INTOLERANTE » mewgulf.

𝙋𝙖𝙧𝙩𝙚 28

— Yo también fui joven y entiendo la adrenalina que causa todo esto, pero por favor eviten de ir de acá para allá entré ventana y ventana como si fueran Peter Pan.

Trate de no reírme ante la comparación de mi padre y asentí levemente. Mirando de reojo a Mew, él estaba sentado a mi lado en el sofá, tenía su cabeza hacia abajo y asintió ante lo último dicho de mi padre.

Era gracioso como es que terminamos en esta situación, aún no puedo creer que estemos teniendo una charla con mi padre en plena madrugada como si fuéramos unos niños que acaban de hacer alguna maldad.

— ¿Eres idiota o te haces?— Dije rápidamente soltando la figura de metal. Esta callo al suelo mientas yo me acercaba rápidamente a tocar la cabeza de Mew, en el lugar que anteriormente había golpeado.

— Pensé que te sorprendería.

Resople con preocupación. — Pero no así.

Él sonrió, haciéndome sonrojar un poco. Había olvidado un poco el afecto que tenía él en mí.

— ¿Qué haces aquí? —Pregunte, inclinándome sobre la ventana.

— Quería verte.

— Sabes a lo que me refiero.. — Hice una pequeña pausa mientras lo miraba.— Aquí, ahora.

— Tuve algunos inconvenientes, uno de ellos fue el sobornar Win con tal de que me diga dónde vive tu padre, sacando que estaba enojado conmigo porque pensaba que había dejado a su hermano mayor.— Hizo una pequeña mueca, luego desvío si mirada hacia mi. — Lo siento por tardar mucho.

Su mano se posó sobre la mía, estaba helada por el viento de afuera. Nuestros dedos se entrelazaron lentamente, haciéndome sonreír.

— Tienes muchas preguntas que responder, joven.

Se rio un poco, acercándose a mí con una sonrisa burlona.

— Vengo conduciendo hace más de tres horas. ¿Me vas a interrogar sin siquiera un beso de bienvenida?

Abrí la boca para responder, pero el sonido de algunas ramas nos hicieron mirar hacia afuera. Nos miramos entre los dos unos segundos en modo defensa.

Automáticamente unos destellos de luz nos cubrió, provocando que yo cierre mis ojos un poco. Escuché a Mew decir algo por debajo, pero al poder ver claramente hacia afuera. Nos encontramos con mi padre mirando desde el patio trasero hacia la ventana, con una linterna apuntado hacia nosotros.

— Entonces, que quede claro. Nada de entrar por ventanas.

Asentí otra vez. Mew por fin había levantando su cabeza después de un rato, parecía un cachorro que acaban de corregir.

— Si, señor.

Esta vez no pude evitar reír un poco al escucharlo. Era algo que solo se podía ver una vez en la vida, mi novio jamás había llamado a nadie señor, ni a su padre le hablaba con tanto respeto.

Sentí sus miradas sobre mí, pero no le di mucha importancia. Trate de ponerme en modo serio otra vez, acomodándome sobre el sofá. Le di una mirada inofensiva a mi padre, el cual solamente negó mientras escondía una pequeña sonrisa en modo de burla.

El también estaba disfrutando esto, lo sabía.

— Dejando el lado de la ventana.. — Prosiguió, luego desvío su mirada hacia Mew.— ¿Tus padres saben que estás aquí?