13 de junio 2011
El cumpleaños de Alex fue ayer, pero no tuvimos clases porque era domingo. Igual fui a la papeleria con mi hermana y compré un peluche, varios dulces y una bolsa de regalo.
Entro al salón, pero aun no ha llegado Alex, así que me siento a esperarlo.
—¡Cecy! ¡Cecy! ¡Cecyyyy! —me habla Nidia, quien entra corriendo.
—¿Qué pasa, Nidia?
—Tengo qué contarte algo muy Importante.
—¿De qué se trata?
—Sobre Héctor —dice muy sonriente.
—¿Qué con él?
—Yo estaba en la tienda comprando un dulce y una botella de agua, cuando llega él y me habla —dice con mucha emoción.
—¿Y qué te dijo?
—Que si le prestaba dos pesos.
Frunzo el ceño y la veo raro —¿Y eso es bueno?
—Pues es que nunca antes me había hablado, Cecy.
—Pero Nidia, pedirte dos pesos prestados no significa nada.
—Pues no, pero al menos me habló para algo —sonríe de oreja a oreja.
—Bueno, si eso te hace feliz, está bien.
Sigue sonriendo, hasta que mira la bolsa de regalo que tengo sobre mi mesa —¿Y eso para quién es? Te recuerdo que mi cumpleaños es hasta septiembre, eh.
Rio —No es para ti, es para... —en eso veo entrar a Alexis—. Espera —me levanto, tomo la bolsa y camino hacia él, pero cuando estoy a punto de hablarle, entra Brianda y lo abraza.
—¡Feliz cumpleaños, Alex!
Alex frunce los ojos y se separa—. ¿Qué no era feo, gordo y cabeza de astronauta?
—Eso ahorita no importa, Alex, lo que importa es que hoy es tu cumpleaños.
—En realidad fue ayer, pero gracias.
—Ya no estés así conmigo, Alex, seamos amigps.
—No quiero ser amigo de una persona como tú, Brianda. Adiós —camina a su lugar, pero se topa conmigo y sonríe—. ¡Cecy! —dice con alegría.
—Feliz cumpleaños atrasado —le enseño la bolsa de regalo.
La agarra —Ay, Cecy —me abraza—. Muchas gracias —me suelta—. ¿Qué es?
—Pues abrelo.
Camina a su lugar y deja la bolsa sobre la mesa. La abre y saca el oso de peluche que le compré —¡Está bonito, Cecy! —me sonríe y vuelve a abrazarme—. En serio gracias.
—Qué cursi y qué tonto regalar un peluche —dice Brianda atrás de nosotros.
—Para mí es lindo —aclara Alexis.
—¿Te gusta que te regalen ese tipo de tonterías infantiles?
Ruedo los ojos y Alex también.
—Vete con tu envidia a otro lado y dejalos en paz, Brianda —dice Nidia, levantándose.
—Tú cállate, Nidia, a ti nadie te está hablando.
—Pero Cecy es mi amiga, no me gusta que la ofendas.
—Yo no la estoy ofendiendo. Y mejor me voy hasta que la clase comience. Verlos me da flojera.
—Ya estuvieras —dice Nidia.
Brianda da vuelta y se marcha.
—Gracias, Nidia —le sonríe.
—De nada. Ustedes sigan en lo que estaban y no le den importancia a comentarios como el de Brianda o Daniela. Voy a ver si veo a... ya dabes quien por ahí. Adiós —se va.
—Nidia sí es una buena amiga, no como ese par —dice Alex.
—Lo sé —sonrío—. Solo que ella tiene un problemita.
—¿Cuál?
—Se emociona hasta porque el niño que le gusta le pide dos peses prestados.
Se ríe —Le gusta Héctor, ¿cierto?
Frunzo el ceño —¿Cómo lo sabes?
—Bueno, es bastante obvio. Creo que hasta Héctor lo sabe.
—¿Y sabes si a él le gusta ella?
—Eso sí quién sabe. Pero bueno, yo seguiré buscando qué más me regalaste —saca los dulces, pero no todos porque son varios, solo los ve—. ¡Wow! Son muchos chocolates y paletas.
—Pensé que te gustarían.
—Claro que me gustan —saca un chocolate y lo abre—. ¿Quieres?
—No puedo comer, lo sabes.
—Cierto —asiente—. ¿Quieres una paleta entonces?
—No, gracias, Alex.
Se mete el chocolate a la boca.
—¿Y cómo te la pasaste ayer en tu cumpleaños?
—Muy bien. Mis papás me compraron un pastel y mi mamá hizo espagueti y compraron pizza.
—Suena rico.
—Lo fue —asiente.
—Pues qué bien que te la hayas pasado así de bien.
—Sí —asiente—. Me hubiera gustado mucho que estuvieras conmigo.
—Sabes que me hubiera encantado, pero no me dejan ir a otras casas.
—Sí, lo sé, a mí tampoco. Espero algún día podamos festejar juntos nuestros cumpleaños.
—Sería lindo —sonrío.
—Sí, sería muy lindo estar contigo todo el día.
Me sonrojo, pero sin quitar mi sonrisa y sin dejar de verlo a los ojos.
En eso el timbre suena, todos empiezan a entrar y detrás llega el profesor. Alex y yo nos sentamos en nuestros respectivos lugares.
El profesor nos deja un trabajo que tenemos qué resolverlo en parejas. Alex me mira y sonríe.
—Alex —voltea Brianda a verlo—, ¿te juntas conmigo?
—Me juntaré con Cecy —arrima su pupitre al mío.
Brianda, enojada, se levanta y se va con Daniela.
—Hasta cree que volverá a ser mi amiga después de lo que te hizo a ti con lo del dibujo.
—Ya no hablemos de eso, no me gusta recordarlo.
—Bueno, está bien. Solo quiero que sepas que yo siempre te voy a defender, Cecy, no importa de quien sea.
Me recargo en su hombro, abrazándolo y le sonrío.
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Mi Primer Amor©✔ Libro 1
Teen FictionCecy Cordero es una niña con muchos problemas en casa y personales, sufre de bullying y tiene una autoestima muy baja. De repente conoce a Alex, el niño del que vive enamorada. Alex le hará ver a Cecy lo hermosa que es y que sí vale la pena vivir.