Mi Primer Amor©✔ Libro 1

Capítulo #39

12 de Junio 2012

El fin de semana estuve buscando el regalo perfecta para Alexis; y lo encontré. Es un peluche, es lindo y algo gracioso, pero estoy segura que a Alexis le gustará. Lo llevo en una bolsa pequeña de regalo con el dibujo de un pastel, velas y globos.

Alex está de espaldas, justo enfrente del salón mientras come algo, creo que es un dulce. Llego por detrás de él y le cubro los ojos con mis manos.

—Adivina quién es —le digo en el oído, pero fingiendo la voz por una más grave.

—Mmm... ¿Daniela?

Me molesto al escuchar eso, así que lo empujo y me cruzo de brazos. Él voltea a verme y se ríe.

—¿Cómo que Daniela, Alexis? —digo de brazos cruzados, enojada.

Se sigue riendo.

—Era broma, bonita, sabía que eras tú, reconozco tus manos, tu aroma y la voz que no te salió tan fingida —dice riendo.

—Mmmm... —sigo al molesta, pero me descruzo de brazos—. ¿Me juras que no pensabas que era Daniela?

—Te juro, amor —me toma de las manos—. Solo era una broma.

—No me gustan tus bromas feas —frunzo los ojos.

Se ríe otra vez.

—Bueno ya, no lo vuelvo a hacer.

Poco a poco sonrío y luego lo abrazo.

—¡Feliz cumpleaños, bebé! —digo más alegre.

—¿Eres bipolar o qué? —pregunta riendo mientras me abraza igual—. Gracias, bonita —me suelta y besa mi mejilla.

—No soy bipolar, solo te quiero mucho, por eso me haces enojar y luego me contento, porque te quiero.

Sonríe y acaricia mi mejilla.

—Yo también te quiero, preciosa.

—Este es tu regalo —le doy la bolsa.

—Ay, gracias —sonríe—. ¿Qué es?

—Pues abrelo y lo sabrás.

Abre la bolsa.

—Ay, está chistosa la rana —se ríe mientras lo saca de la bolsa.

—No es una rana, es un sapo.

—Ah —se ríe—. Igual está chistoso y bonito. Gracias, bonita —me da un corto abrazo.

—¿Sabes por qué te regalo un sapo?

—¿Por qué?

—Por tu cara de sapo.

Se ríe fuerte.

—Ah, ¿crees que tengo cara de sapo? —se hace el ofendido.

—Poquito nomás —río.

—Mmmm... —se acerca.

—Pero... —me acerco también y pongo mis brazos sobre sus hombros—, un sapo muy guapo.

Sonríe y me toma de la cintura.

—Te quiero, bonita.

—Y yo a ti, cara de sapo.

Se ríe otra vez. Me toma de la barbilla y me quiere besar, pero somos interrumpidos por Brianda.

—¡¡Alex!! —lo abraza, separándolo de mí—. ¡Feliz cumpleaños, cabeza de astronauta! —dice sonriendo.

Alex se aleja.

—Gracias, Brianda —dice amable.

—No traje nada para regalarte, pero sabes que te deseó un muy feliz cumpleaños.