Capitulo #15

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Los días pasan, las semanas pasan y los niños en la escuela no dejan de burlarse de mí por un asunto que no puedo ontrolar. Me hacen sentir mal y me hacen llorar con sus apodos, sus burlas y los murmullos que hacen cuando paso. Decido llevar sudaderas holgadas para que no se note tanto la razón de sus burlas, pero no funciona, me siguen criticando.

De verdad ya no sé qué más hacer para que no se rían de mí ni me digan cosas por algo de lo que yo ni siquiera tengo culpa. Es mas, ni siquiera entiendo bien por qué me pasa esto.

Nidia conoció a una niña llamada Karla (a quien por cierto le caigo mal y no sé por qué), por esto Nidia ha dejado de hablarme, por estar todo el tiempo con ella.

El único que me entiende y que está conmigo en todo momento, que me da su apoyo y que me abraza cuando tengo ganas de llorar, es Alex, él hasta me defiende de quienes me molestan. De verdad Alex es un buen amigo conmigo y una excelente persona.

En 5to odiaba mi cuerpo por lo que me había pasado, pero en estos momentos lo estoy odiando mucho más. Odio mi cuerpo, odio mi cara, odio mi cabello, odio mi voz, me odio a mí misma. Pienso que por culpa de mi cuerpo todos me molestan, me insultan, me humillan, me rechazan, me ponen sobre nombres, me acosan y me pasó lo que me pasó en manos de esos hombres. Es tanto el odio, el rechazo y el asco que siento por mí misma y por mi propio cuerpo que comienzo a hacerme daño físico. Me corto, me pego, me rasguño hasta sacarme sangre y dejo de comer bien para evitar que mi cuerpo siga desarrollándose.

Es un día caluroso y muy soleado cuando el profesor de educación física nos hace correr por toda la canche. Siempre he sido de no sudar mucho y no tener casi calor, pero ese día era imposible no sudar y no sentir calor.

—¡Cecy, ven! —me grita el profesor y yo voy con él.

—¿Si? —pregunto agitada porque estaba corriendo por la cancha.

—¿Por qué no te quitas tu sudadera? Hace mucho calor.

—Es que yo no siento calor.

—Tu cara roja y el sudor que corre por ella dicen lo contrario, ¿por qué no te la quitas?

Miro al suelo —Es que no quiero.

—Cecy, o te la quitas o no podrás participar en la actividad, pero te recuerdo que si no participas tendré que bajarte puntos.

—No sea así, profe —lo miro—. Yo he visto que muchos que hacen ejercicio usan sudaderas.

—Son sudaderas especiales para hacer deporte, pero la tuya es para el frío, Cecy.

—Pero es que...

—Quitatela o no participas —dice serio.

—Entonces no participo —me voy corriendo sin decirle nada ni esperar algo de su parte.

Llego a los baños de niñas, en donde no hay nadie. Bajo el cierre de mi sudadera y me la quito. Mientras estoy lavándome la cara, escucho una voz detrás de mí.

—¿Cecy?

Volteo al espejo y veo a Brianda parada atrás mío.

—¿E-eso que tienes son cortadas? —pregunta sorprendida.

Rápidamente vuelo a ponerme la sudadera y volteo a verla.

—¿Te las hiciste tú? ¿Te cortas?

No sé qué responder, mejor bajo la mirada.

—Cecy, ¿por qué haces eso? ¿Por qué te haces daño de esa forma?

—Porque me odio, por eso —respondo sin verla.

Mi Primer Amor©✔ Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora