Estar observando desde arriba como Alex juega fútbol, me hace recordar de todas esas veces que lo miraba jugar y sentía muchísima emoción. Esa misma emoción ha regresado. De verdad que jamás me cansaré de ver y de admirar a Alex, ya sea de lejos o de cerca, pero yo solo con verlo soy más que feliz.
Cuando el recreo está a minutos de terminar, todos los niños van subiendo, entre ellos Alex y Héctor, van juntos y hablando.
—¡Aquí viene Héctor! —dice con emoción.
Yo también estoy emocionada, pero no por el tal Héctor, sino por Alex, solo por Alex.
Héctor sigue su camino para ir al salón de clases, pero Alex no, Alex se desvía para ir conmigo.
—Iré al salón Cecy. Te veo allá. —dice Nadia para después irse.
—Hola —dice Alex.
—Hola —sonrío y le entrego su sudadera azul marino—. Ten.
La toma y me hace un gesto de amabilidad —Gracias por cuidarla—sonríe.
—No es nada —sonrío.
Caminamos juntos al salón de clases.
—Oye... —me hablo.
—¿Qué pasa? —me mira mientras seguimos caminando.
—Jugaste muy bien hoy.
—Gracias —sonríe—. Hace tiempo que no jugaba así.
—¿Y por qué ahora sí te animaste a jugar?
—Porque... hoy tuve un motivo.
—¿Cuá?
Dejamos de caminar y me mira de frente —Tú.
Me quedo en shock —¿Y-y-yo? —no puedo ni hablar.
—Sí —asiente—. Por algún motivo verte ahí viéndome jugar me da inspiración y el día que ya no te vi, dejé de jugar.
Él notaba mi presencia.
—Por eso te describí como mi mejor amiga. Eres la única que está ahí, aún cuando no te lo pido.
Me pongo nerviosa y la timidez se apodera de mí, más cuando veo como se acerca, pero solo para acomodar mi moño que tengo en la cabeza.
—Lo tienes chueco —ríe—. Pero ya, ya quedó —esta muy cerca de mí, demasiado, como nunca antes lo ha estado. Yo estoy tan nerviosa que no volteo a verlo, hasta que él mismo agarra mi barbilla haciendo que lo mirara—. ¿Por qué nunca me miras a los ojos? ¿Te pongo nerviosa?
Asentí con la cabeza.
—Pero ni que estuviera tan guapo —ríe—. De hecho uso mucho gel, ¿no?
—Sí, bastante —río.
—Ya no usaré tanto para gustarte más —alza las cejas.
Me río en voz baja y él se me queda viendo —Tenemos que ir al salón. Seguro la clase ya comenzó.
—Vamos —sonríe—. De todas maneras en el salón literalmente te tengo a lado.
Solo le sonrío. Nos metemos al salón, donde efectivamente la clase ya ha comenzado.
A partir de ahí mi amistad con Alex se hace mucho más fuerte y lo que siento por él también y cada vez crece más. Crece también una confianza muy grande entre nosotros, nos contamos muchas cosas de nuestro día, de nuestro fin de semana. Yo le he llegado a platicar sobre mi familia y él sobre la suya. De verdad somos muy buenos amigos.
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Mi Primer Amor©✔ Libro 1
Teen FictionCecy Cordero es una niña con muchos problemas en casa y personales, sufre de bullying y tiene una autoestima muy baja. De repente conoce a Alex, el niño del que vive enamorada. Alex le hará ver a Cecy lo hermosa que es y que sí vale la pena vivir.