Vera me deja una vez más sola y ahora vago por la multitud, me piden más poses con ellos y sonrisas fingidas. Ha llegado un momento que las mejillas me suelen de tanto sonreír y necesito estar sola. Además, las combinaciones de fragancias, alcohol y cigarrillos, revuelven mi estómago y me provocan náuseas.
Alcanzo a llegar al baño más cercano y vómito lo poco que traigo en el estómago. Esto es fatal. Si seguiré así por los próximos meses creo que moriré. Salgo del cubículo donde me encerré y voy a lavarme manos y boca. Me echo un poco de agua en el rostro para refrescarme. Me encuentro sola en el cuarto de baño, así que, decido aprovechar éste largo espejo para examinar mi cuerpo desde diferentes ángulos, comprobando que no se noten los cambios, aunque ya sé que siento paranoica y es imposible que un embarazo se note al mes.
Mi vientre sigue plano salvo porque se siente un poco raro y mis pechos los noto sensibles al tocarlos, incluso duelen cuando Andreas los moldea mientras mantenemos relaciones. No sé nada de embarazos, soy una completa ignorante y al parecer, ya tengo que realizar investigaciones al respecto. Llevo una mano al vientre, dando ligeros golpecitos cuando la pelirroja entra y me mira llena de curiosidad. Desconozco qué pasa por su cabeza pero espero que su mente no divague más de lo necesario.
—Gredel, lo del otro día...
—Está olvidado, Sophia.
Sin embargo, ella insiste.
—Lo lamento mucho, yo no soy alguien violenta pero...
—De verdad, olvídalo.
—También quiero que sepas que Kostas y yo somos sólo amigos. Él tiene a su prometida y eso.
—En serio, no me importa.
—Pero a mí si me importa, ¿sabes?—me cierra el paso—. Tú lanzas indirectas muy directas a las personas. Eres hiriente y todos ríen el chiste porque si a la nena no le parece algo ya monta un berrinche. Escucha, golpearte estuvo mal por mi parte pero tú también tuviste la culpa.
Mis ojos se abren como platos, la miró horrorizada y llena de cólera.
—¿Yo tuve la culpa de terminar noqueada en el suelo?—casi grito.
—Sí, Gredel. Colmaste mi paciencia y hay veces que el puño es más veloz que la mente. De cualquier manera, lo lamento mucho.
Sin agregar nada más, salgo del cuarto de baño hecha una furia y la dejo sola. No tolero estar en la misma habitación que Sophia Gray.
***
Son las doce de noche cuando Carvalli aprovecha la oportunidad para agradecer a todos su presencia, arrojándole a todo el mundo un extenso discurso que los fascinó. Los fotógrafos nos piden posar a Daniel y a mí al lado de Carvalli, mostrando los relojes. Después me piden sola con Daniel y ambos posamos. Hay un momento que le ofrezco mi mejilla de manera juguetona y él planta un sonoro beso que me hace reír y abrazarlo, mientras el mundo nos adora. Todos se unen a nuestras risas.
Reanudada la música de la fiesta, Vera tira de mi mano y me conduce directo a la pista improvisada de baile con Katy Perry cantando Black Horse, mis ojos se encuentran con los de Kostas y éste ríe, encogiéndose de hombros al verme arrastrar a Mark y Leighton que charlan con la pelirroja. Él saca a su supuesta prima a bailar y Mariann hace lo mismo con el renuente de su compañero. Ahora suena Worth It de Fifth Armony, Vera y yo cantamos la canción pues es de nuestras favoritas.
Dejo a Vera que continúe divirtiéndose con los demás y voy en busca de Andreas quien se quedó charlando con unos tipos. Pero no sé ahora a dónde se metió y tanta gente me marea.

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Mi manera de necesitarte
Narrativa generaleÉl es arrogante y mujeriego. Ella es divertida y romántica. Él no está interesado en comprometerse con nadie. Ella desea tener su final feliz. Gredel Campell siempre ha creído en los finales felices y desea tener uno cuando conozca al hombre indicad...