- Recuerda, no debes decirle nada a tú padre sobre esto o estaremos en graves problemas - avisó el tío de la pequeña Minari mientras arreglaba su cabello ocultando las hebras de color rojo que la niña portaba.- Ya entendí tío, ya puedo ir a jugar - realmente estaba ansiosa, pues cuándo llegó al parque pudo divisar a Shisui jugando entretenido en el arenero que había.
- Ve, pero cuidado con ser muy cariñosa con él por que nos vamos ¿entendiste princesa? - los celos en su voz eran realmente notorios, Minari se encogió de hombre y le dedicó una sonrisa a su tío mientras se alejaba y le dedicaba unas palabras.
- Ya te pareces a mi papá de celoso - se apresuró a llegar hasta dónde se encontraba Shisui para poder saludarlo.
- Hola Shisui - anunció su llegada con un efusivo saludo hacia el chico.
- Hola Minari - saludó de igual manera - creí que no vendrías.
- Sólo se me hizo un poco tarde - explicó - ¿cómo has estado Shisui- kun? - intentó hacer que el honorario sonará bien con él nombre de su nuevo amigo.
- ¿kun? - repitió con un pequeño color carmesí abarcando sus mejillas.
- ¿te parece bien? - cuestionó Minari refiriéndose al honorario que le puso.
- Claro Minari-chan -
- ¿chan? - esta vez ella imitó la acción de Shisui. El mencionado soltó una risa algo sonora mientras el y Minari se rascaban la nuca con nerviosismo.
- Parece que los honorificos no nos quedan bien Shisui -
- Sí creo que tienes razón, solo te diré Minari -
Una vez pasó el pequeño momento vergonzoso para los dos Uchihas volvieron a jugar con la arena del lugar.
- Oye Shisui - llamó la niña al de ojos onix.
- ¿Mandé? -
- Pareces más grande que yo, ¿cuántos años tienes? - la Uchiha no solía ser muy curiosa, pues pocas cosas llamaban su atención, pero esta vez era diferente, ese niño había capturado su atención, pues le parecía curioso su forma de ser, sobre todo la sonrisa que siempre irradia.
- Tengo cinco años, los cumplí el 19 de octubre - respondió orgulloso mientras se señalaba a si mismo con el pulgar.
- Hmp, eso es injusto yo sigo teniendo cuatro - hizo un puchero que a los ojos del azabache a su lado fué muy adorable.
- ¿Cuándo cumples años Minari? - ahora el interesado era Shisui, pues su altura delataba que era más pequeña que él, pero seguir teniendo cuatro años a diez días de que el año se acabe es algo inusual.
- Cumplo en el 23 de diciembre -
- Ya no falta mucho para eso, apenas son tres días - murmuró asombrado era la primera persona que conocía que cumplía en diciembre, aún más en los últimos días del mes.
- Oye, ¿Y si vienes a mi cumpleaños? - entonó emocionada de tan solo pensar en la idea.
- ¿Enserio? - pregunto Shisui de igual manera.
- Sí, ahora somos amigos no es así - dijo escogiendo los hombros aún con una sonrisa en el rostro.
- Me gustaría Minari, pero debes decirle a mí mamá para que me dé permiso -
- Entonces vamos, ¿dónde está ella? - Shisui se sorprendió por la persistencia de su amiga para que asistiera a su cumpleaños, aún así le dedicó una sonrisa que demostraba confianza y la tomó de la mano para llevarla con su madre.
Cosa que no pasó desapercibida por el tío de Minari, el cuál parecía querer explotar.
Los infantes se acercaban a una hermosa mujer, de estatura promedio, ojos oscuros llenos de alegría, piel blanca, una hermosa sonrisa, con un semblante que sólo expresaba amor, cariño y confianza, su cabello largo hasta la parte baja de su espalda. Con una hermosa figura, no muy delgada y un cuerpo joven que sin duda la resaltaba como Uchiha.
La mujer al ver a us hijo acercarle sonrió abiertamente para él.
- Mamá, ella es mi nueva amiga, se llama Minari - la presentó a su madre aún agarrada de la mano, la interfecta lo soltó y llevó su mano al aire para saludar de una manera más formal a la señora.
- Un gusto Minari, yo soy Akari Uchiha, la madre de Shisui - esta aceptó el saludo de la Uchiha menor, por ese simple acto le pareció una niña educada y muy simpática. Nisiquiera se conocían pero ya le caía bien.
De hecho el sentimiento era mutuo.
- El gusto es mío Akari- San, sabe me gustaría que Shisui y usted asistieran a mí cumpleaños en tres días, yo vivo en las orillas del distrito cerca del bosque al este - Minari realmente estaba decidida a que Shisui fuera a su cumpleaños y era capaz de convencer a su madre para que lo dejara ir.
Akari miró a Minari y después a Shisui, el cuál sólo le sonrió como un ruego para que lo dejara ir. Volvío a ver a Minari y colocó su mano derecha sobre la mejilla de la menor.
- Claro que sí Minari, estaremos ahí a la hora que digas - los dos niños cerraron sonrieron felices por la respuesta recibida por parte de Akari-San.
- Siempre comemos a las tres, a esa hora los esperamos Akari-San -
Retiró su mano de la mejilla de Minari y se posicionó alado de su hijo.
- Te veremos luego Minari
- miró a el pequeño Shisui - Hijo, ya se hace tarde y debemos de irnos, despidete de tú amiga - este sólo asintió y se acercó a la azabache con hebras rojas las cuáles se encontraban ocultas debajo de su cabello negro.- Te veré luego Minari, cuidate - sonrió y la abrazó, la azabache correspondió el abrazo y se despidió de él de la misma manera.
Cuándo Akari-San y Shisui estaban lo suficientemente lejos de su vista se regresó con su tío para volver a casa.
Ya estando a sólo unos cuántos metros del mayor este se abalanzó sobre ella para reclamarle.
- ¿cómo es posible que abrazaste a ese niño?, ¿Que te dije sobre ser cariñosa? ¿Quién era la señora a la que saludaste? - el pelinegro tenía sus manos sobre los pequeños hombros de su sobrina, los celos en su voz al igual que su alteración se hacía presente.
- Tranquilo, solo era su madre y respecto al abrazo sólo fué una despedida - respondió inocente.
- Tú padre me matará si se entera del abrazo -
- De eso jamás se enterara - aseguró la pequeña dejando un beso en la mejilla de su tío para comenzar a hablarlo y regresar a casa.
El mayor sólo suspiró y caminó con su sobrina de regreso.
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La Princesa de los Cuervos |Shisui Y Tú
Hayran Kurgu✨ Shisui y Minari, amigos inseparables que se conocieron desde niños. Puede que de una manera rara, Pero desde ese entonces ambos estuvieron juntos. Conocían los peores demonios del otro, sin embargo siempre estaban juntos. Por que una promesa es pa...