𝙋𝙖𝙧𝙩𝙚 26

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POV GULF




Se supone que debería estar guardando mis cosas en la habitación que sería mía por el resto del año, pero mi cabeza se perdía al momento de mirar el color marrón claro que tenía la pared. Haciéndome recordar al mismo color que era el cuarto de Mew.

Había pasado un día, ninguna llamada, o mensaje de su parte. Buscaba un destello de esperanza en mí, esperando que una paloma mensajera apareciera en mi ventana junto a una nota de lo siento, pero a diablo, estaba siendo muy dramático con la situación o al menos eso quería pensar para poder evitar caer en algún pozo de tristeza.

Pase mi mano por mi cabello en signo de cansancio, la habitación era un poco pequeña, pero no me desagradaba; una cama de una plaza junto a una mesita de luz y un placar mediado a metros de la cama. Era más que suficiente para mí y tampoco podía quejarme. Cuando recuerdo que fui echado de la que sería mi casa, un gusto amargo me llegaba a la boca.

Al terminar de dejar un par de libros en los estantes cuadros que se colgaban encima de mi cama, tome mi celular que reposaba en el bolsillo de mi campera. Mire por encima esperando alguna notificación de mensaje de Mew, pero como era de esperarse, no había nada. Revise el chat una y otra vez, esperando que en algún momento marcaría que había visto los mensajes que yo le había dejado, pero siempre era la misma desilusión.

“¿Estás?”

Te extraño mucho..”

“¿Estás enojado?”

“Te estuve esperando el día que me fuí..”

“¿Mew?”

El último mensaje fue escrito por mí hace una horas, no tenía visto, no tenía nada, parecía que le hablaba a un chat vacío.

Mordí mi labio y sentí mis ojos arder un poco, la rabia me consumió. Era un idiota, un completo idiota, si tanto le importó como me había dicho. ¿Por qué no llamaba? ¿Por qué no dejaba una señal de algo?

Me senté en la orilla de mi cama, en mis manos aún en mi celular. No me había dado cuenta de que uno que otra lágrima caía por mi mejilla. El día que me fui, estuve esperando que llegara desde el momento que desperté.

Parecía un perro esperando que su dueño pasará por la puerta para poder recibirlo. Pasaron un par de horas, y cuando mi padre llegó a la casa; toda esperanza de que Mew vendría a mí rescaté, se fue a la basura.

Por suerte mi madre me ignoro la mayor parte del tiempo hasta que mi fui, y mi padre no cruzó una que otra palabra conmigo, tampoco me importaba hablar sobre el tema con él. No sabría que decirme, lo conozco.

Suspire.

De verdad me sentía horrible.

— ¿Hijo?

Tim kanawut estaba parado en la puerta del cuarto. Muchas personas decían que yo era la viva imagen de mi padre, pero no podía entender el porqué. Teníamos el mismo cabello negro y revuelto, nuestros ojos marrones eran casi idénticos. A pensar de su edad no tenía ninguna mancha en la cara, o acné, a comparación mía. Era alto y tenía la suerte de parecer en forma aún sin hacer nada de ejercicio o dieta, su cabello siempre estaba arreglado, y tenía un don para siempre hablar con elegancia. Yo era todo lo contrario. Mi padre parecía sacado de un show de talentos de Tailandia, y yo sacando de una comercial barato.

— ¿Estás bien?

Se supone que tenía que decir que si, pero solamente asentí. Cómo dije anteriormente, no había hablado mucho con él, no sabía qué esperar de esto.

INTOLERANTE » mewgulf.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora