Capítulo 18.

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Me quedo pálida, atónita y atontada en mi lugar mientras el me mira silencioso y atento, cómo si esperara un golpe o que me suelte a llorar en sus brazos

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Me quedo pálida, atónita y atontada en mi lugar mientras el me mira silencioso y atento, cómo si esperara un golpe o que me suelte a llorar en sus brazos. Deja el antifaz sobre la barra antes de volver a aquella actitud arrogante y sensual, me mira como aún dulce bocadillo que ansia por probar y que sabe, tiene a su disposición. Yo sólo intento no perder la consciencia justo ahora.

—Ya acabó su turno—sentencia seco sin retirar la mirada de mi—. Nadie va a besarla.

Aquello consigue varias quejas y protestas de los chicos que se encuentran formados, pero cesan tan pronto como los orbes marrones de Noah se posan sobre ellos con una clara advertencia. Entonces se fija en mis amigas, quienes sonríen cual desquiciadas mientras se toman de las manos con emoción.

—La verán hasta mañana—les aclara haciéndolas asentir enérgicas.

Yo comienzo a negar con la cabeza varias veces luciendo aterrada, el ríe enternecido y rápidamente rodea la barra para cargarme y ponerme sobre su hombro con tanta facilidad que resulta romántico. Un chillido de sorpresa sale de mis labios mientras me aferro a su chaqueta para no caer de boca debido a la inercia.

—¡Noah Flynn! ¡Traigo vestido maldito imbécil!—chillo indignada apretando los muslos por reflejo.

El suelta una carcajada y tira de la orilla del vestido para bajarlo lo suficiente, deja su enorme y callosa mano ahí, para comenzar a alejarse del stand. Mareada y aturdida, me balanceo sobre su hombro mientras nos lleva al estacionamiento vacío y un tanto oscuro, sólo se escucha el bullicio lejano de la feria y sus botas chocar contra el asfalto con cada paso. Mi corazón sigue latiendo cual caballo desbocado, empeora cuando se detiene junto a su moto y me deposita con cuidado en el suelo.

Sin decir nada me abraza por la cintura uniendo su cuerpo con el mío, mis manos reposan en su pecho mientras me mira de aquella manera que siempre me hace sentir especial, como si fuera la única chica en su vida o la única por la que siente algo sincero. Mis mejillas arden debido al calor y a la vergüenza, aquello parece encantarle ya que sonríe resplandeciente, seguidamente se inclina hacia mi para apresar los labios otra vez en un beso ardiente y ruidoso que altera cada una de mis hormonas.

Definitivamente es aún mejor de lo que soñaba.

Mis manos suben a su cuello con rapidez para evitar que se aleje, mis dedos se deslizan entre su suave cabello castaño despeinándolo aún más que antes. Uno de sus brazos me suelta para que su mano suba hasta mi cabeza y me apriete más contra su rostro, sus dedos se cuelan en mi cabello y tiran ligeramente de el para hacerme alzar mas la cabeza. Un gemido bajo se escapa de mis labios por ello, el aprovecha y adentra su lengua en mi cavidad aumentando la pasión, el calor y la humedad del beso.

Mis gira sobre su eje y me levanta de nuevo para sentarme sobre su motocicleta. Se cuela entre mis piernas haciendo que mi vestido suba un poco y deje a la vista mas piel desnuda de mis muslos. Aquello no me interesa en lo mas mínimo, de todas formas, nadie podría ver mi ropa interior con Noah cubriéndome con todo su enorme cuerpo. Sus manos bajan a mis muslos para tomarme de ellos, los aprieta un poco pegándose mas a mi.

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