Capitulo #31

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Cuando llego al salón clases, me parece extraño no ver a Alex ni a su mochila ahí en su lugar, pero no le tomo importancia porque pienso que va a llegar más adelante.

Voy a la tienda, hago mi apartado de comida y luego regreso al aula. Alex aún no llega. Me siento en mi lugar a esperarlo, ya que siempre llega temprano.

Lo espero y lo espero por varios minutos más, pero aun no llega.

Que extraño.

Suena el timbre. Los compañeros y el profesor entran, pero Alex no.

Pongo cara de tristeza, ya que me pienso que no asistirá.

—Buenos días, niños —saluda el maestro—. Por favor, tomen su asiento —me mira—. Cecy, ¿dónde está Alexis?

—No lo sé, profe.

—¿Quién se llevó al huevo de ustedes ayer?

—Alex.

—¿Segura?

—Sí.

Alguien toca la puerta, es Alex —¿Puedo pasar, profe?

—¿Por qué tan tarde, Alexis?

—Es que... —hace una pausa—. Se me hizo tarde.

Todos se ríen.

—Sí, eso es evidente, pero te estoy preguntando el por qué.

—Estaba buscando algo en mi casa.

—¿Y lo encontraste?

—No.

—Pasa Alexis.

Alex entra y se sienta en su lugar.

—Dime, Alex, ¿por qué no traes al huevo? ¿No les dije que tenían que traerlo todos los días hasta que el proyecto terminara?

—Sí, pero es que no lo encontré.

—Ah, ¿no lo encontraste? ¿Eso era lo que buscabas?

Alex asiente.

—Niños —nos habla a todos—, desde antes de que comenzara este proyecto, les dije lo que debían y no debían de hacer. Una de las cosas que les dije claramente que no debían hacer, era dejar a su huevo en donde sea. Este trabajo tiene como objetivo enseñarles a ser responsables a la hora de tener un bebé. Diganme, ¿ustedes dejarían a un bebé abandonado en un salón de clases?

Todos decimos que no.

—Entonces, Alex —lo mira—, dime... —saca algo de su repisa; la cuna de Alex y mía.

Me quedo sorprendida.

—La cuna que no encontrabas, ¿se parece a esta?

No puedo ver la expresión de Alex, ya que está hasta enfrente y yo atrás, pero me imagino que está nervioso y apenado.

—Cecy, ¿este es su trabajo? —me pregunta.

—Sí, profe.

—Como sabrán, yo doy clases en este mismo salón en el turno matutino, y los niños encontraron esta cuna justo aquí —apunta la mesa de Alex—. ¿Alguna explicación? —le pregunta a Alex, pero él no responde—. No te preocupes, Cecy, esto no te perjudicará a ti —vuelve a ver a Alex—. Pero tú, Alexis, espero que el huevo no se les caiga a ninguno, porque la calificación máxima que puedes alcanzar es un 9 —le da a Alex la cuna—. Y esto es para todos, niños. Si olvidan al huevo, ya sea aquí, en su casa o en cualquier otra parte, se les bajará un punto, ¿quedó claro?

Todos volvemos  decir que sí.

—Ahora saquen su libro de ciencias.

No puedo describir exactamente cómo me sentí. Por un lado estoy decepcionada, ya que pensé que Alex es un niño muy responsable, pero por otro lado me siento bien porque no le pasó nada al huevo. Nadie se lo llevó, no se cayó, no se rompió, ni nada más. Aunque sí, eso no me quita lo poco molesta que estoy con él.

Mi Primer Amor©✔ Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora