𝙋𝙖𝙧𝙩𝙚 8

2.3K 311 11
                                    

La risa fuerte de Mew chocaba por las paredes del comedor hasta estar sobre mis odios, rebotando por mi cabeza una y otra vez. Una risa suave y calidad, parecía una melodía vieja de aquellas que te relajaban.

El estaba apoyado en la pared del patio de atrás de la casa, con las manos metidas en sus pantalones color gris. Llevaba su abrigo puesto y desabrochado, dejando a la vista su cuello. Había dejado de saber hace tiempo que hora era, y no contaba los minutos que pasaban, había perdido todo saber sobre lo que pasaba a mi alrededor.

La sonrisa amplia de Mew me hizo sentir un cosquilleo en el estómago, me perdí en el momento justo que sentí que el tiempo se había detenido.

Quizás sería bueno recordar cómo llegamos a esta situación.


Unos minutos antes.


- ¿Es normal tener a una pareja comiéndose en nuestro sofá como si eso dependiera su vida?

La voz de Mew había hecho eco en la cocina, quitando todo silencio que apareció desde el momento que pude verlo. Seguíamos en el mismo posición, ni él, ni yo nos movimos de nuestro lugar, estando uno al frente del otro. Tarde un poco en recapacitar sus palabras, buscando una manera de la cual responder sin mostrar algún signo de mi nerviosismo.

Volví a prestarle atención a lo que había dicho, cayendo un poco más en la realidad.

- ¿Comiéndose? - Repetir, levantando mi ceja derecha un poco.

Mew se rio. - Tus amigos están en plena acción en el comedor.

Abrí mis ojos rápidamente, había olvidado por completo que Pak y Mild se encontraba en la otra habitación. Con solo pensar en lo que estaba haciendo, un golpe de vergüenza acompañado de un sonrojo se hizo presente en mi rostro.

Lleve mi mano derecha mi rostro, pasando mis dedos por mi cabello.

- ¿Viste algo?

- Define ver..- Respondió, su tono era divertido y eso de alguna manera me hacía sentir menos incómodo. - Solo vi los besos intensos, creo que llegue a tiempo a la cocina antes de presenciar una película porno en nuestra sala.

No pude evitar reír ante el último comentario. Sabía que viniendo de Off y Gun nada era imposible.

- Tú porqué no lo presenciaste en vivo y en directo.- Casi sin darme cuenta mi voz estaba del mismo tono divertido con el cual Mew había estado usando conmigo.- Créeme, te trauman.

Los ojos y boca de Mew se abrieron un poco y sus cejas se levantaron solo unos momentos. - ¿Son así todo el tiempo?

- Si contamos las veces en la que cancelaron planes solo por estar en plena acción, entonces sí, son así la mayor parte del tiempo. - Replique, levantando mis hombros un poco mientras que por mi mente llegaron recuerdos fugaces de las veces que había pasado algo parecido a eso. Mew me seguía mirando con la misma expresión de antes, seguramente la situación le causaba tanta gracia como a mí.

- ¿Tú crees que bueno..?- Hizo una pausa, yo lo mire fijamente con curiosidad. - ¿No le dolerá el trasero de tanto hacerlo?

Toda la habitación se inundó con el eco de mi carcajada, un repetitivo ataque de risa me agarro de manera seguida después de escucharlo.

- Pienso lo mismo.- Respondí de manera entrecortada, tratando de recuperar mi voz.

Mew me sonrió, aquella sonrisa tranquila me hizo recordar las razones por el cual no quería verlo. Quizás y solo quizás podía ignorar tema, para así zafar del momento incómodo que tendríamos que pasar si hablamos del ocurrido. Me gusto la atmósfera que se había creado minutos después de que nos encontrábamos, me hizo olvidar las cosas anteriores, me hizo sentir más tranquilo y menos angustiado.

Solo pedía a los dioses que Mew no quiera hablar tampoco, de otra manera no me quedará otra que ceder.

- Oye, Gulf..

Ay, no.

Su voz sonó un poco callada, su tono bajo y parecía que estuviera susurrando.

-¿Uh? - Respondí, sentía un poco de nervios por saber que es lo que pasaría de ahora en adelante. Mew bajo su mirada, y como si fuera un niño pequeño llevó su mano a su cuello, masajeando su nuca, no sabía de qué manera descifrar ese gesto de él.

- Lo siento. - Hablo. Esas palabras me tomaron con sorpresa, golpeándome como si fuera una pared dura y fría. Mew prosiguió.- Lo de la otra vez fue mi culpa, tú tenías razón en enojarte. El chico que viste ese día no era un amante mío, es mi amigo y no lo viste el día de la boda por que estaba de viaje. No quiero que pienses que traería a cualquiera a la casa...

No sé por que al escuchar la explicación pude sentir un pequeño alivio recorrer mi cuerpo. Quise responder, o al menos lo intenté, pero Mew siguió hablando evitando que las palabras salgan de mi boca.

- Y sobre lo que dije de tu padre, perdón. No tengo opinión sobre eso y tampoco me incumbe, no tendría que haber hechos esos comentarios y estas en todo tu derecho de querer patearme el trasero.

Desvié mi mirada hacia mi hombro, tratando de ocultar mi rostro un poco mientras pensaba en cómo responder aquello que me había dicho. Había pasado las últimas horas pensando en una disculpar de mi parte, no esperaba que él tomara todo el crédito sobre la discusión.

- Lo siento también. No fui muy cortés, por así decirlo, desde que llegaste a la casa. -Hice un silencio pequeño. Me costaba admitir mis errores, lo acepto. Se me estaba haciendo difícil decirle estas palabras a Mew, aun cuando llevamos la mayor parte del tiempo peleando. - Lo siento por causar males de cabeza.

Volví mi mirada al frente, encontrándome con la mirada fija de Mew. No vi molestia en él, tampoco enojo, estaba tranquilo y eso de algún modo me hizo sentir tranquilo a mi también.

- ¿Hacemos una tregua? - Replicó, dándome una sonrisa amplia. Ya no estaba apoyado en la pared, ahora se mantenía parado a metros de mí.

- Es una tregua. - Estire mi mano derecha, dando unos pasos hacia delante. Mew me miró con curiosidad, pero su expresión cambió al captar lo que yo estaba intentando hacer. Darle la mano.

Acto seguido se acercó a mí, dándome una vista completa de él y sentí su mano contra la mía, estaban juntas. Aquello me hizo sentir un coche eléctrico que recorrió por mi espalda, mi confusión creció al no poder explicar la razón de tal reacción de mi cuerpo ante su cercanía.

Aun tenía su mirada de Mew sobre mí, estábamos en pleno silencio los dos, y por primera vez desde que lo conozco pude sentir que no era un silencio incómodo, era todo lo contrario.



INTOLERANTE » mewgulf.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora