Capítulo 11.

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La primer semana de clases, entrenamientos, tareas y chismes, ha terminado al fin, por lo que el Preciado fin de semana ha llegado

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La primer semana de clases, entrenamientos, tareas y chismes, ha terminado al fin, por lo que el Preciado fin de semana ha llegado. Es domingo, lo que implica nuestra presencia en el restaurante de costumbre para desayunar con los Flynn. Como siempre, el día es cálido y ameno, perfecto para usar outfits veraniegos y ligeros, por lo que hoy decidí usar una bonita blusa azul cielo con flores blancas tipo crop top, es de cuello V y va a los hombros.

En la parte inferior tengo unos jeans azules de tiro alto ajustados y al final un par de tenis blancos Nike.

Extrañaba mucho el olor salino de la costa, el viento fresco que contrasta con el calor abrasador del Sol y que hace a mi melena castaña revolear. Nosotros hemos llegado un poco antes que los Flynn, ya que Brad tuvo un partido de Béisbol demasiado temprano para mi gusto, por lo que una vez que finalizó,—con la victoria del equipo de mi hermano—, decidimos venir directamente para acá.

De fondo y gracias a una de las pantallas planas empotradas a la pared, se escucha 1, 2, 3 de Sofía Reyes feat Jason Derulo y De La Guetto. Continuo charlando con mi padre sobre las universidades a las que apliqué, el aún no sabe que fui aceptada en todas mis opciones y ahora sólo esperan una respuesta de mi parte. No quiero decirle nada hasta que me decida finalmente por una, quiero elegir por mi misma.

Elle continúa ensimismada en su móvil sentada a la derecha de papá, Brad está sentado entre el y yo, jugando con el Nintendo Switch que le regalaron hace un año.

—¡Hola, familia!—una animada Molly llega a nuestra mesa con aquella blanca y contagiosa sonrisa. Elle se pone de pie enseguida para abrazarla al igual que Brad, yo me levanto después de ellos para saludarla cariñosamente—Mi futura universitaria favorita—rio ligeramente mientras me dejo apapachar por ella.

Miles, Noah y Lee, llegan unos segundos después, por lo que pronto, el mayor de ellos me abraza con firmeza y deja un beso en mi frente como suele hacer desde que era una niña y costumbre que también adoptó con Elle. A Lee lo saludo con un beso tronado en la mejilla, seguidamente Noah se acerca a mi para abrazarme y levantarme un poco haciéndome reír. Pareciera que no me ha visto desde hace décadas.

Oculta su cabeza en mi cuello desnudo provocándome cosquillas y escalofríos placenteros, lo escucho aspirar mi aroma lentamente. Dejo un beso en su cuello y me separo de él con media sonrisa, tomamos asiento como siempre solemos hacer.

—Hey, Noah—lo llama mi padre—. ¿Seguirás jugando fútbol en la universidad?—le pregunta curioso mientras mi mejor amigo bebé de mi jugo de arándano. Antes de que pueda responder, su padre lo hace por el.

—Pues será muy afortunado si termina la temporada siquiera—Miles lo mira con reprimenda, Noah no le regresa la mirada—. Decidió meterse en una pelea justo el primer día de clases—añade ligeramente molesto.

—¿Enserio?—pregunta papá frunciendo el ceño— ¿Que pasó?

—Dile—ordena Miles a Noah. Elle se tensa notablemente en su asiento, yo trago grueso.

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