Agradecimiento.

742 50 2
                                        

-Otra vez...
-No lo entiendo, tío. Esta vez te ha quedado bonito.
-Gracias, Gus...
-Sigue intentándolo, Horacio. No decaigas, Volkov es de carácter difícil- añade Greco.
-Supongo...- suspira.

La radio suena.

-Horacio, Gustabo, a mi despacho- habla Conway.
-10-4.

Mira a sus amigos, suspira y sube.

-Le voy a arrancar la cresta esa mal peinada al ruso y se la voy a meter por el culo.
-Bueno... Gustabo, jajajaja.

Todos ríen y el rubio se cruza de brazos mientras sube.

Mientras tanto, en el despacho de Conway...

-Sentaos.

Horacio se sienta sin dejar de mirar a Volkov de reojo.

-¿Qué necesita, abuelo?
-¿Qué habéis estado haciendo hoy?
-Pues... denuncias y más denuncias y un 10-33.
-¿Nada más?

Pregunta mirando a Horacio.

-Nada más.
-Le pregunto a Horacio.

El de cresta levanta la cabeza y mira a su jefe.

-Sí... nada más.

Vuelve a bajar la mirada.

-Volkov, Gustabo, salid a patrullar juntos.
-¿Con el ruso?
-¿Tiene algún problema conmigo, García?
-Muchos, rusito.
-Salid.

Ordena. Los dos salen deprisa y Horacio se deja caer en la silla.

-¿Mejor?- asiente.
-Gracias.
-¿Me vas a contar qué has hecho?
-No he hecho nada nuevo.
-Y...
-Le he hecho una mini tarta a Volkov. Ayer fue su cumpleaños y no pude estar.
-Es verdad. Se me ha olvidado felicitarle.

El pelinegro le mira en silencio.

-¿No le ha gustado?
-No lo sé. Ni siquiera me ha dado las gracias. Hasta a Gus le había gustado.

El mayor suspira.

-Maldito ruso de los cojones- susurra.
-¿Qué?
-Nada, no te preocupes. Dale tiempo.
-Siempre le doy tiempo... usted sabe que me gusta.
-Lo sabemos todos, Horacio.
-No le pido un morreo, ni un beso. Solo pido un "Gracias". Tengo detalles con él siempre y ni eso.

El mayor hace una mueca y suspira.

-Hasta usted ya nos felicita y no es tan gruñón.
-¿Gracias?

El menor ríe levemente.

-Escúchame. Volkov es estúpido.

Se miran.

-Esto tiene que ser una cosa de dos y si tú das mucho y él no da nada, no sigas.
-Pero es que no le pido que seamos novios, eso ya lo he asumido.
-Ni yo tampoco. Lo que te he dicho vale para todo tipo de relaciones. Si uno da más que el otro, algo va mal.

El de ojos bicolor le mira en silencio.

-Está bien... lo intentaré. Es que me sale solo.
-Lo sé, no te preocupes.
-Gracias.
-Hablaré con Volkov, tenlo por seguro.

Asiente.

-Haz un 10-10, tómate un café, da una vuelta y luego vuelves.
-Gracias de nuevo... ¿puedo abrazarle? Hoy está excesivamente amable.
-Aprovechad.

El menor sonríe y se levantan. Se abrazan y el de cresta suspira; el mayor le abraza más fuerte.

-El amor siempre duele, Horacio...

Le dice más bajo.

-...solo hay que saber seguir adelante y adaptarse a las circunstancias. Si él no te corresponde, otro lo hará. No pierdas la esperanza, eres un gran tío.
-Gracias.

InsatiableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora