Almas enlazadas - Lumity AU

» ¡NO! «

“Lo siento mon amour, pero es mi turno”

C

on bastante agilidad bajo las largas escaleras de porcelanato blanco, escuchó todo a través de la puerta de su habitación, las pisadas, las voces, incluso el nombre de su amada. Su corazón saltó con temor a punto de darle un paro cardiorrespiratorio por el repentino bloque de aire en sus pulmones.

Con fuerza absurda mente tonta, empujó a los guardias liberándose de su seguridad para ir había la sala principal donde estaba segura que estaba su padre frente a una Amity Blight confundida tal vez temerosa ante la presencia del hombre grande y robusto.

—Papá, Ammy...qué... - balbuceaba viendo a ambas personas -

—Lo lamento señor...ella, se escapó - intervino -

—Sois unos inútiles, ya no importa - sacudió la mano. — iros si no quieren que considere despedirlos.

Ni un segundo más y ellos ya habían desaparecido de su vista. Su mirada se paró en su hija, quien con una expresión de terror en su rostro, seguía parada aún con una pollera holgada, pantalones y sus pies con tan sólo unos calcetines grises.

—Lu - habló bajo -

Se sentía demasiado feliz al ver a su novia al fin, su corazón dio un gran volque  a pesar de que no era el momento indicado.

—Dejala ir - exigió la morena -

—No estas en posición de exigir nada - suspiró. — pensaba en eliminar a esta peste y hacer de cuenta que no pasó nada para que siguieras con tu vida. Pero esto es ¡perfecto! - de la nada sonrió. Tenía una idea. — así verás porque nadie oza desafiarme.

—¿Crees que le harás daño?

Dulce y hábilmente se posicionó frente a su chica, sabía lo que había bajo el saco de su padre, una pistola de recarga rápida. Arriesgaría su vida una y otra vez por ella.

—Luz, no lo vuelvas a hacer. - murmuró temerosa la ojiambar -

—No serás capaz de dañarme...¿Verdad papi? - y las lágrimas querían salir de sus ojos -

Su mano se deslizó por su cuerpo desabotonando su saco azul para tocar el mango del arma. El sonido del seguro quitándose aceleró mucho más su corazón.

—Por supuesto que no cariño, solo quiero lo mejor para ti. Por favor, apártate. - dijo con la mayor de las gentilezas -

La morena negó.

—¡James! ¡Viejo tengo una propuesta para ti! - grito al entrar por las puertas -

La cabellera rubia avanzó más para encontrarse con una escena que le heló la sangre.

¿Amity amarrada a una silla? ¿Luz frente a ella? ¿James sosteniendo un arma de fuego?

¡Arma de fuego! Apretó fuerte sus puños dejando ver sus nudillos pálidos.

—Que carajos haces James - habló con enojo -

Apresuró su paso hacia el tomándolo del hombro para que este la viera.

—Sacando la basura - respondió -

Su disgusto aumento de golpe y quería golpearlo por Dios que quería hacerlo, incluso en otra vida volvía a querer hacer la misma estupidez. ¡Qué tonto!

—¡Boo basta! - se acercó a esos dos -

Habían empezado con golpes, James Noceda dejó de ver a Boscha Vertier como una señorita y este, para librarse de su agarre, tomar la pistola y disparar contra la teñida que ahora estaba libre de la protección de su hija.

Amity logró desatarse, no supo cómo pudo sacar sus manos de esa atadura, incluso pudo ver lo rojos que estaban sus muñecas.

¡BAM!

Un disparo que las hizo saltar del susto, Blight se estampó contra el suelo porque sabía que ella era su principal objetivo aunque la bala nunca le llegó más que a la silla que le quedaba a unos centímetros.

—¡Deja esa puta arma! - forcejeo Vertier encima del hombre con los ojos clavados en el rostro paralizado de la de tez pálida -

—¡Papá!

—¡No! ¡Esa maldita no se quedara con mi hija! - empujó a la rubia, resbaló con su propio piso reluciente y limpio, tomó la pistola y apunto de disparar. Luz se puso enfrente mientras Blight corría hacia ella -

¡BAM!

Otro disparo se escuchó y está vez todo se quedó en silencio en la grande mansión.

—¡No!¡Maldito!

Ay lamento haber demorado tanto queridos lectores y gracias por aquellos que se quedaron gasta el final!

Espero se encuentren bien chicos, chicas, unicornios, dinosaurios y más! Cuídense mucho por favor, los quierooo uwu.

Pan🍞