Capítulo 22.

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El sonido de las aves y la luz del Sol me hacen despertar, siento suaves caricias en mi espalda, que van desde mi nuca hasta el inicio de mi trasero

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El sonido de las aves y la luz del Sol me hacen despertar, siento suaves caricias en mi espalda, que van desde mi nuca hasta el inicio de mi trasero. Ronroneo gustosa contra la piel cálida de Noah, su pecho vibra debido a su risa. Abro los ojos con lentitud y alzo la mirada encontrándome con la mirada de Noah llena de amor y dulzura pura. Sonrío como una estúpida sintiendo mis mejillas enrojecer debido a los recuerdos de anoche.

—Buen día, bombón.

—Buen día, preciosa—me apretuja contra el. Un silencio cómodo nos rodea—. ¿Sabes? He estado pensando—sus largos dedos hacen figuras suaves e imaginarias en mi espalda desnuda. Nuestras piernas continúan entrelazadas—, me gustaría que le dijéramos a nuestras familias en el próximo almuerzo. Quiero pedirle permiso a tu padre—la sorpresa e incredulidad en mi rostro lo hacen reír—. ¿Qué? Es enserio.

El deje ofendido resulta obvio.

—Me parece bien—asiento sonriendo estúpidamente ante la idea de hacerlo oficial, por su compromiso e iniciativa para nuestra relación—. ¿Entonces hasta después de decírselo a ellos lo haremos "público" por así decirlo, en la escuela?

El asiente dubitativo—A no ser que prefieras hacerlo ya—se encoge de hombros.

—No lo sé, significaría que Elle y Lee se enteraran ya—hago una mueca. Inspiro hondo pensándolo un poco—. Tendremos que esperar hasta decírselo a nuestros padres—el asiente de acuerdo—, pero te advierto que te mantendré vigilado, Flynn—le dedico una mirada seria a lo que el ríe y besa mi nariz.

—Será mejor irnos. Tu padre debe estar preocupado, al igual que tus locas amigas—río cortamente y asiento. Cuando estoy de pie me coloco mi ropa y la camisa de Noah cuando me la entrega. No dudo en que querrá marcar territorio cada día de nuestras vidas. Doblo mi traje de baño y me coloco los tenis—. Te ves tan sexy así—comenta haciéndome mirarlo. Me reposa de arriba a abajo—. Recién levantada, con mi camisa y esas preciosas marcas en tu piel.

Señala mi cuello que es lo más visible por ahora. Me sonrojo inmediatamente a lo que el ríe.

—Pervertido—le enseño la lengua divertida.

El ríe de nuevo y después de ponerse la ropa, dobla la manta y toma mi mano para dirigirnos al auto. Abre la puerta para mi como suele hacer, la cierra cuando estoy acomodada y rodea el vehículo. Tomo mi bolso del asiento trasero del auto y meto mis cosas en el, tomo mi móvil notando que aún me queda la suficiente batería para responder los mensajes de mis amigas. Ignoro los muchos mensajes de Elle, que son un tanto extraños y bloqueo mi teléfono.

Pronto estamos de camino a mi casa, Noah sujeta mi mano mientras maneja y sólo la suelta para hacer los cambios del motor. Lo cual por supuesto, además de ser súper tierno es súper sexy, verlo manejar con sólo una mano es un deleite visual que no sabría explicar porque. Las chicas heterosexuales entienden. Una vez que llegamos detiene el vehículo frente a la propiedad y me mira sonriente.

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