POV GULF
Me moví sobre mi cama cuando unos destellos de luz hicieron presencia sobre mis ojos cerrados, sintiendo un calor intensó que venía de la parte inferior de mi espalda. Lo primero que sentí fueron unos brazos rodeando mi cintura, rápidamente abrí mis ojos y lo primero que inundó mi vista, fue el rostro tranquilo y plenamente dormido de Mew. Se encontraba delante mío, posicionado mi cuerpo contra el suyo, como si no tuviera intención de soltarme.
Los recuerdos de la noche pasada se hicieron presente en mi mente, causándome un sonrojo que fue compartido con una sonrisa mía. ¿Fue una completa locura? Quizás. Había pasado más de tres semana desde la primera vez que lo hicimos, y desde ese día cada momento que teníamos era convertido en una explosión de tensión sexual. No me sentía raro, al contrario, los besos en lugares clandestinos como el baño o la cocina cuando nos cruzábamos con la terrible escusa que uno o el otro tenía que lavar los platos; me hacía sentir una adrenalina que no podía explicar.
Alguna veces, en la oscuridad de mi cuarto me pregunto si en realidad lo que hago, lo que hacemos mejor dicho, está mal. Que tendríamos que parar, pero ya era demasiado tarde para dar una vuelta de arrepentimiento y hacer como si nada.
Sencillamente no quería parar, y Mew tampoco daba señales de querer parar esto.
— ¿Qué tanto piensas?
La voz ronca de mi acompañante me hizo salir por completo de mis pensamientos. ¿En qué momento se había despertado? Antes de responderle, aproveché para darle una mirada con demasiado detalle. Su cabello y rostro se encontraba recién levantados, no traía su camisa puerta, dejando a la vista todo su parte inferior. Ni hablar de algunas marcas de dientes que bajaban desde su cuello hasta su pecho.
— ¿Te desperté?
Él negó mientras se removía de su lugar, entre cerro sus ojos unos momentos y se acurrucó más a mi lado, soltando un bostezo alto.
— Ya estaba despierto. —Hizo una pausa.— ¿A qué hora tienes clases hoy?
Dude unos segundos al no recordar mis horarios. — Creo que a las dos, pero vendrá Mild a comer.
Mew gruño por bajo y subió su cabeza un poco, inclinándose hacia mi nuca. Su respiración caliente chocaba en mi cuello, provocando que mi piel se erice.
— Eso significa que no dormiré contigo.
Una pequeña risa salió de mis labios, hace unas semanas este tipo de conversaciones viniendo de nosotros hubieran sido una completa locura, pero ahora era un pequeño habito que teníamos desde que Mew se pasaba a mi cuarto por las noches con la intención de estar conmigo hasta que el sol salga.
— Tienes razón. — Afirme, al mismo momento que trataba de recaudar fuerzas para poder levantarme de la cama.
Mew abrió su boca para poder hablar otra vez, pero la cerro rápidamente cuando escuchamos el ruido de la puerta. Con rapidez y casi de instinto miré a Mew con sorpresa, él me hizo seña en dirección a la llave que se encontraba posada en mi mesita de luz, dándome a entender que había puesto el seguro.
— ¿Gulf? ¿Estas despierto?
Era mi madre.
Mordí mi labio inferior y me removí sobre las sabanas que estaban los suficientes calientes, luego mire a Mew, cuya ceja se había levantado.
— ¿Tendré que salir por la ventada otra vez? — Murmuro lo suficiente bajo como para que solo yo lo pudiera escuchar
— Otra vez, campeón. — Fue mi respuesta automática, no pude evitar sonreír al ver la mirada de caída de Mew.
No hubo protesta, el sabía que no tenía otra opción. Tuve que quedarme en mi lugar en silencio mientras observaba como Mew se levantaba con el mayor cuidado posible, luego de buscar su ropa por los lugares cercanos a la cama, me miro.
— Dime que podre venir a la noche. — Murmuro una vez más. Alrededor de Mew todo era tranquilo, me hacía perder la noción de lo que pasaba afuera, pero no podía darme el lujo de dar a todo detalle mis sentimientos, no ahora.
Quedamos en que hablaríamos por mensaje, solo me quedo verlo irse por la ventana como lo hacía lo mayor parte el tiempo. Mild dice que somos como Romeo y Julieta, un inquieto amor que estaba prohibido, pero solo eran cosas absurdas.
Tome un suspiro y me dedique a levantarme de mi cama, echándole una mirada al lugar vacío que había dejado Mew a mi lado; aunque no sé dé que me quejo, seguramente lo vería en el desayuno, después de todo, somos hermanastros.
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HOLAAAA, FELIZZZZ NAVIDADDDDD.
Les traje un capitulo como regalo, espero que les guste.
Tomen mucha agua y cuídense, xoxox.
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INTOLERANTE » mewgulf.
RomanceNo sé cómo llegamos a esto, capaz fue la mezcla de alcohol y dulce en las venas que nos hizo perder la cabeza, capaz fue el intento de huir de la desagradable noche que estábamos pasando, no lo sé, pero el deseo y el desenfreno estaba más que presen...