De vuelta a París

564 54 9
                                    

       ACTUALIDAD

"Abróchense los cinturones. En breves momentos comenzaremos con las maniobras de aterrizaje".

La voz del piloto nos anuncia a todos los pasajeros que por fin llegamos a París.

La despedida con Kareem ha sido algo triste, no lo puedo negar. Él era algo más que un cliente, teníamos una conexión especial y en algún momento llegué a pensar que lo nuestro podía funcionar, que había una posibilidad de que dos mundos tan opuestos como los nuestros encontraran un punto de intersección. De hecho, creo que él también lo llegó a pensar, por eso sus promesas de que le daría igual lo que la gente pudiera opinar sobre mi pasado. Sin embargo, de un día a otro la vida te cambia y todas las cosas que creías tener muy claras se tambalean y ya no lo ves tan sencillo.
No voy a negar que sentí un pellizco de decepción cuando me dijo que ahora no podía desaprovechar la oportunidad que en este momento se le presentaba con Benfly. Pero tengo que ser honesta con él y ante todo conmigo misma, quería luchar por tener mi oportunidad al margen de Aleksei, pero en el fondo de mi corazón sabía que no le había olvidado.
Sé que no le he olvidado.
Hace dos meses hubiera puesto mi mano en el fuego jurando que Aleksei ya no significaba nada para mí. Sin embargo, desde que le vi en el cumpleaños y me contó que lo había dejado con Patricia, y sobre todo cuando me pidió una nueva oportunidad, la ilusión comenzó a renacer en mí.
Hay muchas cosas que mi cabeza aún no consigue comprender sobre lo que pasó hace dos años, pero después de las palabras de Vladimir el otro día en el gimnasio, cuando me dijo que tenía que hablar con su hermano, me dieron a entender que había una explicación para todo lo que pasó. Y creo que ha llegado el momento de sentarme con él y que me explique el porqué. Porque me dejó de un día para otro, volvió con Patricia y después se fue a vivir mi sueño de Ibiza con ella.

– Grandullón!!!

Mi amigo me recibe con un gran abrazo y me coge en vilo dando vueltas conmigo.

– Te he echado de menos, guapísima.

– Y yo Vladi. ¿Qué tal, has venido solo? – logro decir cuando mis pies vuelven a tocar el suelo.

– Si, Josh está trabajando y mi madre ya sabes que se retira pronto a sus aposentos, pero me ha dicho que mañana te preparará un buen desayuno.

Sigo escuchando atenta porque quiero que me hable de alguien más. Vladimir que me conoce demasiado me mira arrugando el entrecejo, y poco a poco comienza a dibujar una sonrisa en su rostro.

– Tengo una cosa para ti.

Del bolsillo de su pantalón saca un papel y me lo tiende ilusionado.
Es un folio doblado en cuatro partes y en uno de los lados se puede leer:

"Para mi caperucita"

No puedo evitar sentir nervios e ilusión a partes iguales porque obviamente no me cabe duda de que es de mi lobito. Por eso no espero ni un segundo para desdoblarla y comenzar a leer.
Me siento como la protagonista de una novela del siglo XIX a la que acaban de entregar el correo con una carta de su amado.
Hoy en día no es habitual recibir una nota escrita de puño y letra por alguien. Me podía haber mandado un WhatsApp o grabado un audio, sin embargo, creo me escribe porque sabe que me hace mucha ilusión recibir cartas, tal y como le conté un día hace mucho tiempo; me sorprende gratamente que aún se acuerde.

💌

Hola mi Caperucita:
Si estás leyendo esta carta significa que por fin estás de vuelta en Paris. Te he echado mucho de menos y me he tenido que contener para no ir a buscarte con mi hermano. Si no lo he hecho ha sido para no agobiarte y darte espacio, pero que sepas que tengo muchísimas ganas de verte.
Hoy por fin ha pasado algo que llevaba mucho tiempo deseando que sucediese y necesito hablar contigo y explicarte muchas cosas. Por favor, ya sabes en qué hotel estoy alojado y estaré encantado de que vengas cuando tú quieras, pero por favor, no tardes.

Escort en París ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora