Fredward mira directamente a Benjamin, extrañado. No se le ha tirado encima para golpearlo ni nada. «Debe ser por Margaret, de seguro», piensa el chico rubio cenizo. Mira a sus hermanos, todos callados. Margaret, entonces, sale del carro de sus padres.
-¿Lista para el día de campo, Margaret?-pregunta Christopher.
-Por supuesto, Chris-responde ella. Christopher esboza una sonrisa de autosuficiencia. Ventaja y desventaja de conocer a Margaret Davis: siempre te sentirás bien (o mal) a su lado, porque te tratará como lo mereces.
-Ya, ya. Como sea. Ben, Maggie; vamos.
Todos se encaminan al gran campo del lugar. Benjamin se siente incómodo con los hermanos Rochester, pero no hay mucho que decir al respecto; sin embargo, Benjamin intenta.
-¿Por qué?-pregunta el pecoso chico.
-Suponiendo a que sé a qué te refieres-empieza Fredward-, porque si no lo hacíamos nosotros, lo harían los padres de Amy. Y ustedes no quieren pasar una tarde con Amy, ¿o sí?
-Gracias, Fredward. De todas formas-Margaret mira a Ben-, Pecas sólo lo preguntaba por curiosidad.
-Oh, Mags. ¡No te preocupes! Benjamin puede preguntar todo lo que quiera. Total, entiendo que se sienta un poco... ¿molesto, tal vez? Por mi extraño comportamiento a su persona. Pues, York, ya ves. No soy tan malo como parezco. Amy es toda una chica mala que hace lo que puede por tener seguidores. La verdad, nuestra lealtad siempre ha estado con la familia de Mags.
Benjamin Rueda los ojos-Sí, la mía igual. De todas formas, no confío en ti.
-Estás en tu derecho-replica Christopher-. No es más que un nene mimado-explica, tomando a su hermano de lado, apretándolo a él mientras se ríe-. Es bueno que lo traten bien, en vez de como una sabandija. Aunque el chico no es más que eso.
-¡Oye! Eso es grosero-regaña Margaret.
-Y tú eres muy buena gente.
-Genes, Chris. Genes.
.
Ronald permanece callado. Los demás hacen ruido a mas no poder. Es el mayor de los tres, y, sin duda, quien más sabe lo hermosa que se ha puesto Margaret. Un poco más alta, su cabello más brillante, su mirada más profunda... Y todo, gracias a Benjamin. La chica está a unas seis, siete semanas de cumplir los catorce años. Es difícil creer que ya está tan grande. Tan madura. Es bueno saber que su prima está creciendo.
Todos los demás parecen estar cómodos. Todos, a excepción de Benjamin. Ronald lo entiende, después de todo, Fred no es un primo de Maggie, como él. Total, Ronald es adoptado.
Benjamin lo observa. Se ha dado cuenta de que Ronald está mirando a Margaret. Trata de ver en sus ojos, lo que oculta; pero Ronald esconde demasiado bien lo que piensa. Podría estar desatándose una tormenta de tristeza en el interior del castaño, y nadie lo notaría. Igual, nadie realmente lo nota.
Es, entonces, cuando siente que alguien se ha sentado a su lado. Y no es hasta que escucha su voz, que levanta la cabeza.
-Hola, Freddy.
-Hey, Ronny.
-Cállate, odio ese apodo.
-Eso no importa, Ronny. Lo que importa ahora es que estás mal. ¿Qué te preocupa?
-¿Que qué me preocupa? ¿Fred, hermano, te estás escuchando? -Fred suspira, mirando a Ben y a Mags hablar con Chris- Supongo que sí. Fred, tengo miedo de lo que le pueda pasar a ella.
-No le pasará nada a ella. No mientras... No mientras tenga alguien como él.
-Creo que estás tratando de convencerte de que puedes ser tú quien la proteja de todos, ¿no?
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Una Historia Real
Roman pour AdolescentsMargaret Davis es una chica callada, tímida, adorable, linda y extremadamente inteligente. Benjamin York es un chico tierno, simpático y listo. Sus vidas no se cruzan por lo que se llama el destino. Su destino se cruza porque los caminos a los que...