𝙋𝙖𝙧𝙩𝙚 2

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Me encontraba sentado en la mesa del comedor, con la mirada fija a mi cereal que se encontraba un poco bajo de mi cabeza, mientras escuchaba a mi madre hablar sobre sucesos de la boda. Podría decir que nunca tuve tantas ganas de desaparecer como lo tengo ahora, a mis 17 años de edad estoy sufriendo de estrés emocionales a causa de las decisiones de mi madre y como no mencionarlo, a causa de mi débil tolerancia al alcohol.

Aún me sigo regañando a mi mismo a causa de eso.

— ¿Tú que me piensas, Gulf? — Levante mi mirada al escuchar la voz de mi madre, poniendo una cara de confusión al instante, era más que notorio que no estaba escuchando nada de lo que estaban diciendo.

La mesa era cuadra de fix, yo me encontraba sentado en el lugar de la derecha, a mi lado se encontraba Win, Peter y mama en los laterales, por último el idiota de Mew sentado al frente mío, gran suerte la mía.

— ¿Sobre.? — Replique, mientras me llevaba una cucharada de cereal a mi boca. Tratando de no mirar al frente.

— La decoración. — La voz de Mew se hizo presente, activando mis sentidos por completo.

Me limité a solo asentir.

— Oh, sí era muy hermosa. — Respondí, volviendo a llenar mi boca de cereal, capaz, me atragantaba en el intento y moría antes de tener que sobrevivir los 30 días en esta casa.

— En especial la de los baños.— Volvió a decir Mew. Mis palabras anteriores se hicieron verdad, porque pude sentir como el cereal se quedaba atascado en el medio de mi garganta y la leche sumamente fría pasaba por mis poros, haciendo que tuviera ganas de escupir todo el cereal que se encontraba en mi boca, todo a causa de la sorpresa de aquellas palabras.

— ¿Estás bien, hijo? — Hablo mi madre haciendo eco en toda la habitación.

Tosí un par de veces mientras asentía como podía, sintiendo la mano de Win sobre mi espalda, dándome unas palmadas.

— Sí, estoy bien. — Declare, ya pudiendo respirar mejor. Busqué la mirada de Mew, tratando de no mostrar alguna facción que pudiera delatarme, y al chocar nuestras miradas, me sonrió. Estuve unos segundos analizando aquello ¿Se estaba burlando? ¿Quería solo ver mi reacción? No lo sé.

Lo contemplé unos momentos de manera inconsciente. Mew no era un hombre feo, lo había comprobado aquel día que lo vi por primera vez; la piel morena, el cabello castaño, un cuerpo que parecía haber salido del mismísimo Hollywood, esos hombros anchos. Oh Dios, Tenía que parar mis pensamientos, no me gustaba en la dirección en la que iban, no quería pensar en sexo ahora, muchos menos en sexo con él.

Me rehusaba a que volviera a pasar. Aun cuando esos recuerdos quemaban mi interior, haciendo que se repitieran una y otra vez en mi cabeza.

Volví mi mirada a Win con la intención de liberar mi mente y le sonreí, él me respondió de la misma manera. Por suerte no volvieron a sacar el tema de la boda, ni de los baños, hasta que terminó el desayuno.

Me concentré en levantar los platos con cuidado en el primer momento que todos se levantaron de la mesa. Tome los últimos cubiertos que se encontraban allí, y camine hacia la cocina, tratando de no romper nada. En cuestión de minutos mi cuerpo se encontraba al frente del lavabo de la cocina, con mis manos mojadas en medio de los platos y cubiertos.

— ¿Necesitas ayuda? — Su voz otra vez se hizo presente, y yo maldije por dentro mío, se encontraba en una esquina de la cocina, pareciera buscar algo en los estantes. ¿Acaso estaba en todos los lugares de la casa?

— No, gracias. — Respondí, dejando los platos sobre el bajo mesada. Ladeé la cabeza para ver su rostro, y su mirada seguía sobre mí, haciendo que me ponga nervioso.

— ¿Seguro? Puedo lavarlos yo si quieres.

Tome un suspiro, tratando de disminuir mi impulso de decir una estupidez. Capaz solamente está intentando ser amable conmigo.

— Si, seguro. — Afirme. —Gracias Mew.

Deje de mirarlo, fijando mi vista sobre el lavabo. Tome los vasos para así remojarlos, tuve la intención de acelerar mis movimientos para así salir con rapidez de la habitación.

"Piensa en otra cosa Gulf, gatitos y perritos." Me dije para mí mismo. Mew seguía sin moverse, podía sentirlo en el mismo lugar donde lo había visto parado segundos atrás.

Su presencia en el cuarto me hacía sentir nervioso, y odiaba sentirme así, nunca antes había mostrado debilidad hacia otra persona que no sea yo mismo, siempre traté de mantenerme al margen ante todo; pero ahora era diferente, Mew me ponía los pelos de punta con solo pronunciar algunas palabras.

Tome un suspiro y pude jurar que el sonido rebotó por las cuatro paredes, abrí los ojos con sorpresa al sentir una mano grande y fría rozo con mi brazo descubierto.

— ¿Q-que haces? — Maldije por dentro al escuchar mi voz. Ladee mi cabeza para poder mirarlo de reojo, confirmando mi teoría de que se encontraba detrás de mí. Estamos a solo centímetros de distancia, su brazo derecho estirado justo al lado mío, mientras que se sostenía de la alacena de arriba con su palma izquierda. Podía admirar con más precisión sus cejas gruesas y sus labios finos.

Mew se acercó más a mi cuerpo, una sonrisa leve se hizo presente en su rostro. — Solo quería tomar agua.

Mi mirada decayó, se estaba burlando de la situación; sentí una pequeña furia llegar a mí, enviando notas a mi cerebro diciendo que lo golpee, pero no lo hice. Solamente volví a mirar hacia al frente, estirando mis caderas con fuerza hacia atrás, empujándolo lejos de mí. — Idiota.

El sonido de su risa se hizo presente en la habitación, pero luego el silencio inundó la habitación otra vez, parecía que estábamos esperando que alguno articule alguna palabra.

— ¿Vas a seguir ignorando lo que pasó?

Su pregunta causó que el pequeño silencio se volviera incómodo, tarde unos segundos en pensar que responder. Mi plan de ignorar lo que pasó esa noche se había ido a la basura. Trate de acomodar mis pensamientos, mientras giraba mi cuerpo por completo, ahora lo tenía al frente mío y podía mirarlo con más claridad.

— No pasó nada. — Trate que mi voz sonara lo más tranquila posible, no quería tartamudear.

Mew levantó su ceja con ironía. — Sabes que si paso.

No quiera hablar de eso. Oh vamos, ¿Qué hijo estaría orgulloso de haber tenido sexo en el casamiento de su madre? Y nada más que con su hermanastro. Sé que fue un conjunto de alcohol y dolor mezclados en toda una noche, no había sido otra cosa, solo un error.

— Mew, por favor, solo olvidémoslo.— Suplique, esperando que él entendiera de alguna manera.

Su rostro moreno se relajó, tenía su ceño fruncido anteriormente. Yo trataba de olvidar el hecho que se encontraba a centímetros de mí. Pude ver como sus labios se abrieron con la intención de responder, pero el ruido incesante de los pasos en el comedor nos hicieron exaltar, separándonos por completo.

Luego de unos segundos mirando a la puerta, Mew salió de la habitación, dejándome solo con mis pensamientos.

INTOLERANTE » mewgulf.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora