POV GULFDeje caer mi cuerpo sobre la cama, no tenía fuerzas y sentía que en cualquier momento me desmayaría. Cerré los ojos intentando calmar mi respiración, mi pecho subía y bajaba rápidamente.
La mano de Mew se deslizó por mi espalda acariciándola por completo y lentamente se fue aferrando a mi cuerpo, podía sentir su respiración caliente sobre mi cuello. Tomo mi cintura para así abrazarme a él y termino por recostarse a mi lado.
Sentí sus labios húmedos sobre mi espalda baja, subiendo hasta mis hombros. La relajación llegó a mi cuerpo al instante, era lo que necesitaba después de una larga noche de movimientos desenfrenados.
Mew era mi hogar ante el disturbio que había en mi vida en estos días.
•
Y así llego la mañana del sábado, debo decir que no había hablado con Win sobre lo sucedido la noche del jueves. Había decido darle su espacio, no era muy conveniente estarle detrás, hablándole sobre el hombre desconocido o si su estado de ánimo estaba bajo o alto. Después de todo, era una superación que él solo tendría que hacer, yo no podía tomar su lugar, esa es una de las cosas que tiene que lograr por su propia voluntad.
Sentí un leve cosquilleo en la garganta, provocándome que tosiera un poco. El eco de aquello se escuchó por todo el comedor, dándome una sensación de soledad, aun sabiendo perfectamente que no me encontraba solo. Mew aún estaba arriba, durmiendo plácidamente en mi cama luego de haberse dado una pasada en la madrugada. Yo me había despertado a causa de los rayos de sol que sobresalían de la ventana y los brazos de Mew aún me sostenían firmemente a su cuerpo; se me había hecho casi imposible salir de la cama sin despertarlo, al final pude lograrlo con movimientos lentos y mi almohada que funcionaba como doble mío.
Baje con la esperanza de que ya estuviera mi madre en el comedor, pero la desilusión fue grande al ver que tampoco se encontraba en la casa. Siendo sincero, no podía ignorar la pequeña molestia que me causaban sus actos, su irresponsabilidad y su poca empatía hacia sus hijos. La molestia se convertía en enojo y el enojo eran solo sentimientos escondidos detrás del dolor, pero estaba acostumbrado a las decepciones matutinas de mi madre. Siempre pensé que a Win no lo haría sentir de la misma manera, pero ya lo estaba haciendo, se estaba olvidando que tenía un hijo el cual no sabe nada sobre la vida, que espera la oportunidad de salir al mundo, pero no tiene a una madre que lo sostenga cuando aquel mundo qué él considera real se caiga ante sus ojos.
Trague en seco, aguantándome toda las ganas que tenía de llorar. No podía darme el lujo de ponerme sentimental en estas situaciones. Gracias a Dios el sonido de la puerta detuvo toda lágrima que estaba por deslizarse en mi mejilla, llevándose toda mi atención en dirección contraria a mí.
No conté los segundos, tampoco espere con entusiasmo a que la figura de mi madre pase por el lumbral de la puerta principal. Tampoco sentí algo de afecto cuando tuve su mirada sobre mí, deduje que se encontraba trasnochada a causa de las notorias ojeras que estaban escondidas bajo todo el maquillaje corrido en su rostro. Su cabello castaño caía sobre sus hombros, pero estaba alborotado y parecía que había perdido su brillo.
¿Gracioso, no? Se supone que yo era el hijo adolescente que llegaba a la madrugada a su casa luego de una noche alocada, pero en mi vida ese lugar estaba ocupada por la mujer que se hacía llamar mi madre.
— Buenos días. — Replico caminado hacia la cocina, golpeando la cerámica con la punta de sus tacos.
— Buenos días, mama. — Me encogí de hombros. No paso mucho hasta que mi madre volvió a hacer presencia en el comedor, pero esta vez junto a una copa en sus dedos. No pude ocultar mi indignación al prestarle atención, era vino. — ¿Planeas seguir bebiendo?
— Es solo una copa.
Suspire cansado y asentí un poco molesto. — ¿Qué pasa si baja Win y te ve en este estado?
Mi madre dejó la copa en la mesa, haciendo un pequeño sonio al chocar el vidrio con la madera y con eso supe que la había ofendido con un comentario tan sencillo, no le gustaba que le digan la realidad de las cosas.
— ¿Qué quieres decir?
— Sabes a lo que me refiero, mama. — Solté un largo suspiro, inclinándome sobre la mesa para poder levantarme. Sería mejor que me fuera antes de provocar una pelea.
¿Acaso no tiene un esposo al cual molestar? O mejor dicho, ¿No tiene un esposo que le diga cuando parar? Supongo que las relaciones adultas son más complicadas de entender de lo que podía a imaginar.
— ¿Dónde vas? — Su voz sonó a la defensiva, pero aun así no la volví a mirar.— Estamos hablando.
Aclare mi garganta, al mismo tiempo que me ponía de pie. Puse mis manos sobre la superficie de la mesa e incliné mi cuerpo hacia delante, volviendo a fijar mi mirada en ella; sus ojos estaban puestos en mí y pareciera que en cualquier momento soltaría la bomba que haría explotar mi paciencia.
— No estamos hablando. Yo solo bajé a desayunar, pero lo único sabor que tengo en mi boca es el de tu aliento a vino.
Su cuerpo se tensó ante mis palabras, tomando otro trago para así terminar de vaciar todo el contenido de la copa al instante. Normalmente nuestras discusiones no pasaban de cuatro palabras, pero esta vez era diferente, no iba a guardar mis pensamientos y seguramente mi madre no estaría dispuesta a aceptar lo que salga de mi boca.
— ¡No me faltes el respeto, no olvides que soy tu madre!
Choque mis palmas con la mesa, provocando que retumbe por el golpe.— ¡¿Crees que tienes el privilegio de llamarte madre?!
El sónico del cristal estrellándose contra el suelo fue lo que hizo que templara por unos segundos, los pedazos de la copa se esparcieron por el comedor en el momento que mi madre la lanzo. Apreté mis dientes, tratando de reprimir cualquier emoción débil que quiera salir.
— ¡Eres un malcriado y malagradecido!
— ¡Y tú una mala madre!
Camine lejos de la mesa, en dirección contraría a mi madre.
— ¡Si tanto piensas eso, vete con tu padre!
— ¡Lo haría si alguien me dejará! — Grite enojado.
— ¡Entonces vete!
— ¡Eso haré! — Camine lejos del comedor lo más rápido posible, tratando de ignorar por completo las palabras qué decía detrás de mí; pronunciando una y otra vez la misma frase que de que era un mal hijo.
Cerré mis puños con fuerza, avancé hacia la escalera con la intención de subir a mi habitación, pero los ojos curiosos de Win me esperaban en el medio.
Mierda.
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HOLAAA, HAGO APARICIÓN DESPUÉS DE UNA SEMANA JSJSJ
¿Cómo están? Espero que bien.
¿Vieron el final de Tharntype 2?😭😭😭Hoy es el primer viernes sin episodio, soy lágrimas.
En fin, solo quedan un par de capítulos, disfruten lo que queda jajaj
xoxoxo
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INTOLERANTE » mewgulf.
Roman d'amourNo sé cómo llegamos a esto, capaz fue la mezcla de alcohol y dulce en las venas que nos hizo perder la cabeza, capaz fue el intento de huir de la desagradable noche que estábamos pasando, no lo sé, pero el deseo y el desenfreno estaba más que presen...