Capítulo 20

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Margaret llevaba un vestido juvenil del siglo XXI por primera vez en el tiempo en el que había estado yendo al club de sus padres. El vestido era perfecto para la ocasión. Lástima que todos los vestidos que Maggie usa o usaba en festividades públicas eran regalados, vendidos o subastados por sus padres. A ella le gustaría al menos quedarse con el de su quinceaños. Y si no le van a hacer quinceaños, con el de sus dulces dieciséis.
Su vestido es negro. Es un corsé en la parte de arriba y de ahí la tela -desde su cintura- es holgada y baja sin tocar su piel. El vestido termina donde terminan sus rodillas, y usa zapatos cerrados, también negros. No usa vincha, pero tiene mechones de cabello recogidos en la parte de atrás de su cabeza, atados con una liga de color negro, y tiene un moño pequeño como adorno sobre la liga. Su madre la obligó a maquillarse -y Mags no es precisamente la clase de chica que se maquillaría, aunque eso todos lo saben- pero sólo logró que se dejara poner rímel, rubor y gloss. Al llegar a la fiesta, los adultos se quedaron en el salón de al lado, y los jóvenes invitados se quedaron en el salón principal.

La fiesta había comenzado.

.

Benjamin buscaba a Margaret con la mirada. Decidió que debía moverse para encontrarla, pero entonces se topó con Fredward Rochester, y bufó.

-Hey, Benjamin. Lamento lo que pasó con Mags, ya sabes; no fue mi intención que...

-Sólo mantente lejos de ella, Rochester.

-Benjamin, es su fiera de cumpleaños, me invitó, soy su amigo, supéralo, York.

-Me da igual. Puedes ser su amigo, pero eso no significa que te vas a aprovechar de la situación. ¿Entiendes?

-No. No entiendo.

-Mira, puedes andar por ahí diciendo que eres su amigo y todo el mundo puede creer que se llevan de maravilla, Rochester; pero yo sé que te gusta. Yo sé que no te das por vencido y que haces todo lo posible para conseguir lo que deseas. Puedes engañar a los demás, Freddy. Pero a mí no me engañas. Aléjate de ella. Maggie es mía. Punto.

Benjamin se fue de ahí antes de escuchar cualquier cosa que Fred podría decir. Cualquiera pensaría que Ben estaba delirando, que era un exagerado; pero si pudieras escuchar lo que piensa Fredward, entenderías que Benjamin sólo era cuidadoso. Muy cuidadoso.

También se topó con Amy, pero ella sólo lo dejó pasar. Estaba entretenida haciendo que un par de chicos quisieran estar en su grupo de ricos y populares en la nueva secundaria en la que la iban a ingresar, junto con los hermanos Rochester, Benjamin York y Margaret Davis. Ella necesitaría más personas que antes.

Al fin Benjamin encontró a Margaret. Estaba hablando con unas chicas que estarán con ellos en la nueva secundaria. Estaba algo lejos, así que no escuchaba lo que decían, pero podía leer en los labios de una de las chicas -rubia y de ojos grises- que decía «Sí, él es muy guapo.» Trató de pensar de quién hablarían, pero se dio cuenta de que la otra chica -castaña de ojos verdes- dijo algo como «Sí, Margaret, ya entendimos que es tuyo; no te preocupes. Nadie te lo quitará.» Entonces decidió acercarse, porque le molestó que a Margaret le dijera a esas chicas que alguien que no era él, era suyo. Pero, entonces, leyó en los labios de la chica rubia un «Ya, cállense; viene para acá.» Y se dio cuenta de que el único que se dirigía a ellas era él. Ya al lado de Margaret, la abrazó y la saludó, y con un movimiento de manos saludó a las otras chicas. Una de ellas se fue -la rubia de ojos grises-, y la otra se quedó.

-Hola, Caoba.

-Hey, Pecas. Ella es Destiny Jones. Destiny, Benjamin York.

-Hola, Benjamin. Un gusto.

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