𝙋𝙖𝙧𝙩𝙚 25

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POW GULF

Los pequeños destellos de luz se posaban en mi rostro y aún con los ojos cerrados, me molestaban hasta el punto de hacerme gruñir. Me di la vuelta en busca del cálido cuerpo de Mew para que me abrazara, pero no sentí nada.

Abrí mis ojos rápidamente, buscándolo con la mirada. No había nada, aquel lugar estaba vacío. Una pequeña mueca apreció en mi rostro, seguramente se fue mientas yo dormía

A noche después de hablar, me hizo irme a acostar luego de que yo bostezara y como niño caprichoso que soy, le pedí que se quedará conmigo. Aún sabiendo lo riesgoso que sería todo, se mantuvo a mi lado hasta que caí rendido ante el cansancio.

Me senté en la cama, soltando un pequeño suspiro. De alguna manera me sentía un poco decepcionado de que se fuera, pero podía entenderlo.

No le di muchas vueltas al tema, prefería mantener la calma por las próximas horas, aún tenía que enfrentar a mi madre y espero que no también a mi padre. Seguramente la exageración de madre cuando lo llamo para contarle mi detalle, puede haberle preocupado o enfadado, no sabría que pensar en este momento. Eso me asustaba, nunca tuve alguna pelea con mi padre y tampoco quería que nuestra primera charla, luego de meses, fuera un regaño de su parte hacía mi.

Luego de levantarme de la cama, tomar una larga ducha y cambiarme con respectiva ropa, decidí probar si es que aún mi puerta se mantenía con llave. Mi sorpresa fue leve cuando la pude abrir, no sabía si sentirme aliviado o asustado. Viviendo de mi madre, más aún después de lo ocurrido de ayer, nada me sorprende.

Camine por el pasillo, y al momento de llegar a las escaleras, escuché unas voces provenir de la puerta central. Comencé a bajar con curiosidad, estando a la expectativa de cualquier cosa. Win estaba de espaldas parado en la puerta y se encontraba hablando con alguien; no sabía si los metros de distancia me hacían sordo, o la persona detrás de la puerta hablaba muy bajo, pero no podía escuchar con claridez de quién provenía la otra voz.

Cuando estaba por bajar los últimos escalones con la intención de ver quién era, pero Win cerró la puerta con fuerza. Provocando un retumbe por las paredes y un gran susto de mi parte.

Se dio la vuelta, dándose cuenta de mi presencia, mirándome con sorpresa.

— Oh, hermano. —Soltó junto a una sonrisa. Sus ojos estaban un poco rojos, y su voz algo entrecortada, no había que ser idiota para saber que se estaba aguantando las ganas de llorar.

— ¿Quién era? — Pregunté

— Nadie importante.

— Win.

— Lo juro.. —Dijo en un tono bajo, levantando sus hombros. — No era nadie.

Asentí. Sabía que mentía, también podía llegar a tener una idea de quién se trataba, pero opte por no seguir preguntando. Aún era un tema sensible para él, no quería que volviera a estar como hace unos días.

— ¿Desayunaste?

Pregunté mientras caminaba con él hacia la cocina, ya más relajado.

— No, sabes que no me gusta desayunar solo.

Fruncí el seño.— ¿Y los demás?

— Mamá se fue y Peter trabajando.

La intención de preguntarle por Mew estaba más que viva, pero no llegue a decir nada.

Por suerte la mañana transcurrió con tranquilidad, con demasiada tranquilidad para mi gusto.

El sentimiento de soledad me llegó mientras desayuna con Win, algunos recuerdos me hicieron reprimir uno que otro jadeo de tristeza. Cereal de frutas, nuestro favorito. Aquel que comíamos todas las mañanas antes de empezar nuestro día y que seguramente ya comeríamos juntos

INTOLERANTE » mewgulf.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora