POV GULF
- ¡Dios santo, Gulf! - La voz alta de Mild rebotó por nuestro alrededor, llamando la atención de las personas que se encontraban cerca de nosotros en la cafetería.
No pude evitar que ligero sonrojo apareciera en mis mejillas en el momento que vi la expresión de mi mejor amigo, me sentía expuesto.
- ¿Hice algo malo? - Hablé bajo.
- ¿Malo? Claro que no, pero mejor sígueme contando antes de que toque la campana.
Pude notar sus gestos de entusiasmo, sus cejas estaban plenamente levantadas, escuchando con atención cada palabra que salía de mi boca mientras narraba como había terminado mi noche del lunes.
•
Cerré los ojos intentando calmar mi respiración, y mis pensamientos.
Di unos pasos hacia atrás cuando sentí que me mareaba a causa de las sensaciones que caía sobre mi cuerpo con presión, pero la mano de Mew se deslizó por mi espalda acariciándola por completo, mientras me agarraba con fuerza.
- M-mew...- Murmuré, casi no reconocía mi voz.
- Solo dime qué si o que no, cualquiera cosa que quieras, lo haré. - Hablo, deleitándome con su voz ronca sobre mi cuello.
Suspire al instante, mi miembro ya se encontraba lo suficientemente duro como para ignorarlo. Impacte mis labios sobre los suyos como respuesta, los dos sabíamos que era más que suficiente. Nos unimos en un beso necesitando y apasionado mientras sentía sus manos sobre mis caderas, que me hacían perder todo intento de razonamiento. Volví a dar unos pasos hacia atrás, pero con su compañía y sin despegar nuestros labios, caí sobre mi cama con Mew encima de mí.
Mi pulso se aceleró al sentir sus manos subir por mi cadera hasta mi abdomen, por debajo de la tela de mi camisa de dormir.
Había olvidado por completo todo lo que me hacía sentir.
Sin perder el tiempo me despojo de mi camisa y la tiro al suelo, lejos de nosotros. Rápidamente lo miré y él me dedicó una sonrisa, acto seguido mordió mis labios una vez más.
No tardó mucho en subir el ambiente, y nuestras prendas fueron cayendo de poco por algún lado de mi habitación, en un instante me quedé observando a Mew plenamente en ropa interior mientras levantaba mis caderas un poco. Su cabello todo revuelto, sus labios hinchados, su notoria erección, todo a causa mío y se veía demasiado perfecto como para ser real.
Su mirada bajo a mis pezones. Se llevó uno a la boca y lo mordió suavemente, provocando que soltará un jadeo. Deje caer mis manos en su cabello, insinuándolo que no parará. No pude contar los minutos que estuvo así, solo sentía sus suaves labios sobre mí, yendo del uno al otro, hasta que sentí que se despegó de mí. Aturdido por el corte de sensaciones, lo miré con reproche.
- Me encantas. - Murmuró, yo sentí que el mundo era de colores. Empezó a mover sus caderas contra las mías, causando fricción entre nuestros miembros ya erectos.
La ropa interior no tardó mucho en desaparecer, nuestros cuerpos estaban sumamente unidos, chocando con las gotas de sudor que caían por nuestro cuello y frente. Sentía sus manos sobre mis muslos mientras aferraba mi entrepierna a la de él.
Estaba mojado, demasiado y no sabía cuánto más podría esperar hasta suplicarle que lo haga. Tome el control, y casi sin conciencia mi mano bajo por su abdomen hasta su cintura, tocando la punta de su miembro erecto con mis dedos. Lo sentí tensarse al momento que dirigir mi mirada a él, pude ver en sus ojos que no esperaba que quitara mi mano, y así fue, seguí mis masajes de manera sucesiva.
Abrí mis ojos un poco cuando sentí que se levantaba. Busqué en su mirada una explicación, pero solo me sonrió tomando mis caderas con sus grandes manos.
- Date la vuelta.
Su tono de voz me hizo erizar la piel, lo obedecí, poniéndome de espalda contra él. Por cuestión propia, deje caer mis piernas sobre mi cama, dejándole en cuatro y aunque no podía verlo con mayor predicción, podía seguir la mirada de Mew sobre mí.
- ¿Lista vista?
Fue lo único que dije, todo palabra que quisiera sacar después fue detenida al sentir los dedos de Mew sobre mi entrada. Sentí un suave beso en mi espalda, y uno en uno fue introduciendo sus dedos dentro de mí, dilatando lo suficiente. Sentía un leve dolor, pero cambiaba a una extensa línea de placer, se sentía jodidamente bien.
Mew hundió su rostro bajo mi mandíbula, su aliento calentó mi cuello antes de morder mi piel, haciéndome gemir. Se acomodó detrás de mí y sin lubricante alguno, fue introduciéndose lentamente dentro mío, empujando de poco a poco hasta que todo de su miembro entro por completo.
No pude evitar soltar un gemido, tenerlo dentro de mi era como tocar el cielo con las manos.
- Joder. - La voz ronca de Mew hacia eco sobre mi cuarto al compás de mis gemidos que eran cada vez más altos y aquello no me avergonzaba en absoluto.
Oh, dios.
Trate de agarrarme con fuerza de mis sabanas que ya se encontraban lo suficiente desacomodadas, podía ver de manera borrosa como la cama se movía al mismo tiempo que sentía cada estocada más profunda, mientras tanto yo era incapaz de ahogar mis gemidos.
- Mew..
No paro, tampoco quería que lo hiciera. Comencé a mover mis caderas al mismo ritmo que él, y sus caricias en mi cuerpo mientras me penetraba salvajemente era el placer más complaciente que nunca había sentido en mi vida.
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INTOLERANTE » mewgulf.
RomanceNo sé cómo llegamos a esto, capaz fue la mezcla de alcohol y dulce en las venas que nos hizo perder la cabeza, capaz fue el intento de huir de la desagradable noche que estábamos pasando, no lo sé, pero el deseo y el desenfreno estaba más que presen...