23.- Promesa

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Minari tocó la puerta a la oficina Hokage, sabía que ellos estarían ahí hasta muy noche.

- Pase. - se escuchó la voz del tercer Hokage.

Ambos Uchiha pasaron.

- ¿Cómo se les ocurre excluir y limitar a mi clan, obligando a todos a trabajar en la policía militar?

- Buenas noches Akemi, también es un gusto volver a verte. - habló sarcástico el albino del clan Senju.

- Akemi-Chan podemos explicarlo.

Ella estaba enojada y no los iba a escuchar en unas horas al menos.

- Todo esto debió ser idea tuya verdad Tobirama. - escupió sin respeto alguno.

- No me hables así niña.

- Lo voy a hacer cuantas veces quiera, ¿tienes idea de el resentimiento que puede causar en mi clan?

Ni Tobirama ni Minari tenían la paciencia suficiente para hablar civilizadamente. Y ambos empezaron a gritarse entre sí.

- Ya no es tú Clan, mocosa. Renunciaste a él en cuánto decidiste cambiarte el nombre, ahora solo eres una simple huérfana más de aquel clan maldito.

- Aún tengo el derecho de reclamar lo que es mío. - reclamó.

- Tú ya no tienes ningún poder sobre el Clan Uchiha. - ambos estaban a nada de empezar a pelear con tal de descargar su resentimiento hacia el otro.

- Usted tampoco, no tiene el derecho de limitarnos y excluirnos.

- Esto es por el bien de la aldea Akemi-Chan.

Dijo el tercer Hokage, quien siempre la trataba de una manera delicada, a diferencia del primer Hokage, quién la trataba con respeto, y con muchísima más diferencia al segundo Hokage quien no la trataba bien, pero era algo mutuo y ninguno de los dos se quejaba por ello.

- Desde que ocurrió el ataque del Kyubi y los aldeanos se enteraron de que ningún Uchiha salió herido o muerto empezaron a crear sus teorías y están en desacuerdo en que ellos tengan derecho alguno a trabajar en misiones importantes para la aldea. - explicó el tercer Hokage.

- El desacuerdo no esta muy marcado, y nuestra decisión fue que los Uchiha solo estén en la policía militar para demostrar que no son como los aldeanos piensan, cuando la confianza se haya restaurado, podrán volver a ocupar sus puestos con el Hokage. - atribuyó Hashirama.

- Eso es una mentira. - golpeó el escritorio con furia. - Varios de los Uchiha que estaban al servicio del Hokage murieron protegiendo a los aldeanos en el ataque del Kyubi. Los padres de Izumi Uchiha son un claro ejemplo, o varios representantes del clan.

- Nari, calmate. Le susurró su amigo el pelinegro. Logrando un poco su cometido.

- Akemi-San, debes entender que esa es nuestra intención, no tenemos nada en contra de los Uchiha. - resaltó al mejor amigo del padre de la pelinegra.

- Por esa razón, y después de notar que ustedes dos son respetados por los aldeanos, decidimos que ustedes dos sigan trabajando bajo nuestro mando.

- Gracias San-daime Sama, justo por esa razón hemos venido a hablar. - Habló después de un gran rato aquel pelinegro.

- Habla por ti Shisui, por que Akemi sólo vino a pelear conmigo.

La mencionada bufó con desagrado y rodó los ojos.

- Fugaku-San ya nos comentó con anterioridad la situación y nos propuso trabajar en la policía militar, yo acepté el trabajo.

Los tres Hokages se sorprendieron por aquel comentario.

La Princesa de los Cuervos |Shisui Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora