↱ A Secret Love ↲

Capítulo 7. Maratón 2/5

Después de una semana muy corta,— o al menos así me pareció—, en al que pude recuperar el tiempo perdido y los chismes con Maggie y Sasha, en la que pude compartir más tiempo con mis hermanos, ya fuera jugando juegos de mesa por las tardes, videojuegos, enseñando a Brad a batear en el patio trasero o poniéndome al día de todo lo sucedido en la escuela, gracias a Elle y Lee,—porque si, el es un chismoso de primera—, el lunes ha llegado y con el, el inicio de mi último año.

Aún me asusta pensar que pronto entraré a la Universidad, que tendré que dejar a mi familia otra vez y que seré una "adulta". Quisiera volver a aquella época en la que tenía cuatro años y sólo tenía que preocuparme por jugar con mis Barbies, comer dulces y dormir. Esa si era una buena vida, vaya tonta que fui al desear todo el tiempo ser mayor, vivir sola y ser súper independiente.

Apago la maldita alarma unos segundos después de que comienza a sonar. Adormilada y con mucho sueño, me pongo de pie para arreglar mi cama y luego comenzar a prepararme. Mi uniforme yace perfectamente colgado en mi armario, huele a lavanda gracias al suavizante y está perfectamente planchado, todo fruto de los consejos y enseñanzas de Molly. Cuando estoy vestida y aún con pantuflas, bajo a la cocina para servir algo de cereal, Lucky Charms, mi favorito en todo el planeta.

Cuando subo de nuevo comienzo preparar y maquillar mi rostro, no utilizo demasiados productos ni en gran cantidad, sólo quiero corregir algunas imperfecciones y acentuar mis facciones. Después cepillo mi cabello y hago una trenza a cada lado para unirlas detrás en un peinado lindo y sencillo que no toma demasiado tiempo, aprovecho para hacer ondas en las puntas y dale un toque diferente al que siempre tiene mi cabello lacio.

Lavo mis dientes y calzado, para después colocarme la chaqueta azul marino que contrasta con la camisa amarillo casi pastel y combina con el pantalón de vestir que se ajusta a mi cadera, acentúa mi cintura y amolda mis piernas, y la corbata azul con líneas inclinadas de color plata. Realmente me sienta el uniforme y no lo digo por ser arrogante o egocéntrica.

Dejo los accesorios al final, colocándome la pequeña esmeralda que me regaló la abuela en mi cumpleaños número quince y algunos anillos de color plata en mis dedos. Cuando estoy lista tomo todas mis cosas y salgo de ahí cerrando tras de mi.

—Buen día, papá—lo saludo con un beso en la mejilla y luego me acerco a mi hermano. Ambos están comenzando a tomar el desayuno en el comedor—Hola, torbellino.

—Hola Nei Nei—me saluda el rizado con una sonrisilla ligeramente marrón debido al cereal de chocolate.

—¿Lista para tu primer día?—asiento con media sonrisa hacia mi padre mientras guardo una manzana en mi mochila.

—Estoy bien, no me preocupa—sonrío relajada encogiéndome de hombros.

—¿Noah vendrá por ti o las chicas?

Cuando estoy por abrir la boca, el pitido de un vehículo pequeño y que mi padre conoce a la perfección, responde por mi. Papa sonríe asintiendo.

—Salúdalas de mi parte—me dice alzando su taza de café.