Capítulo 24

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Maggie se sentaba sola en su puesto del bus; al menos, hasta que Fred llegaba. Ben siempre se sentaba en la parte de atrás del bus, junto con los chicos populares del equipo de baloncesto. Fred trataba de acercase a Margaret, pero ella sólo era capaz de hablar con Benjamin o con Destiny. Cuando Destiny estaba cerca, ella sólo hablaba con la chica. Fred pasaba a tercer plano. Fred siempre estaba en tercer plano. Las conversaciones de Destiny se basaban en tres cosas: el colegio, su fiesta de cumpleaños y cualquier otra cosa, que no involucrara a Ben, para no dañar a Mags. Fred siempre se sentaba con ellas en los recreos, comía con ellas, pero Maggie sólo le prestaba atención a Destiny. Maggie no hablaba. No hablaba con nadie, prácticamente. Se limitaba a escribir en clase lo que le pedían, leer los temas, resolver exámenes, participar en clase de voleibol y pasear por ahí en los recreos.

Benjamin se la pasaba todo el tiempo con Amy, las demás porristas y el resto del equipo de baloncesto. Se la pasaban criticando a todos y, a veces, Benjamin era parte de eso. Llegó a burlarse. De Mags. ¿Qué le había pasado? Él era cruel con ella, asus espaldas. Y la ignoraba. Si ella hablaba mal de él, él la hundiría.

Ella no lo hacía.

Benjamin se sentaba en los recreos con su nuevo grupo. Discutían temas superficiales. A veces Ben extrañaba a Margaret. A veces. Un día, Amy besó a Ben. Y Maggie lo vio. Y la chica de cabello oscuro sólo se dio la vuelta y caminó hacia su salón. Él pensó que no le importaba.

Realmente lo pensaba.

Maggie y Ben ya no pasaban juntos el tiempo. Ben no iba al parque a las dieciséis horas. Margaret no hablaba con nadie; cada vez estaba más lejana. Tenía una especie de depresión, como cuando estaba en primaria. Se limitaba a estar ahí, ser la mejor estudiante y no tener competencia. No hablaba, no compartía... y el sistema educativo no ayudaba. Ben estaba todo el tiempo con el equipo de basquetbol porque se había salido de la liga de fútbol, y se la pasaba en la mesa de los populares. Se la pasaba hablando con Amy, sobre aquel tema que lo dejaba enojado. Margaret lo habia traicionado. Margaret había sido muy mala. Benjamin estaba enojado, porque le había creído a Amy. Y Maggie se la pasaba todo el tiempo con Destiny y Fredward. Pero ella no parecía alegre. Ben quería ir donde ella, pero siempre pasaba algo: lo detenían, le decían que ella no le iba a hablar... Benjamin les creía, total, ¿son amigos, no? Los amigos no te engañan. Ya era agosto, así que Margaret no le hablaría. No lo haría. De seguro se había dejado influenciar por Fred y Des.

No lo había hecho. Margaret no hablaba con nadie sobre Ben, porque, dentro de ella, Benjamin era muy suyo. No importa cuánto daño le hiciera, ella no lo presionaría. Él aún era Pecas. Ella sería paciente.

Lo fue, hasta noviembre. La competencia de fútbol de la compañía de sus padres había pasado, y el equipo había ganado porque Benjamim decidió aparecerse en el partido a las últimas. Ese día, Benjamin se apareció de nuevo en el parque, pero lloraba. Algo había pasado. Margaret, ese día, lo había consolado. Y le decía que lo sentía, aumque no sabía lo que había hecho. Y que no pasaba nada. Y él se quedó callado. Y ella se quedó callada, besó su mejilla y se fue a su casa.

Esa noche, Benjamin no durmió nada. Amy le había dicho que Margaret había empezado un rumor de él, diciendo que era un malcriado, maldito, grosero y pobre. A Benjamin le tomó una hora entender que todo había sido mentira. Margaret no utilizaba la palabra "pobre". Se sintió impotente de saber que había ignorado a Margaret casi todo el año, de no haber ido al parque, y sintió que era pequeño cuando, al ir al parque, vio a Margaret sentada en la misma banca de siempre, en el mismo lugar. De seguro ella había ido todos los días, y él nunca se apareció. Ese día lloró y entendió que la única oportunidad de que Margaret lo perdonara era haciendo una cosa, de una sola forma. Y eso iba a hacer.

.

Benjamin se muerde el labio, nervioso. Margaret está a diez pasos de él. Está sentada en el columpio del parque, porque ya está cansada de esperar a Benjamin. Sólo apareció una semana atrás para llorar y ser consolado. Ella es la almohada de todos: había consolado a Destiny, Fredward, Luna, Charles y Molly, y sepa a cuanta gente más. Y había conoslado a Ben, aun cuando él no le hablaba, ni se esforzaba. Bufa. Estaba volviemdo a hacer frío en Inglaterra, y ella llevaba un suéter con el logo de su banda de música favorita, Teen's Rules. Cierra los ojos, tratando de no pensar en nada. Ya los exámenes habían pasado, y Margaret había sido el primer puesto de la promoción. En una semana iba a ser el baile de graduación de primer ciclo, y nadie la había invitado. Fred y Des irían juntos, porque ellos eran buenos amogos y punto. Luna y Charles seguro irían junos. Ben seguro iría con Amy. Y luego el columpio paró, de repente. Esperó caerse, pero estaba quieta, así que abrió los ojos.

Unos ojos celestes la miraban.

-¿Qué quieres, Benjamin?

-Disculparme. Sé que he sido un maldito este año.

-No lo has sido. Has sido un insolente y presumido.

-De acuerdo, es cierto. Y no tengo excusa.

-No quiero hablarte, Benjamin.

-Lo sé, Margaret. Demonios, ¡lo sé! Y estás en tu derecho. No tengo perdón, pero necesito que me perdones-el chico mira a la chica con una cara de angustia. Ella es casi todo para él. Pero ella lo mira con lágrimas a punto de salir de sus ojos. Ella había compuesto canciones, escrito novelas, tomado fotos... ya no había Benjamin en ella, más que un nombre. Así que de sus ojos lsalieron lágrimas, que Benjamin quiso secar.

-No puedo-Benjamindeja escapar un grito ahogado-. ¡No puedo! Benjamin, ¡no me has hablado en meses! Me dejaste de hablar, dejaste de venir, ¡huiste de mí! ¿Crees que no sé que te dejaste llevar por Amy? Lo entiendo, Benjamin. Realmente lo hago. Ella es una manipuladora compulsiva. Ya quitó los talleres de arte del colegio, por considerarlos "una atrocidad al ambiente". A ella no le importa eso. Sólo te quiere lejos de mí. Todo lo queme gusta del colegio, esa chica lo ha quitado. ¿Crees que puedo perdonarte? Tal vez. Pero, Benjamin, ¿puedo confiar en ti? No creo, Ben.

Benjamin había dejado de respirar, hasta ese momento. Tomó aire. Margaret lo habia vuelto a llamar Ben. Él llegaría al Pecas.

-Puedes hacerlo, Maggie. Intentaré lo que sea porque me perdones y confíes de nuevo en mí. Mags, realmente lo siento. Y... mira, supongo que muchos chicos han querido pedirte esto, pero no han podido porque, no es por ofender sino es un halago, eres muy linda e inaccesible. ¿Quieres ir al baile de graduación de premedia conmigo? Para mí sigues siendo mi pequeña.

Ella seguía llorando en silencio. Él decidió secar una lágrima, y ella le dejó hacerlo.

-De acuerdo, Ben.

-¿Sí?

-Sí.

-¿Tengo permiso de darte aunqie sea un abrazo?

-Tienes permiso de darme todos los que quieras.

-¿En serio?

-En serio.

-¿Puedo preguntar porqué?

-Porque sigues siendo mi Pecas.

Una Historia RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora