Insatiable

By your side

-Rebornplay.
-Basado en el Twitch Rivals de Rust.
-TW: muy soft.

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-En un rato empiezo stream- dice Auron, asomándose al estudio de su pareja.
-Yo empiezo más tarde, toca rivals.
-Ah, es verdad- se acerca a él y se sienta de lado en sus piernas- Mucha suerte- le besa.
-¿Tú al final...?
-Nada, me llegó el correo y lo borré- ríen levemente y se besan- Me gusta Rust pero no es lo mío.
-No te creas que vamos profesionales.
-No, pero se os da mejor.
-Bueno...- se sonríen y se besan de nuevo.
-¿Harás extensible?
-¿Extensible?
-El torneo es de 48 horas, ¿no?
-Sí, pero no seguidas- ríe- Ni loco hago un extensible por un rivals- el mayor ríe con él y se vuelven a besar- Lo único que... puede que me vicie.
-Nada nuevo, cariño.
-Ya, ya...- ríe- ...no te enfades si no duermo.
-Lo entenderé pero tampoco te pases.
-Gracias- se besan.
-Suerte otra vez y espero que esos no os ganen.
-Gracias- dice feliz y se besan varias veces.

El Twitch Rivals comenzó dos horas después con un poco de descontrol pero nada grave teniendo en cuenta la gran cantidad de personas que participaban.
Reborn se negó a quedarse en la base y salió con sus amigos a farmear. Ricoy y Carola le hicieron reír sin parar y volvió a sentir la conexión con Zorman, que nunca se fue pero siempre que la siente, confirma su gran amistad.

-¡RUBIUUUUUS!
-¡REBOOOORN!

Se saludaron, a su manera, cuando se vieron en el juego. Auron, desde fuera de la habitación, reía feliz viéndoles.

Pero entonces, todo empezó a cambiar.
Se suponía que, según la administración, las petroleras y zonas de raideo se harían cada cierto tiempo, al igual que cada cierto tiempo aparecerían cajas con loot que todos los participantes tendrían el derecho a conseguir. Al igual que las chapas que tenían que conseguir: el equipo que más chapas tuviera, ganaría.

Al principio creían que era imaginación suya; no podía ser que la administración favoreciera a un equipo, sería injusto. Cuando empezó a hacerse más evidente, como beneficiar zonas de cajas o petroleras cerca de la base del equipo contrario o devolver armas que se "robaron" legalmente o saltarse reglas de comunidad y respeto, Reborn empezó a cabrearse.

La indignación empezó a crecer dentro de él y aunque algunas veces quería decirles cuatro cosas a los anglosajones, sus principios y su saber estar ganaron la batalla y decidió morderse la lengua.

-Voy al servicio de caballeros.

Eran ya las doce de la noche. Baja a la cocina a por un vaso de agua y suspira, apoyándose en la encimera. Unos brazos le rodean por detrás y unos labios besan su nuca.

-¿Cómo vas?- le susurra, apoyándose en su hombro.
-Como la mierda.

Una leve risa llega a sus oídos y sonríe, para después suspirar y acariciar sus brazos.

-Se están riendo en nuestra cara, Raúl.
-¿A qué te refieres?- el más alto se gira aún dentro de sus brazos y se miran.

Comienza a explicárselo, muy por encima, para no hacerse eterno, viendo las caras estupefacción y enfado de su pareja.

-Es un poco surrealista.
-Y tanto que lo es. Ven.