Se me ha hecho tarde el día de hoy. Rissa y Nicholas se fueron a muy temprana hora porque viajarían a Estados Unidos a visitar a unos parientes de él, por tanto, los acompañé al aeropuerto para despedirme y prometernos ver en Diciembre, para la boda. Así que, llegué a casa y me eché otro rato más a dormir, olvidando que hoy vendría Enrico Carvalli a la agencia.
A pesar de lo tarde que es, me tomo el tiempo sin tanto drama y escucho música andando de aquí para allá con la canción All About You de Birdy. Estoy en el vestidor, probándome la ropa que usaré para conocer al hombre que se ha interesado en que mi rostro tan conocido internacionalmente, sea la imagen de su colección.
—Estuve llamándote...—dice Mark, apareciendo repentinamente.
Estoy vistiendo únicamente mis bragas negras de encaje. Se queda de piedra, mirándome boquiabierto.
Venga, Mark. Mira que no es la primera vez que me tienes desnuda.
Abre la boca y la cierra de golpe una vez más, traga saliva con fuerza pero sigue sin nada qué decir. Los largos cabellos platinados son lo único que cubre mis pechos.
—Apagué el móvil, ¿qué es eso tan urgente, Mark?
Mark desvía la vista hacia otro lado, ahora mira el sencillo vestido corto color borgoña que cuelga de la percha.
—Nada en realidad, sueles ser olvidadiza.
—Hum—camino descalza al sitio donde está el vestido. Me paro a su lado, cogiendo el vestido de la percha—. ¿Te gusta?
Mark mira la prenda que apenas y me cubrirá el trasero. Hoy tengo que mostrar la nueva colección de Carvalli, la mundialmente famosa empresa de relojes y han elegido éste pedazo de tela para conocer al señor Carvalli.
—Es bello—responde.
—Necesito ayuda—digo, tendiéndole la prenda y alzando las manos—. Es una tela complicada y eres la única persona en el vestidor, Mark. Anda, ayúdame.
Mark me ayuda a meterme el vestido por la cabeza sin poder ocultar el nerviosismo que siente. Mira el suelo, o tal vez estudia el color negro de las uñas de mis pies. No sé y no me pondré a encontrar un significado a sus gestos.
Termino de acomodarme el vestido de manga de tres cuartos, lo suficientemente ajustado al cuerpo que se siente como una segunda piel.
Él se aparta de mí, yendo hacia el largo y lustroso tocador de madera.
Oh, por lo visto el vestido me llega a los muslos, cubriéndome bien el trasero. Así que, no luciré como una puta en ésta prenda.
—¿Qué tal me veo?—pregunto a pesar de conocer ya la respuesta.
Mark recorre mi cuerpo de arriba abajo con la mirada y sonríe.
—Hermosa, lo sabes.
—Siempre es bueno alimentar mi ego, Mark.
Sacude la cabeza.
—Tengo un obsequio—dice. No me había dado cuenta de la elegante caja negra sobre el tocador, hasta que él me la muestra—. El señor Carvalli quiere que tengas uno de los relojes de su exclusiva colección.
La cojo y abro la tapa que revela su interior, se trata de un bellísimo reloj bañado en oro. Es hermoso.
-Que detalle-digo. Me quito el reloj que hasta ahora llevaba en mi muñeca izquierda, y lo sustituyo por ésta preciosa pieza de arte. Se siente pesado-. Es hermoso.

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Mi manera de necesitarte
Genel KurguÉl es arrogante y mujeriego. Ella es divertida y romántica. Él no está interesado en comprometerse con nadie. Ella desea tener su final feliz. Gredel Campell siempre ha creído en los finales felices y desea tener uno cuando conozca al hombre indicad...