Mi Primer Amor©✔ Libro 1

Capítulo #1

Año 2010.

Me encuentro muy nerviosa, pero no, no por las clases, ni por estar en otro grado, ni por conocer al nuevo profesor, ni por el nuevo salón, ni por ver a mis amigas. Estoy nerviosa por él, sí, por ese niño que conocí en 4to°, por ese niño lindo de cabello negro, ese niño que me quita el sueño, ese niño, ese niño de nombre “Alexis”.

Cuando llego a la escuela me encuentto con mi amiga Daniela.

—Cecy, hola —me saluda.

—Ho-Hola, ¿y Brianda?

—Está con Alexis.

Al escuchar ese nombre mi corazón comienza a palpitar más rápido y los nervios se apoderan de todo mi cuerpo y mis palabras.

—Sé que no él no te agrada, pero a nosotras nos cae bien.

No digo nada, solo sigo caminando.

Daniela camina junto conmigo hasta el salón que nos toca. Entramos, ahí está Brianda hablando y riendo con Alex, pero Alex al verme deja de reír, desvía su mirada y se levanta.

—Brianda, Daniela —las mira—, las veo después.

A mí ni siquiera volteó a verme o algo, no me dijo nada, solo se fue a hablar con sus amigos. Que me ignore me hace sentir mal, muy mal.

Después de unos minutos de estar con mis amigas “Hablando” (entre comillas porque yo no hablo casi), entra el profesor al salón, así que me voy a sentar a mi lugar.

El profesor ya no es el mismo que nos dio clase el año pasado, este es un profesor nuevo que no conocemos. Se presenta, nos dice su nombre y algunas otras cosas. Todos en el salón hacemos lo mismo, nos presentamos diciendo nuestro nombre y lo que nos gusta hacer.

Cuando terminamos de presentarnos, el maestro nos dice que tenemos que sentarnos por orden de lista. A mi amiga Brianda y a mí nos toca en la misma fila, ya que nuestros apellidos inician con la misma letra, mientras que a Daniela le toca algo alejada de nosotras, pero Alexis no está para nada alejado, curiosamente a él le toca exactamente al lado de mí. Eso me pone nerviosa y me gusta estar al lado suyo, pero a él parece no importarle ni en lo más mínimo.

Esto sucede el primer día en 5to°, pero después de eso no cruzo ningún tipo de palabra o mirada con Alex en semanas. A pesar de que está muy cerca mío, yo soy fuerte y ya no lo veo más durante las clases, ya que no quiero que se de cuenta. Una cosa es ver a alguien de lejos y otra es verlo cuando literamente lo tienes al lado, pero en receso, en la calle y en las canchas, es otra cosa, ahí puedo verlo sin que nadie sospeche, juzgue o se burle de mí.

Un día, como de costumbre estoy con mis amigas en las canchas de la escuela mientras Alexis y otros niños de ahí juegan.

—Oye Cecy —me habla mi amiga Daniela.

—¿Mande? —contesto sin dejar de ver a Alex que está abajo jugando.

—¿Por qué te gusta estar aquí si a ti no te gusta el fútbol?

—Es divertido ver a los niños jugar.

—Aún así es raro.