dos infantes, que estaban en desacuerdo de que fuera a la misión, Pero ese era su trabajo cómo ninja y no podía negarse.

- Está bien, pero nos entrenarás todo el día Izuna nee-chan - avisó Shisui al mayor, provocándo que este soltara una risa por la actitud del azabache menor.

- Bien, ustedes ganan, pero ya tengo que irme - dijo dando por finalizada la discusión. Izuna se incó a la altura de los niños para despedirse.

- Cuídate Minari y no le causes muchos problemas a tu papá, ya sabes como es de impaciente - dijo repitiendo lo que siempre le decía a su sobrina cuando se iva a una misión.

- Sí tío, pero el que se debería cuidar eres tú - recalcó, pues por algo las misiones se ponían por rangos y las de clase A, S y SS son las más peligrosa.

- No te preocupes - tranquilizó a la menor y le dió un beso en la frente.

Cambio de posición para poder despedirce de Shisui.

- Bien campeón, mientras yo no esté debes cuidar a tu mamá y practicar tu puntería en movimiento para hacerte más fuerte ¿bien? - ordenó Izuna, pues él también le había tomado cariño muy rápido a Shisui. Como respuesta del infante recibió un asentimiento, se levantó y volvió a su altura normal, despeinó el cabello de los mini Uchihas y salió de la casa con rumbo al punto acordado de encuentro para su misión.

- ¿Crees que vaya a estar bien? - habló Minari preocupada por su tío.

- Sí, Izuna nee-chan es fuerte, se que va a regresar - dijo alegre y orgulloso alejando los pensamientos negativos de su amiga con su actitud.

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Akari, Madara, Shisui y Minari se encontraban en el cementerio, a los pies de una lápida.

Izuna Uchiha

El mejor Shinobi
de su generación, respetable ninja de gran valor.

"El fuego es mi aliado, aunque aveces suelo quemarme"

Era lo que estaba escrito en su lápida, su nombre, clan, un alago y la frase que solía decir a sus camaradas.

Akari, Shisui y Minari estaban hechos un mar de lágrimas, cada uno con perspectivas diferentes.
Akari perdió a su ex-compañero de equipo, su mejor amigo, la persona que la ayudo en su vida a miles de cosas, desde perfeccionar un jutsu hasta cuidar a su hijo, le dolía el hecho de saber que el murió y la dejó sola igual que su marido, el padre de Shisui.
El pequeño pelinegro, el e Izuna se encariñaron demasiado rápido, Shisui no sabía lo que era tener un padre, pero cuándo conoció al tío de Minari y supo que el tenía relación con sus padres lo consideró parte de su familia.
Minari, la pequeña azabache con hebras rojas, ella lloraba por que su tío fue muy importante para ella, por que el estaba para ella cuándo su padre estaba en misiones, reprochandole mentalmente a su tío que debió de cuidarse bien en la misión.
En cuánto a Madara, el estaba demasiado roto, sin embargo no lloraba, por que "el orgullo Uchiha " ante todo, su hermano menor, de las personas que más amaba se murió, cómo pasó con su esposa, le costaba asimilar lo que pasaba, sin embargo el se mantendría de pie por una razón, o podría decirse persona, su hija ahora era todo lo que el tenía y la iba a proteger pasara lo que pasara. Aún más sabiendo del peligro en el que se encuentra.

Los cuatro presentes destrozados, sin embargo había asuntos importantes que discutir y lo menores no podían saberlo.

- Cariño, Minari, ¿por qué no nos esperan en la banca de allá? - ordenó Akari entre sollozos, señalando una banca, los dos pelinegros obedecieron sin rechistar.

- El no debía morir - habló Shisui enojado por los recientes acontecimientos mientras se acomodaba en la banca.

- Lo sé Shisui, pero debes ser fuerte, esto es algo que pasa en el mundo Shinobi - dijo Minari un poco más tranquila mientras consolaba a Shisui.

- Pero el era muy fuerte, el no debía morir - volvió a decir enojado golpeando el sitio en dónde estaba sentado.

- Shisui,  tus ojos - murmuró sorprendido al comprender que su mejor amigo había despertado el Sharingan.

No pasó mucho para que empezará a salir sangre de sus cuencas y que la pareja de amigos se alarmara por la situación.

Shisui empezó a sentir picazon en sus ojos y a marearse un poco.

- No me siento bien Minari - avisó desgando.

- Tranquilo, vas a estar bien - dijo, Pero al ver a su amigo algo desvanecido empezó a alarmarse. - ¡Akari-San!, ¡papá!, ¡Shisui se siente mal! - gritó a los mayores algo preocupada y asustada por lo que pudiera pasarle a su mejor amigo. Los adultos no dudaron en ir a  ver le que estaba pasando al pelinegro, quién estaba al borde de la inconsciencia.

- Nari - fue lo que murmuró antes de acabar inconsciente en los brazos de la pelinegra.

☆•°•☆•°•☆•°•☆

Madara y Minari estaban entrenado en el bosque cerca de su caza.
Había pasado un par de meses desde la muerte de Izuna. La muerte cambia a la gente, a Madara le pasó algo así, desde la muerte de su esposa y hermano su comportamiento con Minari era diferente, ya ni se mostraba blando, ni cálido como solía hacerlo, ahora le mostraba a su hija el monstruo en el que se convirtió. La amenazaba, la golpeaba, la torturaba con genjutsu, la humillaba. Y aún así no lograba entender cómo es que su hija, persona de su sangre no podía despertar el Sharingan. Entonces decidió que ella debía aprender a protegerse con o sin el doujutsu, Madara movió cielo, mar y tierra con tal de que por lo menos dos de los legendarios Sannin entrenaran, Tsunade y Orochimaru.  Pues no permitiría que en el momento que presentará a su hija ante los miembros del clan la apreciaran como débil.

La vida de Shisui y Minari iba a cambiar más de lo que les gustaría.

La Princesa de los Cuervos |Shisui Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora