Viernes 27 de Marzo

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Querido diario, parece que ellas realmente se quieren deshacer de mí, o al menos impedir que me acerque a Blair.

Esta tarde, durante la clase de Francés —que, por cierto, se me hizo eterna—, una chica me ha intentado cortar un mechón de cabello. Bueno, en realidad, lo intentó y lo consiguió. Estábamos haciendo una actividad en parejas, y esta vez ha sido la profesora quien ha escogido las parejas. Tuve suerte que mi pareja se sentaba justo a mi lado, de modo que no debí moverme de mi asiento, y Moira tuvo la suerte que su pareja resultó ser Alex. Entonces quedamos mi compañera, yo, Moira, y Alex, sentadas junto a la ventana. Había un poco de barullo en la sala, ya que teníamos que crear un diálogo. Moira y Alex tenían una duda, y entonces Moira se levantó para consultar con la profesora. Detrás de nosotras, nuestras compañeras hablaban de algo completamente irrelevante a la actividad, a saber, de tipos de cabello.

Recuerdo que una de ellas decía:

—Mi cabello favorito es el de Blair Wagner. Es tan suave y fino.

No sé por qué me pareció que pronunció su nombre con cierto tono que me hizo pensar que intentaba llamar mi atención.

Las demás se dedicaron a otorgar comentarios acerca de la melena de Blair, que brilla saludablemente al sol, que es lisa y suave, cosas por el estilo. Se quedaron en silencio por un momento, y luego hubo unas cuantas risas ahogadas. Creo que entonces oí: "¿ella? Pero ella no es tan linda." Incluso pude sentirla apuntando hacia mi espalda con su dedo. La profesora las hizo callar, a ellas, y a todas las que estaban hablando de asuntos no relacionados con la clase. Por su lado, Alex entornó los ojos, mosqueada, apoyó el mentón en la palma de la mano, y entonces me miró. Me dio la impresión que deseaba que yo la mirara haciendo eso para que viera lo molesta que ella se sentía con las chicas de atrás. Me pregunté si acaso había notado que hablaban de mí, o entornaba los ojos por que no se callaban. Fuera como fuera, nos sonreímos mutuamente por un instante, divertida con su expresión.

Sin embargo, las chicas en cuestión no se detuvieron ahí. Continuaron murmurando cosas relacionadas con Blair. Entonces Moira regresó a nosotras. Pero, antes de sentarse, Alex recibió el cuaderno de Moira, y fue en ese momento, justamente cuando Alex había quitado la atención de ellas y la había puesto en Moira, que se hizo un silencio en toda la sala, que fue interrumpido por el ruido de unas tijeras cortando un mechón de mi cabello.

Alguien dijo: "Oh, Dios mío, ¿qué fue eso?"

Y entonces me di la vuelta. Moira se abalanzó hacia la chica, le arrebató la tijera con el mechón colgando del filo, y le gritó:

—¡Cuál demonios es tu problema!

Yo no pude hacer más que intentar descubrir el mechón más corto en mi cabellera. La chica a mi lado pareció apiadarse de mí, aunque parecía no saber si reír o ponerse seria. Tomó el mechón más corto, me lo mostró, y me murmuró: "no cortó tanto, tranquila."

Mientras tanto, Moira continuaba arremetiendo verbalmente contra Ava.

—¡Estás enferma de la cabeza! Si te veo que vuelves a hacer cualquier cosa contra Noelia, te enterraré estas tijeras en el cráneo. ¿Me oyes? ¡Estúpida!

La chica permanecía seria, con la mano extendida, repitiendo: "devuélveme mis tijeras. Mis tijeras. Devuélveme mis tijeras. ¡Devuélvemelas!"

Ava se puso de pie de un salto y se abalanzó hacia Moira para quitarle las tijeras. Entonces Alex las separó, le arrebató las tijeras a Moira y se las entregó a la profesora, que se aventó rápidamente hacia nosotras.

Antes de que la profesora las hiciera callar, Moira dijo:

—El pelo crece, tarada. Pero tú seguirás igual de tonta.

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