» Clawthorne «

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Abrió los ojos pesadamente, odiaba tener que levantarse para ir a la empresa de sus padres, la suavidad de la cama era tanta que podía quedarse para siempre en ella, extrañamente suave.

Volteó con delicadeza encontrando una cabellera castaña desordenada cubriendo un poco el rostro canela de su acompañante en aquel lecho. Sonrió cariñosamente, en verdad había extrañado verla así de cerca.

—Como en aquel tiempo, ¿verdad Luci?

Acomodó un par de mechones detrás de la oreja de su contraria.

—Amelia... - susurró -

La rubia frunce ligeramente el ceño.

—Quiero cambiar tu destino...no pude protegerte antes, pero esta vez, prometo será diferente. - acarició su cabello -

Cuando estuvo a punto de besar su frente, la morena cambia de posición en la cama dándole la espalda, aquella acción la hizo sonreír, se levantó de la cama haciendo notar una pijama holgada morada, estiró sus brazos y bajó hacia la cocina, era temprano aún para ir a trabajar además por la situación de su amiga, quería que se tomara un tiempillo.

Día anterior.

—¿Una princesa?

Vertier la mira interrogante, aunque sabía que no era un simple sueño, pero era mejor ocultar las apariencias. Tomó un sorbo de su vaso de ron y con un movimiento de mano le pidió a la morena que prosiguiera.

Créeme Bo, no es como esos cuentos de hadas, tampoco estoy tan demente. - frotó su frente -

—Osea en tu sueño te dicen princesa - quiso asegurarse -

La castaña parece pensarlo, cierra sus ojos con fuerza mientras sostiene una taza de manzanilla caliente. Después de meditarlo un par de segundos, deja su taza en la mesita del centro y da un aplauso.

—Fueron pocas las escenas donde me llamaban de esa manera, mayormente eran cosas con respecto a...

Anthony, Amelia... - Susurró -

—A un caballero, ya sabes, de esos que usan armadura y casco junto con una espada. - explicó. Ignorando el hecho de que su amiga había dicho algo inaudible para ella-

—No puedo creer que lo que te tenga mal sea un cuento infantil - hizo referencia a aquel cuento que mencionó el fotógrafo -

François me recomendó un buen libro...no creí que después de leerlo algo en mi simplemente.

—¿Se atormentara? - quería fastidiarla un poco para cambiar el tema-

—Cambiara, es la palabra.

Actualidad

La morena se encontraba cepillando sus dientes, su pijama que consistía en un short morado con una estrella dorada y una camiseta de mangas cortas, adoraba aquel conjunto, tanto que hizo a la empresa que lo producía, millonaria debido a los varios conjuntos que su padre les compraba a lo largo de los años desde que la chica se encaprichó con ellos.

—Odio los miércoles - se quejó -

Se había levantado temprano, debido a eso tuvo tiempo suficiente para limpiar el departamento y decidir que ropa usar en la oficina, estaba emocionada por ver a la CEO, se sentía sumamente mejor, al fin había recordado quien era, los cambios no ha...

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Se había levantado temprano, debido a eso tuvo tiempo suficiente para limpiar el departamento y decidir que ropa usar en la oficina, estaba emocionada por ver a la CEO, se sentía sumamente mejor, al fin había recordado quien era, los cambios no habían sido tan tétricos y agradecía a los cielos por permitirle renacer junto con su amor.

—Veo que te sientes mejor - sonrió Porter -

—Con ánimos de trabajar

Aquello no se lo esperaba pero se alegraba el ver que la chica se había recuperado; estaba feliz, según sabía, la CEO bajaría a su piso para hacer una rápida revisión de todo y darles el apoyo moral que siempre recibían.

El sonido del ascensor llamó su atención, no volteó a ver, tenía el gran presentimiento que era ella y moría de ganas por hacer que sus miradas se cruzaran, sentía que con su solo mirar, la empresaria se daría cuenta de que era ella. Su fiel caballero.

Unos tacones junto con él movimiento de hojas interfirió en los pensamientos de todos, levantó su mirada con una sonrisa, sonrisa que pronto eliminó al ver a una mujer esbelta de cabello anaranjado, sintió miedo ver a aquella mujer de frente, podía sentir su sangre hervir sin control, solo había un solo motivo.

—Edgard - musitó seria -

Odiaba tener que verle la cara a la reencarnación de aquel rey molesto y sobre protector, aunque tenía que admitir que James Noceda tenía más similitud.

—Lamento informar que mi hija no se presentará por problemas personales - toco su pecho. — espero no haya problema que sea yo quien les brinde apoyo moral - sonrió -

A pesar de ser hermosa, los trabajadores meditaron bien su respuesta, no podían decirle que no a la esposa de uno de los empresarios más conocidos por la alta sociedad, un error y podían dejarlos en la calle para siempre.

—Bien - aplaudió de repente -

Empezó hablar con algarabía, claro que llegaba a animar a las personas presentes y Amity Blight no era aquella excepción, tal vez juzgó mal a la mujer.

—Es bueno verte de nuevo, Amelia...

Susurró desde sus espaldas, unos ojos dorados brillantes la miraban con recelo mientras un apretón se dio en su hombro, un escalofrío recorrió su cuerpo, temía mirar. ¿Cuando fue que la mujer terminó de hablar? Debía dejar de meterse en sus pensamientos que la sacan fuera de sí.

—O prefieres Anthony...

—Edgard yo.

—No confundas las cosas jovencita, tendré su apellido pero quien habla no es mi ex viejo marido. - habló severa -

La de tez pálida traga con discreción saliva, la mujer se para frente a su escritorio detrás de la computadora de Blight, era claro que los demás no veían nada por respeto.

—¿Gustas tomar un café? No...creo que te vendría bien una cerveza, yo invito.

Espero lo hayan disfrutado chicos y chicas, pancitos, tiburoncitos y dinosaurios, cuídense mucho, los quierooo uwu

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Espero lo hayan disfrutado chicos y chicas, pancitos, tiburoncitos y dinosaurios, cuídense mucho, los quierooo uwu.

Elpancito Oscuro 🍞

Almas enlazadas - Lumity AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora