Mi Primer Amor©✔ Libro 1

Capitulo #3

Mi familia está integrada por mi mamá, mi papá y mis 5 hermanos; yo soy la menor.

Mis 3 hermanas mayores ya están casadas y con hijos. La mayor se llama Arely, ella tiene 24 años, está casada y tiene una bebé. La siguiente es Verónica, de 23 años y 4 hijos, dos de ellos en el cielo. Luego está Mayra, tiene 19 años y con un niño. Javier, mi único hermano varón, él tiene 17 años y aun vive en casa, al igual que mi hermana Saudy, ella tiene 16 años. Por último estoy yo, una niña de 10 años.

La relación con mi papá no es mala, él me quiere, me consciente y siempre trata de darme todo lo mejor, a mí y a mis hermanos. El único y gran problema es que casi nunca lo veo. Como ya lo comenté, nosotros vivimos en Tijuana, Baja California, México, aquí nací y aquí crecí. Mi padre trabaja en Los Ángeles, California, ese es el motivo por el cual nunca lo veo. Él viene cada mes o cada dos meses, dependiendo de cuanto trabajo tenga. No es algo muy normal vivir así, pero desde que tengo uso de razón, así ha sido nuestra vida, por lo que se puede decir que ya me acostumbré, aunque claro, para ningún niño es fácil crecer lejos de su padre. Se ha perdido de varios momentos importantes, felices y difíciles de nuestras vidas.

Mi madre... Bueno, mi madre es asunto que casi nunca hablo con nadie, es un tema doloroso para mí. No es que ella sea mala madre o mala mujer, hace lo que puede, pero es doloroso por la razón de que no existe una relación como tal entre nosotras. A mí me criaron mis hermanas, desde que nací. Ella nunca tiene tiempo para mí, siempre que quiero hablarle me dice que no la moleste y que no tiene tiempo. Dice estar enferma, y a veces lo creo porque la veo mal, pero otras veces no porque sí tiene tiempo para otras cosas.

He llegado a sentir que, para ella, yo soy el peor error que cometió en su vida. Ella tenía 30 años cuando quedó embarazada de mí, ella no quería otro hijo porque ya tenía 5, y aunque en el fondo sé que no es mi culpa haber nacido, no puedo evitar que eso me duela.

La que me lleva a la escuela, la que va por mí, la que me cocina, la que me ayuda con mis tareas, la que sí parece más mi mamá, es Saudy, mi hermana de 16 años. A muy corta edad le dejaron responsabilidades que no le correspondían, yo soy una de ellas. Me lleva apenas 6 años, pero ella ha hecho mucho más por mí que mis propios padres. Mis otras hermanas también, pero ella mucho más. Aunque, no sé si es la adolescencia, el estrés o la preocupación de sentir que debe cuidar de mí, de la casa y hasta de nuestra madre, pero ella siempre anda de mal humor, me grita y me insulta, digo no es su culpa, pero tampoco es mía, es de nuestros padres.

En conclusión: mi vida no es para nada fácil.

Aun así trataba de ser feliz, trataba de que nadie me notara triste y nunca le decía a nadie cómo me sentía, mucho menos cómo era mi vida.

Hasta ese día, ese horrible día que lo cambió todo y me pasó lo peor que le puede pasar a una niña, a cualquiera mujer, a cualquier persona.

Mi hermana tiene un problema alimenticio, conocido como “bulimia”, ella todo lo que come lo vomita. Su problema comenzó al alrededor de los 15 años. Sufrió mucho bulliyng, tanto de la familia como en la escuela y de otras personas. Ella pesaba alrededor de 120kg y, aunque sé que no es sano pesar tanto, la gente y nuestra misma familia le hicieron creer que no era bonita y que, para serlo, tenía qué ser delgada. Le metieron y se metió tanto eso en la cabeza que comenzó a vomitar, por lo tanto comenzó a adelgazar, tanto que ahora pesa menos de 60kg.

Mi hermana volvió a vomitar, por lo que mi madre y ella están discutiendo. Mi madre cree que la bulimia se puede controlar si uno quiere, pero no le busca ayuda profesional a mi hermana ni hace nada por ayudarle, solo gritarle.

Sus gritos son tan fuertes que se escuchan hasta mi habitación. Me ponen tan nerviosa y tan desesperada; no me gustan cuando gritan.

Mi hermana grita que baje para irnos a la escuela. Tomo mi mochila y bajo a la sala. Los ojos de Saudy están llorosos y me habla de mala manera.