Impresionar

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Tortillaland 2.
—Rebornplay cubitos.
—Muy soft.

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-Hoy es el día.... venga.

Tercera y última vez que se mira en el espejo. Se mueve nervioso por la habitación, Frederick le sigue con la mirada, extrañado por el comportamiento de su dueño.

-¿Qué te parece, Frederick? ¿Voy guapo?

El pollo revolotea y Auron sonríe acariciándole la cabeza.

-Espero que le guste...- suspira.

Sale decidido de casa, con una sonrisa y la cabeza alta, mirando a su alrededor, nervioso.

-¡Buenas, Auron!- saluda alegre Biyin.
-Muy buenas, ¿qué tal?
-Pues bien, arreglando el terreno. Focus y Reborn me están ayudando.
-¿Están por aquí?
-Sí, en la parte de atrás. ¿Por?
-Por saludar.
-Ven.

Le lleva hasta la parte trasera de la casa y los ve picando piedra y tierra, expandiendo el terreno de su amiga.

-¡Muy buenas, cabrón! Hacía días que no te veía.
-Lo mismo te digo, abuelo. ¿Dónde has estado?
-Minando, que estoy del Profeta hasta los huevos.

El moreno ríe levemente y el castaño sonríe, volviendo a su trabajo.

-Cuervo, no dices nada...
-No quería interrumpir la conversación, hombre... ¿qué tal?
-Pues muy bien, un día más por aquí. ¿Tú?
-Pues un poco igual. Ya he terminado la misión del Profeta.
-¿Ya? Me cago en la puta.
-La tuneladora es la clave.
-Ya veo, ya...- el cuervo le sonríe y vuelve con su trabajo.
-¡Muy buenas!
-Hombre, Deqiuvi, ¿qué tal?
-Bien, que he visto aquí a mucha gente y me he acercado. Por cierto, ¡qué guapo vas, Auron! Menuda facha.
-¿Sí? Gracias.
-¿Te has cambiado de ropa, no?
-Sí, es que soy coqueto.
-Pues me encanta.
-Gracias, rey- ríen.

Reborn, a lo lejos, le mira tímidamente y suspira.
Sí, va guapísimo. Quien no se haya fijado, es ciego.

Auron mira de reojo a Reborn, no ve ninguna reacción, así que solo suspira y vuelve la atención a sus amigos.

Al día siguiente...

-¡Pero bueno!- grita el joven blanquinegro- Qué guapo, Auron. Te sienta muy bien el amarillo.
-Sí, hace juego con su flequillo- comenta Noni.
-Gracias, chicos- sonríe nervioso.

Reborn le mira en silencio, casi embobado.

-¿Estás bien, Reb?- pregunta el moreno.
-¿Eh? Sí, sí...

Da media vuelta y se va del lugar.

-¿He dicho algo?
-No, si acabas de llegar.
-¿Entonces?
-No sé, es Reborn, ya le conoces. No te rayes.

Auron suspira y se va con sus amigos.

La situación no mejoró una semana después. El moreno llegaba con un outfit nuevo cada día, queriendo impresionar al castaño y este huía del lugar sin decir palabra o ponía una mala excusa.

-Estoy harto.
-¿Qué te pasa?- pregunta la rubia.
-No hay manera de que se fije en mí.
-¿Quién?
-¿Cómo que quién, Sara? ¡Reborn!
-Ay, sí. Perdóname, es que has venido justo cuando estoy decorando la casa.
-Si quieres me voy...
-No he dicho eso... cuéntame, ¿qué te pasa exactamente?- se sienta a su lado en la mesa.
-¿Sabes que llevo una semana cambiándome de ropa todos los días, verdad?
-Sí.
-Lo hice para impresionarle.
-¿Para impresionarle?
-Sí... quería ver alguna reacción en él, algo que me diga que le gusto.
-¿Y nada?
-Nada, ¡solo huye de mí! Es frustrante...

InsatiableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora