Capítulo #36

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Año 2012

Las navidades en mi familia siempre son divertidas. Mi papá hace tamales, nos reunimos todos y hacemos juegos. Este año no fue la excepción. De regalo de navidad recibí ropa y una muñeca barbie. No me gustan las muñecas ya, pero mi papá aun me trata como una niña aun, lo que me gusta.

En año nuevo mi papá hizo pozole. Sí, mi papá cocina muy bien y de todo. Estuvimos todos mis hermanos, mis sobrinos, mis padres y la pasamos genial todos en familia.

En mi familia no se festeja el día de “Los Reyes Magos”, solo comemos rosca y a quien le salga mono compera para la comida del 2 de febrero, pero jamás recibí ni recibo regalo ese día.

Después de las vacaciones de diciembre regreso a la escuela exactamente el 9 de enero. Al entrar al salón de clases, no veo a Alex ni su mochila en el mesa banco, lo que no me parece extraño porque aun no es tarde. Me siento en mi mesa banco a dibujar algo.

Los minutos pasan y pasan y Alex aún no llega, lo que ya comienza a preocuparme porque ya todos están entrando. De repente toca el timbre; Alex no llega aún. Entra el profesor y nos da los buenos días.

El profesor está pasando lista, me nombra a mí y digo “presente”, pero mi mirada está enfocada en la puerta, esperando que en cualquier momento entre Alexis.

—Alexis Garcia —dice el maestro, pero lógicamente nadie responde porque Alexis no está—. ¿No vino Alexis?

Nadie le responde.

—Héctor, Cecy, ¿han visto a Alexis? —nos pregunta.

—No, profe —respondemos los dos.

—Bueno, entonces tiene falta —anota la falta en la lista.

Justo en ese momento llega Alexis.

—Alexis, ¿por qué tan tarde? —le pregunta el maestro.

No sé por qué, pero Alexis no se ve bien; tiene los ojos hinchados, se ve triste y parece que estuvo llorando. Verlo así me preocupa mucho más.

—Lo siento, profe, tuve un problema —responde sin ganas.

—Bueno, pasa, pero ya tienes falta.

Eso parece no preocuparle a Alexis, solo entra sin ver a nadie y se sienta en su lugar. El profesor sigue pasando lista. Desde mi lugar veo a Alexis, pero él ni siquiera voltea a verme. Durante el transcurso de las clases es igual, todo es aburrido, solo hacemos los trabajos que nos deja nuestro maestro.

Al fin suena el timbre para salir a recreo. Recojo mis cosas, las guardo y camino a donde Alexis. Él sigue sentado con las manos en la mesa y mirando a la nada.

—Alex... —me acerco—, ¿estás bien?

Alza su mirada y me mira, pero no como antes, ahora parece triste, como jamás lo había mirado.

—Sí, ¿por qué?

—Te noto raro.

—No, bonita, estoy bien —trata de sonreír, pero no le sale natural.

—Bueno, ¿entonces vamos a comer?

—No tengo hambre.

—¿No quieres ni un helado?

—No quiero nada, bonita, en serio.

—Bueno, entonces hay que salir a caminar por ahí, ¿quieres?

—Cecy, no lo tomes a mal, pero neta no tengo ganas de hacer nada.

Eso ya me parece más extraño.

—¿Seguro que no te pasa nada?

—Cecy, yo, yo te quiero mucho, pero poe ahora solo quiero estar solo, ¿me podrías dejar solo?

Mi Primer Amor©✔ Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora