Capítulo 27

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Pecas no me habla desde hace semanas, ¿qué hice mal?

¿Por qué Pecas dice esas cosas malas de mí? ¡Yo no le he hecho nada!

Hoy Benny no fue al parque. No ha ido en dos meses.

Escribiré su nombre en un papel y lo echaré al fuego.

"Benjamin Alexander York Crawford". No soy capaz de echarlo a quemar.

benjamin besó hoy a amy. ¿porqué hizo eso? ¿por qué escribo en minúsculas? ¿por qué me hace sentir tan mal?

Escuché a Fred decir que Benjamin inventa cosas de mí. No le creí. Por Dios, ¡Benjamin jamás haría algo así!

¿Por qué no viene? Tres meses.

Des dice que Benjamin es muy malo con lo que dice de mí. No sé si creerle.

¿Por qué Amy me reclama a Benjamin como si fuera suyo?

Benjamin me gritó en la cara cosas horribles. Las escribiré en otras notas.

Fea.

Rara.

Anormal.

Ratón de biblioteca.

Friki.

Gorda.

¿Por qué Benjamin me dijo cosas feas?

Benjamin me hace sentir inútil.

Ya han pasado cuatro meses, desde que Benjamin no va al parque.

Hoy vi una foto suya. Sus ojos me miraban como raros. Espero que no me viera rara a mí.

Hoy, de nuevo, me perdí en mis pensamientos. Como siempre. ¿Por qué me pierdo en lo que pienso siempre? No escuché lo que dijo Fredward sobre el quinceaños de Destiny.

Me miró a los ojos, sí; y en su mirada había rencor.

¿Por qué no me habla? Si me acerco, sus amigos me alejan. No quiero que me vuelvan a golpear.

¿Por qué me golpean? Yo sólo quiero a Ben. A mi Ben. Amy no tenía que golpearme.

Me defendí. Amy no ha venido en una semana. Creo que Benjamin se siente mejor cuando ella no está cerca. Debería defenderme más a menudo.

Mala idea defenderse tanto.
Hoy me han sacado hasta el alma.

Me dio un ataque de algo. No sé qué es.

Mamá dijo que soy autista en grado uno. Eso explica muchas cosas. Lo que no entiendo es cómo Benjamin, sabiendo lo que tengo, se fue alejando.

Mamá dice que no parezco tener signos de depresión. Supongo que eso está bien.

Pondré estas notas en una caja de madera. Me molesta tenerlas en un sobre.

La caja es linda, como las pecas de Benjamin. Lástima que ya no puedo contarlas.

Voy a escribir su nombre en azul. Azules son sus ojos. Y el ochenta por ciento de lo que escribo, es él.

Fui a ver a la psicóloga del colegio. Dice que fui un poco muy tarde.

Cinco meses y medio.

Aún lloro cuando no le veo aquí.

Aún esperaba verlo en el parque.

La psicóloga dijo que mi problema de autismo hace que sea más difícil saber si estoy deprimida o qué. Creo que eso no es muy lindo. No le diré a mamá que quiero ver a un psiquiatra. Ni loca.

Mel estaba llorando. Dice que Ben no es el mismo.

Ben ya no existe.

No sé cómo voy a ocultar mi labio partido.

Fue curioso, ni siquiera hubo colegio hoy. Amy logró que no hubiese.

Hoy la gente me miró más raro de lo normal. ¡Es que no sabía qué hacer! El abrigo del colegio es muy cómodo; por supuesto que lo iba a llevar puesto todo el día. Por supuesto que iba a tapar los morados que me hicieron en los brazos, en Educación Física.

Seis meses, ya. No va a venir. No me importa.

Hoy vino. Y lloró. Creo que el rumor de que descubrió que Amy lo manipulaba era cierto. Sólo lo consolé.

Hoy no vino.

Hoy tampoco vino.

Ya no importa. Sólo soy un juguete. Una almohada. La gente siempre se recuesta en mí.

Hoy volvió a ser mi Pecas.

No te volveré a escribir. Te enterraré en el patio, cajeta de madera.

Madera de Caoba.

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