↱ A Secret Love ↲

Capítulo 26.

Los siguientes días son complicados y muy tensos, tanto en la escuela como en mi casa o la de Noah. Elle no me dirige la palabra para nada, apenas y me mira sin querer prenderme fuego o dispararme con una escopeta. Lo único que puedo agradecer es que mi padre no se ha dado cuenta de su comportamiento hacia mi, ya que cuando está presente, la burbuja de resentimiento se desvanece y no vuelve a aparecer hasta que abandona la habitación.

Lee hace lo mismo que Elle, sólo que también la evita a ella. Ninguno de los dos quieren estar siquiera en el mismo lugar en que estamos Noah y yo. La tensión entre ellos y con nosotros, causa más preocupación a nuestros padres, pero al final nadie dice nada, prefieren darles tiempo para que las aguas se calmen y no presionarlos o todo podría empeorar.

Tal y como acordamos Noah y yo, les informaremos a nuestras familias sobre nuestra relación y nuestros planes para la Universidad hoy en el desayuno. Aunque algunos ya lo sepan, no es como que podamos evitar que lo escuchen de nuevo, tampoco es como que queramos restregárselos en la cara. Ya es suficiente el rencor y desdén que nos tienen como para sumarle algo como eso.

Noah ha estado inquieto estos últimos días por lo mismo, no deja de pensar que mi padre va a oponerse a la idea y no me dejará vivir con el cuando vayamos a Boston, no porque no le agrade o algo así, sino más bien, para cuidarme. Yo intenté tranquilizarlo y mantenerme positiva. Mi padre siempre ha sido muy compresivo y aún más desde que falleció mamá, quiero creer que se lo tomará con calma y al menos considerará la idea antes de desecharla o negarse por completo.

Respecto a los padres de Noah, estoy cien por ciento segura de que Molly va a apoyarnos, ella siempre ha tenido mucha confianza en mi al igual que en Noah y hasta donde he podido comprender, creo que ella ya esperaba que su hijo y yo termináramos como pareja. No sé si fue su instinto de madre, es adivina o simplemente le atinó al asunto. Respecto a Miles,—quien es mucho más estricto en lo que tiene que ver con Noah por los problemas en los que se ha metido—, tal vez el si se vuelva más reacio a nuestros planes.

De nuestros hermanos pues ni que decir, ellos no estarán nada de acuerdo y no nos queda más que respetar sus opiniones, más sin embargo, no porque ellos no estén de acuerdo nosotros vamos a deshacer nuestros deseos y planes de estar juntos. Lo único que espero de ellos es que se comporten y no hagan un berrinche a mitad del desayuno enfrente de una bola de desconocidos que sólo querrán comer tranquilamente.

Inspiro hondo dejando mis pensamientos y nervios de lado tanto como puedo, me concentro en elegir un atuendo lindo porque al final de cuentas y pase lo que pase, será la oficialización de mi noviazgo con Noah este día. Me decido por un vestido de color negro con muchísimas flores pequeñas y blancas impresas en la tela. Es de tirantes delgados, espalda descubierta con tiras cruzadas igualmente delgadas, llega hasta la mitad de mi muslo y la falda es holgada.

Me coloco unos zapatos abiertos de color negro, el relicario que Noah me regaló ayer por la noche mientras veíamos Bajo la misma estrella. Una idea fatal, ya que su lindo gesto sólo provocó que mi llanto triste aumentara y se mezclara con felicidad inesperada. Me tomó varios minutos poder dejar de llorar para agradecerle, pero cuando vi la inscripción en el interior y nuestra fotografía en el lado contrario, me solté a llorar otra vez. Culpo a mi menstruación por hacerme tan sensible.