POV GULF“Creo que mamá dejo la llave de tu cuarto en su cartera, no la encuentro.”
Rodeé los ojos ante la afirmación de Win, la conversación por teléfono se había mantenido desde hace más de treinta minutos. Precisamente desde que subí después de tener una discusión con mi madre, por segunda vez en el día, sobre su idea de mandarme con mi padre y descubrir tiempo después que me había encerrado con llave como si fuera un maldito desconocido en mi propia casa.
— Siento que fue demasiado por hoy.
Solté un suspiro largo, me dolía la cabeza. El llanto, los gritos, y las peleas no eran buena combinación para mí.
“¿Mew que piensa sobre esto? ”
Pregunto Win a través del celular, haciéndome sobresaltar.
Me callé por unos momentos. La imagen de Mew siendo golpeado por su padre estaba aún intacta en mi mente. Haciéndome consumir de culpa otra vez.
— No hemos hablado.
Hubo un pequeño silenció entre nosotros.
“Hermano, lo siento.”
Mi corazón se contrajo, la voz de Win sonó tan baja a través del celular que podía jurar que en cualquier momento se largaría a llorar.
— No es tu culpa, sabes que mamá.. — Suspiré, recordando sus crudas palabras.—..es mamá.
“Quisiera ayudar, quizás si hablo con ella.”
— No. —Lo interrumpí. — Sabes que mamá no cambiará de opinión y lo que menos quiero ahora es que se la agarre contigo solamente por defenderme a mi.
"Pero quiero.."
— Ya lo has hecho, ahora ve a dormir, piensa que mañana veremos a papá.
“Me hubiera gustado verlo, pero no así..”
— A mi también, pequeño, a mí también.
•
Me di la vuelva para mirar hacia el lado de la pared, contando por tercera vez las ovejas que supuestamente te hacían dormir.
El dolor de cabeza no había disminuido, y mis pensamientos me tocaban hasta el punto de no dejarme descansar.
Me encontraba recostado en mi cama, las luces totalmente apagadas y el pequeño destello de la luna entraba por mi ventana, aquella ventana que más de una noche había sido la puerta de Mew hacia mi cuarto. Me preguntaba dónde estaba, si se encontraba bien y si había podido curar aquella pequeña herida que le había provocado su padre.
La última imagen que tenía de el, era su espalda saliendo por la puerta de la casa después de que mi madre dijera que me iría con mi padre. Sentí su cuerpo tensarse al lado mío, supe que estaba enojado, pero también vi temor, un temor que jamás había notado desde que estábamos juntos.
El sentimiento de culpa me consumió otra vez; el enojo y la tristeza eran más que presentes en mí.
Mierda, no pensaba que nos merecíamos esto. Algunas personas hacen cosas peores y no la tienen tan difícil, a nosotros nos condenan por amar y la condena es el doble porque viene de nuestra propia sangre, de nuestros padres.
Cerré los ojos otra vez, me estaba obligando a mi mismo a dormir. No quería pensar en lo que iba a hacer para resolver este problema, quería descansar, pero el ruido de las ramas que venía desde afuera me hacía poner irritante. Sin darle mucha importancia, trate de relajarme, pero en un descuido abrí los ojos en la oscuridad.
Un pequeño jadeo de sorpresa salió de mi boca en ese momento.
Mew se encontraba detrás de mi ventana.
No lo pensé dos veces que salte de la cama para ir hacia ahí, sintiéndome relajado a verlo. Su mirada se mantuvo fija en mí hasta que levante la ventana por completo, dándole paso a que pueda entrar como era de costumbre.
— ¿Julieta Julieta? — Fue lo primero que dijo junto a una sonrisa pequeña.
Sonreí, no pensé demasiado y dejándome guiar por las sensaciones que tenía, salte sobre el, abrazándolo como si no hubiera un mañana.
Rodeé mis brazos en su cuello y no pasó mucho tiempo hasta que sentí sus grandes manos sobre mis caderas, aferrándome a él.
— Te extrañé. —Murmuro. Lo cual yo respondí dejándole un pequeño beso en su hombro.
Sus manos acariciaban mis caderas y aquello me mantenía relajado. Lo observé con atención, dándome cuenta de la pequeña marca rojiza que aún se mantenía en su labio.
— ¿Te dolió?
— Tuve mejores. — Respondió junto a una mueca, dándome una sonrisa al final.
— Lo siento. —Dije con culpa.
— No fue culpa tuya.
— Claro que si.
Sus manos fueron subiendo desde mi abdomen hasta mi pecho y cuello, posando sus palmas en mis mejillas.
— Tú no me pusiste una pistola en la cabeza, Gulf. Soy lo suficientemente mayor.. —Hizo una pausa y prosiguió.— Somos lo suficientemente mayores para saber lo que hacíamos.
Me callé por unos segundos, sabía que tenía razón, nadie obligo a nadie, pero no podía evitar sentir un poco de culpa por lo sucedido. Asentí al final, ladeando mi cabeza hacia su mano que se encontraba acariciando mi mejilla en este momento.
— Te amo. ¿Vas a dejarme a un día de ser novios?
No pude evitar reír un poco al escucharlo.
— Ni loco.
— Eso quería escuchar.
Me perdí en su sonrisa por unos momentos, el me relajaba, el me daba paz, me daba tranquilidad, consigo a mi lado me sentía capaz de hacer las cosas que antes no me hubiera atrevido a hacer.
Entonces caí, no lo tendría conmigo, yo me iría lejos y no había nada que pudiera hacer al respecto. Aún era menor, no podía ponerme en contra a las leyes, o ponerme en contra de mi tutor legal que sería mi madre.
Perderé a mis amigos, y nuestro sueño de pasar nuestro último año de preparatoria juntos.
Perderé a Win, no estaré con el cuando llore por su chico misterioso, no podré verlo jugar o ir a verlo en sus ensayos.
Perdería a Mew..
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NUEVOOO CAPITULOOO, HOLAAAA.
no me maten:( mi vida es complicaba y a veces cuesta actualizar, pero cumplí y ya estamos por terminar.
xoxoxo
por cierto, no saben lo feliz que me hace leer sus comentarios, muchas gracias por apoyar la historia y por seguir este fanfic, los quiero.
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INTOLERANTE » mewgulf.
RomanceNo sé cómo llegamos a esto, capaz fue la mezcla de alcohol y dulce en las venas que nos hizo perder la cabeza, capaz fue el intento de huir de la desagradable noche que estábamos pasando, no lo sé, pero el deseo y el desenfreno estaba más que presen...