Capítulo 5

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Aclaraciones
Los personajes de Naruto no me pertenecen ya que son propiedad de Masashi Kishimoto, a excepción de la protagonista y algún que otro personaje que yo haga.

Diálogos
Personajes hablando: —¿Como estas?
Personaje pensando: —Espero que se encuentre bien.
Bijuus hablando: —Humanos torpes.
Personaje hablando con su Bijuu o con otra persona mentalmente: —Que fastidio.
Bijuu pensando: —No puede saberlo.

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—¡Suéltame! ¡Me duele!— Ante esos gritos Aiko comenzó a correr en dirección del lugar de donde provenían, le era sospechoso que hubieran esa clase de problemas en la aldea, pero luego de haberse ido por 9 años cualquier cosa podría haber cambiado mucho.

—¡Oye! ¡Suéltalo ahora mismo!— Ella se detuvo sobre el techo de una casa mientras veía a un chico con la cara pintada sujetar a un niño por la bufanda.

Uhm... no tiene respeto por otras personas... y por la banda en su cabeza puedo saber que es de Suna...— Buscó en su porta armas una shuriken para así lanzarla en dirección del de la cara pintada logrando cortar un poco su mejilla. —Oye... suelta al niño ahora...

—¿Y tú quién te crees que eres?— Dio un salto para así caer frente al chico quitando rápidamente al niño de sus manos y así colocarlo detrás de ella. —¡Tú...!

—Cierra la boca a menos que busques problemas serios niño...— Se enderezó viendo fijamente al chico mientras liberaba un poco de su instinto asesino para hacer retroceder unos paso al chico. —Eres de Suna, deberías comportarte cuando estás en una aldea que no es la tuya...

—Y tú no deberías meterte en lo que no te concierne... ¿Eres una ninja de esta aldea? Entonces voy a acabar contigo rápido antes de que llegue él.— El desconocido frunció el ceño mientras sujetaba la venda blanca de su hombro y tiraba de esta para intentar quitarse lo que tuviera en la espalda.

¿Una marioneta? En ese caso debo ser cuidadosa con este sujeto si también sabe usar hilos de chakra...— Aiko sujetó por debajo de su capa el mango de su kusarigama dispuesta a sacarla si es necesario. —Intenta usar a tu marioneta y voy a matarte...

—Veamos quién muere primero...— Una piedra le dio en la mano causando que soltará la tela y girara su cabeza hacia la izquierda. —Genial... otro niñato patético...— La albina giró cabeza viendo a un azabache sentado sobre la rama de un árbol mientras tenía una piedra en mano.

—Ustedes, los extranjeros... pierdanse.

—¡Hey, basura! ¡Baja de ahí! Odio a los presumidos como tú...— El chico de la cara pintada quitó de su espalda totalmente al títere por lo que Aiko se colocó detrás suyo sacando una de las cuchillas de su kusarigama y colocándola en su cuello mientras sujetaba su mano izquierda detrás de su espalda.

—Muévete y te cortaré el cuello sin dudarlo...— Su voz se volvió fría al igual que su mirada.

—¿Cuándo fue que tú...?— Ella giró su cabeza nuevamente hacia el árbol al sentir una presencia nueva y de cierta manera familiar.

—Sal de tu escondite... ya sé que estás aquí...

—Estoy sorprendido de que supieras que estoy aquí...— Un chico pelirrojo apareció de cabeza en una rama del mismo árbol que el azabache. —Kankuro, deja de hacer tantos problemas... ¿Acaso ya has olvidado la razón por la que vinimos? Averguenzas a nuestra aldea.

La Hija de JiraiyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora