Almas enlazadas - Lumity AU

» Cambio de último instante «

“Cette vie ne voulait pas nous voir ensemble, mais la prochaine fois sera idéale”

Podía recordarlo, un vestido de la más bella y delicada tela siendo casi arrastrada por cada escalón que esa chica bajaba con cuidado. Su cabello trenzado largo hacia resaltar lo madura que se había vuelto a lo largo de los años y sus ojos, ese ámbar casi miel se derretía al ver el profundo color avellana que tanto la llegaba atraer.

—¡Resiste!

Pero que más podía hacer ahora. Por un lado se encontraba Boscha Vertier golpeando de manera salvaje el rostro de James Noceda, quien se le creía un caballero  y un ejecutivo de primera, quien lo diría, portando un arma de fuego para dispararle al primero que llegará de darle un enorme disgusto.

Todo había pasado tan rápido y lento a la vez, ya no sabía ni a dónde miraba o qué veía en su cabeza.

Las risas. Los besos, el placer de hacer el amor con su chica.

Tan poco les había durado ese gusto. Cuánto deseaba haber disfrutado más de Luz Noceda.

—Es mi turno...

—Shh por favor Ammy...querida,no gastes energías, la ayuda viene en camino. - susurro ella -

Acariciando su cabello mientras sostenía la herida en el centro de su abdomen.

Había recapitulado la acción de su novia, primero, Luz colocándose frente de Amity teniéndola un metro lejos de ella, mientras que su padre torpemente sujetaba el arma por su visión borrosa debido a los golpes de la rubia; si no fuera que, antes de disparar, tuvo su vista fija al piso porque estuvo a punto de caer, estaba segura que si no hubiera sido por eso, James Noceda no habría apretado el gatillo al ver a su hija entre él y su objetivo.

Solo tal vez no lo hubiera hecho y Amity no habría tenido que cambiar de lugar con la morena.

—Te dije...lo prometí cariño...que te protegería - un hilo de sangre salió de la comisura de sus labios -

—Calla, amor mío, ya escucho cerca la sirena de la ambulancia que viene.

Mientras la sangre seguía saliendo sin importar cuanto apretujaba la herida, la teñida le brinda una sonrisa ladina a su novia haciéndola llorar más acercando sus frentes sin importar que tanto se encorvara su espalda.

—Ammy, cariño...no, no, no cierres tus ojos.

—No se pudo - habló casi sin fuerzas -

—Shh por favor, lo lograrás, lo lograremos ¿si?

—Hubieras visto...como estuvo el cielo cuando te fuiste - murmuró apreciando el rostro moreno de su chica. — oh Lu...eres tan hermosa.

Su temblorosa mano sin rastros de su sangre, acarició la mejilla de Noceda hacienda perderse en el tacto delicado.

—No podría estar sin ti...