Almas enlazadas - Lumity AU

» Final «

Las negociaciones habían sido un total éxito, las cosas estaban en orden y parecía que todo estaba yendo según como quería, los días habían sido tan tranquilos y románticos al lado de la ahora peliverde que ya no importaba cuantos papeles tendría que firmar o cuantas reuniones tenía que asistir con la junta directiva para nuevas ideas.

Blight se había teñido el cabello de un color verde menta en honor a su madre ya que no hacía mucho que la mujer había fallecido por un problema al corazón y su padre aún está superando la pérdida así como sus hermanos quienes aún no regresaban a sus clases con normalidad por el luto.

—Me hubiera gustado conocerla - acarició la morena -

Se encontraban en su residencia acostadas en el sofá cama de la sala donde se encontraba un enorme televisor de pantalla plana, la peliverde acostada en el pecho de su chica mientras la morena le daba mimos.

Tenia en cuenta el dolor de su a ante ante la pérdida y cada que podía después de salir de la oficina, la invitaba a su casa para elevarle el ánimo.

—Ella hubiera querido verte - apoyó -

—¿Gustas de unos panqueques, cariño?

Sabía que tenía un gran favoritismo por ese dulce y consentir a su pareja era uno de sus pasatiempos preferidos.

Amity asiente en su pecho notando como el corazón de la castaña se aceleraba en el momento que le dio un beso en su pecho.

—Te ayudo - se levantó tomando la mano de la chica -

—Puedo hacerlo sola - dijo -

—Niña rica.

—Tal vez, pero se cocinar. - sonrió -

—Oh, pero yo no lo decía por eso - sonrió coqueta -

Luz enrojeció de inmediato evitando la mirada de su amante quien no paraba de reír ante la expresión de la mujer frente a ella, la abrazó por la espalda dando cortos pero húmedos besos por su cuello y susurrándole al oído múltiples cosas lindas.

—Gracias, amor. - aflojó su agarre -

Noceda voltea poniéndose de puntilla y besar la nariz de la ojiambar quien sonrió tontamente ante la acción.

—¡Esto es inaudito! - exclamó -

Los problemas habían llegado, había pasado el tiempo considerable como para pensar que ya nada arruinaría su vida, pero entra al lado de su padre como buenos amigos hipócritas que son y sentado frente a ella trayéndole las peores noticias, ¡pero quien se han creído!

—Una dama no levanta la voz - habló James con seriedad -

Soltó un leve gruñido sentándose de manera recta en su asiento respectivo, esperando que alguien mas dijera algo incluso su madre parecía tan callada y serena que se cuestionaba de que lado se encontraba.

—No has salido con nadie, tienes veinticinco años, que será de ti en el futuro sin un hombre e hijos - inició de nuevo -

—Lo dije antes y lo diré de nuevo padre, las mujeres no estamos hechas para solo engendrar y obedecer, no somos sus malditos adornos - golpeó la mesa -

Ambos Noceda parecen molestos con la actitud del otro, tanto que el sonido de garganta que produce el otro hombre, les irrita tanto que sus miradas fulminantes lo atacan con velocidad.

—Querida niña, Belos es un buen candidato y quien mejor que el además de conocerse desde pequeños - sonrió el líder de los Black -