La verdad duele

Cap. 55

Era un día tranquilo para Severus Snape, y claro que lo era, en tiempo pasado, porque ahora se encontraba presa del pánico viendo cómo su hijo recién nacido se encontraba inmóvil y sin respirar en los brazos de una chica rubia, mientras el trataba de sostener a Remus que pedía a gritos que su hijo diera una señal de vida.

Pero como había llegado hasta aquí, para eso tenemos que regresar a unos meses a tras, para ser exactos ocho meses.

Todo comenzó cuando se enteró de el embarazo de su querido esposo.

Severus al escuchar la noticia se desmayo de la sorpresa ya que a su punto de vista ya estaba viejo, aunque para el mundo mágico aún era joven y le quedaba mucho por vivir.

Cuando despertó se encargó de saber de cuánto estaba exactamente su querido Remus, le alegro saber que solo tenía un mes, eso significaba que no se había perdido mucho del embarazo.

Ahora se encargaba de tener tres habitaciones listas y adecuadas lo más antes posible en especial dos de ellas, ya que para su alegría y a la vez preocupación ahora tenía un par de gemelos como hijos.

— no crees que ellos prefieren dormir juntos — dijo Remus al ver que los gemelos tendría habitaciones separadas.

— ven — dijo guiando a Remus al closet de una de las habitaciones.

Al llegar al fondo se encontraba una puerta que conectaba con la otra habitación.

— se que ellos seguirán con sus productos de bromas — dijo Severus abrazando a su esposo y colocando una mano en su aún oculto vientre — por ello me aseguro que si explotan la recamara tengan otra para dormir.

Remus río sabiendo que su esposo tenía razón, los gemelos no dejarían sus planes de abrir una tienda de bromas, por ello solían practicar pociones y hechizos que no salían del todo bien.

La verdad era que los arreglos en las recamaras de los gemelos era más para ponerles protección, así evitarían que quemarán la casa o salieran heridos, en cuestión de decoracion eso ya lo eligieron ellos.

En cambio la habitación del bebé se decoró con tonos neutros, ya que si ambos sabían que los colores no tenían género, le hacía ilusión el pintar la recamara roza o azul dependiendo de que fuera el nuevo integrante de la familia.

— entonces cuando sabremos que es — pregunto Fred mientras ayudaba a Remus que colocaba estampitas de estrellas en las paredes.

— Remus solo tiene dos meses — dijo Severus — aún falta.

— además tú padre y yo decidimos que sería sorpresa — dijo Remus tocando su estómago y sonriendo.

— y entonces como sabremos cómo decorar — pregunto George tomando un peluche en forma de dragón y uno en forma de flor.

— no importa que sea estoy seguro que ambos peluches le gustarán — dijo Severus recordando cómo era Ron, un chico sin etiquetas

Severus termino de decorar la habitación cundo Remus cumplió los tres meses y ambos daban clases, pero no sé quedaban a dormir en el colegio ellos preferían dormir en su casa.

La tarde que Severus termino, se encontraba apreciando su trabajo cuando un miedo le recorrió de los pies a la cabeza.

— hey pelo grasiento Remus dice que si tienes manzanilla — la voz de Sirius que estaba visitando a Remus, este le trajo a la realidad aunque el miedo seguía estando latente.

— en dónde está Remus — dijo rápidamente Severus caminando en dirección de la sala.

— estás bien — pregunto Sirius al ver el estado de Severus.